3 maneras fáciles de preparar crema de zanahoria

Las cremas de verduras son un plato de cuchara con un gran potencial. Las de zanahoria, por ejemplo, no tienen nada de aburrido y sí mucho sabor y versatilidad.
3 maneras fáciles de preparar crema de zanahoria

Última actualización: 24 enero, 2024

La crema de zanahoria es un plato básico y muy fácil de hacer. Su sabor es dulzón y suave, con lo que suele gustar a todo el mundo y se puede comer tanto en días de invierno como en verano.

Es una receta perfecta si buscas variedad en tu día a día, otras formas de disfrutar de las verduras y platos nutritivos que puedas tener a punto en media hora. Descubre todo lo que hay que saber y decide tú misma cómo incorporarlo a tu recetario habitual.

Recetas deliciosas para cocinar crema de zanahoria

Existen muchas formas de preparar ricos purés de zanahoria. Se trata de una receta básica en muchos hogares y es apreciada por la sencillez, la fácil elaboración y el buen resultado que da.

Es verdad que cada persona tiene sus trucos e ingredientes para darle un toque personal y mágico. Ya sea agregando otras verduras como incluyendo especias o toppings en el momento de presentar.

Si no es uno de los platos habituales de tu agenda de cocina o quieres aprender otras formas de prepararla, toma nota de estas versiones que te presentamos hoy. Seguro que te encantarán.

1. Crema de zanahoria: la receta tradicional

Crema de zanahoria tradicional en una cazuela.
Esta crema es una de las más tradicionales de la mesa familiar. Se destaca por su sabor y su fácil preparación.

En esta elaboración, la zanahoria es una de las claras protagonistas del plato. Podemos decir que es como «la receta de la abuela»: la más básica y la que da inicio al resto de versiones. Pero no por ello es menos sabrosa ni deja de tener éxito.

Ingredientes

  • 7-8 zanahorias;
  • 1 cebolla grande;
  • sal y pimienta al gusto;
  • 150 mililitros de nata para cocinar;
  • 1 litro de caldo de verduras (o de agua);
  • 2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen.

Paso a paso

  • Para comenzar, lava, pela y corta la cebolla en juliana. Agrega un poco de aceite en una olla o cazuela (un poco grande, tiene que caber el caldo) y sofríela a fuego medio durante unos 5 minutos.
  • En paralelo, lava, pela y corta la zanahoria en rodajas. Incorpora a la sartén con la cebolla y rehoga 2 minutos más. Después, vierte el caldo, salpimienta al gusto y deja que hierva 15 minutos (con la cacerola tapada y a fuego suave).
  • Pasado este tiempo, tritura con la ayuda de una batidora y añade la nata líquida. Intégrala con una cuchara o cucharón y ya está lista para servir.

Fíjate que la nata que utilices sea para cocinar y no para montar. Esta última se diferencia de la primera porque tiene una cantidad de materia grasa alrededor del 35 %, mientras que en la nata de cocina es del 15 %. El resultado es, pues, más suave y ligero.

Si quieres hacer una crema de zanahoria sin leche y apta para veganos, elige alguna crema o bebida vegetal en lugar de la nata. Puedes probar con la de coco, de almendras o de soja; todas aportan una textura parecida y ofrecen un resultado muy bueno.

2. Crema de zanahoria y calabaza

Puré de calabaza con zanahoria.
Si quieres deleitarte con el sabor de la crema zanahoria junto a otros vegetales, tienes que prepararla con calabaza. Sin duda, la disfrutarás.

Al empezar a hacer variaciones sobre la receta original, una de las mejores combinaciones la ofrecen estos dos ingredientes. La calabaza le aporta un punto más suave a la textura final, sin perder nada de dulzor ni sabor.

Entre las principales variedades de calabaza del mercado, las que te pueden ir mejor para hacer en puré son la cacahuete, la cucurbita máxima o la potimarrón.

Ingredientes

  • 1 puerro;
  • 4 zanahorias;
  • 400 gramos de calabaza;
  • 1 cucharada de aceite de oliva;
  • sal y pimienta blanca al gusto;
  • 1 cucharadita de comino molido;
  • 1 litro de caldo de verduras (o de agua);
  • 2 cucharadas soperas de semillas de calabaza para decorar.

Paso a paso

  • Antes de ponerte a cocinar, prepara todas las verduras para tenerlas a punto. Lava, pela y corta en rodajas el puerro y la zanahoria. Por otro lado, retira la piel y las semillas de la calabaza y pártela en cubos.
  • Añade el aceite en una cazuela y empieza por sofreír el puerro durante 2 minutos. Cuando esté blando, incorpora la zanahoria y la calabaza. Rehoga 5 minutos más y cubre con el agua o el caldo. Tapa y deja que se haga todo junto unos 20 o 25 minutos (depende del grosor de la calabaza).
  • Pasado este tiempo, sazona con la sal, la pimienta y el comino. Pasa todo el contenido a un robot de cocina o al vaso de la batidora y tritura hasta que quede una crema uniforme y suave.
  • Sírvela en boles y decora con las semillas de calabaza en el último momento.

A esta crema de zanahoria y calabaza le puedes dar un toque extra de sabor si añades condimentos de tu agrado. Combina muy bien con azafrán, enebro, jengibre, cúrcuma y otras especias habituales en la cocina hindú.



