9 cosas que nunca debes hacerle a tus oídos
Los oídos son, quizá, una de las partes del cuerpo a las que se le presta menos atención. No obstante, también se ven afectados por los malos hábitos. ¿Sabes cuáles son las cosas que nunca debes hacerles a tus oídos?
¿Has analizado cuáles son las atenciones que deben recibir después de un día en la piscina? ¿Has calculado bien cuántas horas tienes los audífonos puestos para escuchar música al máximo volumen? ¿Limpias en exceso los oídos con hisopos o bastoncillos? Quizá, ahora que has leído estas preguntas, descubriste que estás dañando estos sensibles órganos. Presta atención.
9 cosas que no debes hacerles a los oídos
¿Quieres saber cómo puedes mejorar la limpieza y el cuidado de los oídos? Si es así, sigue leyendo para enterarte de las cosas que es mejor evitar para mantenerlos en perfecto estado. ¡Toma nota!
1. Usar hisopos para eliminar la cera
Para empezar, te presentamos uno de los errores más comunes: usar bastoncillos para limpiar los oídos. Este supuesto método de higiene ha sido mal fomentado (con las mejores intenciones, pero sin la información correcta). Así , combinado con la mala fama de que la cera es sinónimo de suciedad, se ha creado un mito que perjudica la salud auditiva.
La realidad es que, como bien explica un artículo publicado en BMJ Clinical Review, el cerumen es segregado por el oído y tiene propiedades antibacterianas. Además, sirve como lubricante; por lo que tener cera, en realidad, es señal de buena salud.
En esta línea usar hisopos es una de las cosas que no debes hacer para limpiarlos; ya que puede causar picazón e irritación. El bastoncillo empuja más cera de la que retira y, con el tiempo, se va creando un tapón que afectaría a la capacidad de audición. Los expertos advierten que pueden generar infecciones, lesión del conducto auditivo externo y perforación de la membrana timpánica.
¿Qué hacer para mantener su higiene?
- Es posible que lleves desde pequeño utilizando hisopos; por lo que dejar de usarlos puede ser complicado.
- Sin embargo, en caso de que sientas que están sucios, utiliza una toalla suave para eliminar el exceso de cera.
¿Quieres conocer más? Lee: Tips para tener una correcta higiene de los oídos
2. Escuchar música con exceso de volumen, una de las cosas que no debes hacerles a los oídos
¿Alguna vez te han dicho: «Baja el volumen de la música que te vas a quedar sordo»? Pues bien, esta advertencia no se equivoca. Y es que usar los audífonos para escuchar música con un volumen elevado de forma continua deteriora el sistema auditivo.
La pérdida o disminución de la capacidad auditiva ocurre cuando las células ciliadas dentro del oído, que convierten las ondas sonoras en señales eléctricas, se dañan o deterioran. Aunque e sto sucede de forma natural por el paso del tiempo y la edad, un artículo publicado por la Revista de medicina McGuill certifica que también están involucradas en su desarrollo las costumbres relacionadas con el exceso de ruido: la estancia en conciertos, discotecas, o el uso de reproductores de música personales.
De esta forma, una de las cosas que debes evitar es ponerte los auriculares con la música alta. Pero… ¿Cómo saber si el volumen te está dañando los oídos? Pregunta a quienes están alrededor si pueden escuchar la música. Si la respuesta es afirmativa, estás poniendo en riesgo los oídos.
Te recomendamos seguir la regla del 60:60. Es decir, no superes el 60 % del volumen máximo y escucha música con audífonos un máximo de 60 minutos por día.
3. Usar velas para los oídos
En los últimos años, han aparecido diferentes métodos sin evidencia científica para mantener la belleza e higiene. Esto también ocurre con las famosas velas para oídos, velas óticas, conoterapia o igneoterapia auricular.
Estos aparatos funcionan insertando un extremo de esta vela en el oído y encendiendo el otro extremo. Entonces, en teoría, se absorbe el cerumen en un tubo dentro de la vela.
¿El problema? El residuo que termina dentro de la vela no tiene nada que ver con los oídos, sino que es el residuo natural de la propia vela. Esto significa que estarás introduciendo componentes externos al oído que pueden provocar una infección, tal y como evidenció una encuesta protagonizada en 2007 por los miembros de la Academia del Noroeste de Otorrinolaringología-Cirugía de Cabeza y Cuello.
Visita este artículo: Cómo prevenir infecciones de oído en verano
4. Oído secos es sinónimo de oídos sanos
Cuando nadas en la piscina o en la playa, quizá solo recuerdas bañarte después para quitarte la sal o el cloro. No obstante, d ebes prestar la misma atención a los oídos; ya que es ahí donde pueden alojarse bacterias que, al tener un ambiente húmedo, crecen rápido y ocasionan infecciones dolorosas.
Por ello, cuando vayas a la piscina , recuerda lavar los oídos en la parte externa y luego secarlos bien con una toalla de tela. Incluso puedes utilizar unas gotas especiales que te ayudarán a eliminar cualquier agente que se encuentre en ellos. Los estudios señalan que la otitis externa difusa aguda es muy común en los nadadores, siendo Pseudomonas aeruginosa el patógeno principal que ocasiona la infección.
5. Realizar irrigaciones o duchas en el oído
Algunas personas suelen irrigar sus oídos en casa con agua oxigenada u otras sustancias con el objetivo de disminuir molestias en el conducto auditivo. De hecho, la literatura popular lo recomienda como un método efectivo para extraer el exceso de cerumen. No obstante, las duchas óticas sin supervisión médica pueden acarrear efectos adversos.
Uno de los principales riesgos de este método es la retención de líquido con el consiguiente aumento de la humedad en el oído. Esta situación favorece a la proliferación bacteriana y en ocasiones desplaza los gérmenes hacia el interior del conducto auditivo.
Además, las irrigaciones agresivas pueden empeorar los cuadros de perforación de la membrana timpánica y pérdida de la audición. De igual forma, se relaciona con un mayor riesgo de presentar zumbidos, dolor y vértigo.
6. Nadar en aguas contaminadas
Por lo general, sumergirse o bañarse en lagos, playas o estanques sucios es una de las cosas que no debes hacerles a los oídos. Esto aumenta el riesgo de contraer infecciones por bacterias y hongos el oído. En este sentido, la presentación típica es la del otitis del nadador, una forma de otitis externa caracterizada por los siguientes síntomas:
- escozor en el interior del oído;
- dolor a la palpación;
- enrojecimiento del conducto auditivo;
- salida de secreción clara y sin olor.
7. No usar protección en ambientes ruidosos
La exposición directa a sonidos de alta intensidad suele comprometer la integridad de la membrana timpánica y los demás elementos que participan en la audición. Es recomendable utilizar auriculares de protección durante las jornadas de trabajo en empresas donde se produzca ruido excesivo, como las fabricas, las herrerías y los aeropuertos.
Los ruidos por encima de 110 decibles están asociados con un mayor riesgo de pérdida de la audición. Por tal motivo, es indispensable no superar los 75 decibeles en ningún tipo de actividad con fines laborales, sociales o de entretenimiento.
Lee también: ¿Cuáles son los efectos del ruido en la salud?
8. Retirar un cuerpo extraño sin ayuda médica
Poseer un cuerpo extraño en el oído suele resultar desesperante y ocasionar mucha ansiedad. Ante esta situación no debes tratar de retirar el objeto tú mismo, ya que podrías empeorar el cuadro.
Al tratar de liberarte del cuerpo extraño puedes empujarlo más adentro, e incluso lesionar las paredes del conducto auditivo. En ocasiones, la introducción de elementos en el oído puede llevar a la perforación de la membrana timpánica.
9. Aplicar medicamentos sin prescripción
Automedicarse es una de las cosas que no debes hacerles a los oídos. La administración ótica y el consumo oral de los fármacos debe realizarse bajo estricta recomendación y supervisión médica. Los profesionales de la salud son los únicos capacitados para atender tus molestias y guiar el tratamiento.
¿Llevas a cabo alguna de las cosas que no debes hacerles a los oídos?
¿Y tú? ¿Tienes en cuenta alguna de las cuestiones mencionadas? Es importante que aprendas a cuidarte también para el día de mañana no tener ninguna complicación. Asimismo, recuerda que si tienes alguna duda, si estás empezando a tener problemas para escuchar o si sientes los oídos sucios, lo mejor es visitar al médico.
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