3. Crema de zanahoria y patata

Bol de puré de zanahoria con patata.
Para darle una textura más espesa a la crema, prepárala con patata. Además, tendrás un sabor único y delicioso.

Al incorporar patata a los purés de verduras obtienes una textura más cremosa sin necesidad de usar otros productos como la nata o el queso. Además, como es un alimento muy neutro, su sabor combina bien con el resto y casi pasa desapercibido.

Ingredientes

  • 1 cebolla;
  • 1-2 dientes de ajo;
  • 4 patatas pequeñas;
  • 6 zanahorias medianas;
  • sal y pimienta negra al gusto;
  • 1 cucharada de aceite de oliva;
  • 1 litro de agua o de caldo de verduras;
  • unas ramitas de perejil picado para decorar.

Paso a paso

  • Comienza por lavar, pelar y cortar la cebolla y las patatas. Retira también la piel del ajo y déjalo entero. Ahora añade el aceite en una cacerola y sofríe estas verduras durante 5 minutos.
  • Mientras, aprovecha para lavar, pelar y cortar las zanahorias en rodajas. Incorpóralas junto a los otros ingredientes y rehoga otros 5 minutos. Cubre con el agua, coloca la tapa y deja hervir a fuego suave 20 minutos.
  • A continuación, añade la sal, la pimienta y tritura en la batidora o con un robot de cocina. En el último momento, decora con un poco de perejil picado por encima. 

5 trucos para realizar una crema de verduras con éxito

Cocinar estas recetas de crema de zanahorias no tiene mucha complicación. Pese a ello, ten cuidado puesto que algunos errores pequeños pueden arruinar el resultado final. Toma nota de estas recomendaciones extra si quieres disfrutar al máximo de tu puré de verduras:

  • Sofreír las verduras al inicio realza su sabor. Pero no te pases con la cantidad de aceite, pues de lo contrario la crema puede resultar demasiado pesada. Si lo prefieres, emplea mantequilla, pero el aceite de oliva virgen es, sin duda, una de las opciones más sanas.
  • No hervir las verduras más de la cuenta (entre 20 y 25 minutos). Este es el tiempo suficiente para que el conjunto mantenga todo su sabor.
  • Usar la cantidad de líquido justa. Ten en cuenta que una crema se caracteriza por su textura espesa y consistente (a diferencia de la sopa, que es más diluida). Por esto, no añadas más agua o caldo del recomendado.
  • Triturar bien para que sea homogénea y suave. Para ello puedes utilizar la batidora, los vasos mezcladores (como los de hacer smoothies) o cocinar las cremas de zanahoria en la Thermomix ®.
  • Tener en cuenta la presentación. Las cremas de verduras se prestan a darles un acabado final con un punto crujiente y vistoso. Así, puedes probar con frutos secos picados, tostadas de pan, láminas finas de jamón o, ¿por qué no?, innovar con flores y semillas comestibles.

¿Qué nos aportan las cremas de zanahoria?

Si este plato no te convence a nivel organoléptico, quizás te decidas a incorporarlo por su valor nutritivo. Y es que a día de hoy, ya no hay duda de que consumir verduras variadas en la dieta es una forma de mejorar la salud y el bienestar.



Las calorías que aporta la crema de zanahoria clásica están alrededor de las 200-225 por ración. En su composición destacan, sobre todo, el agua, los carbohidratos, la fibra y una porción moderada de grasas.

Estas últimas las aporta el aceite de oliva. Gracias a su perfil, representan una contribución favorable. Si a las cremas les sumamos mucha nata, queso o mantequilla, aumenta el valor energético y el porcentaje de lípidos menos recomendados (pero solo si se consumen en exceso).

En cuanto al uso de sal, sabemos que no conviene pasarse con este condimento. Una cucharadita es suficiente para recetas con estas cantidades. Para compensar, ¿sabes cómo puedes potenciar el sabor de las cremas? Añade hierbas aromáticas o especias al gusto:

  • pimienta
  • tomillo, albahaca, menta fresca, perejil
  • cúrcuma, jengibre, comino, cilantro, cardamomo, anís estrellado

Con sus características, la crema de zanahorias (en cualquiera de sus versiones) es ideal para un primer plato. Tanto en el almuerzo como en la cena ya estás añadiendo una buena ración de verduras. A continuación, puedes incluir una fuente magra de proteínas y una ración de hidratos de carbono (más o menos cantidad, dependiendo de la persona y el momento del día).

Asimismo, como ya hemos comentado, puede ser caliente en invierno y templada cuando hace más calor.

Al ser una cocción ligera, su digestión es fácil y no perjudica el descanso si la comes por la noche. También es un plato apto para dietas blandas (por problemas digestivos) y de fácil masticación.

Disfruta con este plato sencillo, sano y sabroso

Cocinar zanahoria en forma de cremas es un modo fácil de introducir esta verdura en el día a día. Todas las recetas son sencillas de preparar, muy sabrosas y puedes explorar un gran número de variantes.

Gracias a las características de esta hortaliza, el resultado final siempre es un plato dulzón, con una textura densa y suave. Perfecta para niños y mayores; en todas las épocas del año.

Recuerda que las verduras están en la base de una dieta saludable y nutritiva. Y cuantas más ideas tengas para introducirlas de forma variada, mejor.


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