5 formas de combatir tu miedo a la soledad

¿Alguna vez te has parado a analizar de dónde surge tu miedo a la soledad? Te damos algunas claves para establecer qué es lo que te ocurre.
5 formas de combatir tu miedo a la soledad
Bernardo Peña

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 25 mayo, 2023

Hay una clara diferencia entre estar solo y sentirse solo. Ambas situaciones entrañan sentimientos muy particulares, que tienen que ver con la forma que tiene cada persona de afrontar su realidad. En concreto, el miedo a la soledad podría englobarse dentro del segundo ejemplo.

También conocido como emefobia en los casos más extremos, se trata de un temor bastante común en el que la persona que lo experimenta puede llegar a sufrir mucho. De hecho, a largo plazo se relaciona con la ansiedad o la depresión.

Lo principal es ser consciente de ello, es decir, saber que se tienen ciertas dificultades con el hecho de sentirse solo o simplemente con afrontar la soledad. El siguiente paso tiene que ver con un trabajo de gestión emocional y puesta en marcha de estrategias. Profundicemos.

¿Qué es la soledad?

Mujer sola mirando por la ventana

La soledad se define como la falta de contacto con otros, ya sea de forma elegida o involuntaria. Lo que ocurre es que desde muy pequeños, se tiene cierto miedo al hecho de estar solos, ya que nuestra supervivencia depende de los cuidados externos.

Con el paso del tiempo, lo normal es deshacerse de ese temor poco a poco al ir madurando. No obstante, en muchos casos, la familia desempeña un papel muy influyente cuando no se cumplen los roles de apoyo o no se fortalecen las metas de superación.

  • Desde la infancia puede arrastrarse una sensación de abandono, de estar desprotegido, por lo que se crea una sensación de vacío cuando se cumplen ciertos parámetros.
  • Ya de adultos, esta situación puede derivar en una búsqueda incansable tanto del apoyo de otros, como de una aceptación por parte la sociedad, con el objetivo de ser feliz. Sin embargo, si se sigue por esta senda, ocurrirá todo lo contrario.

Así, en este tipo de circunstancias es necesario trabajar directamente con el miedo a la soledad o el hecho de quedarse solo y desarrollar ciertas estrategias para sanar esas carencias y sentimientos negativos.

Claves para combatir el miedo a la soledad

1. Dedícate tiempo

La mejor forma de hacer frente a este problema es dedicarte tiempo, en lugar de huir de ti que es lo que normalmente hacen las personas que temen estar solas: buscar cualquier plan para evitar sentir la soledad.

Así, es conveniente reflexionar sobre ese temor que te atrapa cuando no quedas con alguien o estás solo en casa. ¿A qué tienes miedo? ¿qué necesidad hay detrás de todo esto? ¿para qué huyes de ti?

De esta manera, verás que muchos de tus miedos no tienen ningún fundamento. A partir de ahí, crea imágenes placenteras en las que te veas a ti mismo disfrutando de la soledad, en lugar de sufrirla o padecerla.

Ponte frente a frente con la soledad y relaciónate con ella de otra forma. ¿Sabes qué puede ser una oportunidad para conocerte, trabajar en ti y avanzar?

2. ¿Qué te gusta hacer?

Tras conectar con la soledad, puedes indagar en qué te gusta hacer, con qué disfrutas o qué es aquello que tienes pendiente y frente a lo que no das el paso, pero que te encantaría desarrollar.

Priorizarte está bien. Dedicar tiempo a algún hobby o actividad relajante también es un buen ejercicio para llevarte mejor con la soledad.

3. Deja el pasado atrás

Entiende que el pasado es algo que ya no volverá. Tienes que hacerte a la idea de que lo vivido debe quedarse atrás. Ábrete a la sensación de sanar las heridas, olvida y perdona de corazón.

Ten en cuenta que si un recuerdo fue bueno y vives sumergido en él, se convertirá en un recuerdo nostálgico, en lugar de en uno feliz. Y, si fue algo malo, tampoco vale la pena revivirlo, si no tienes la intención de aprender de él.

¿Sabes? Pensar en lo que pudo ser y no fue, en lo que deberías haber hecho y no pudiste es perder minutos del presente e irte a vivir en una ficción. Por lo tanto, si vas al pasado que sea para reinventarte, pero no para quedarte sentado en él. 

4. No necesitas estar acompañado

Renuncia a la necesidad de estar acompañado para ser feliz. Cuando buscas desesperadamente algo de compañía, lo más probable es que atraigas problemas, gente tóxica y desengaños. De hecho, ser feliz no es una condición que proceda del exterior, sino sería bastante inestable ¿no crees?

Además, al renunciar a esa necesidad, vas rompiendo los lazos del miedo a la soledad.

  • Cuando eres consciente de que puedes valerte por ti mismo, verás de manera tangible cómo aumenta tu autoestima.
  • Conoce tu valía personal y disfruta de una vida sin miedos y temores. Cuando eres auténtico, es decir, cuando te muestras tal y como eres y no aparentas ser otra persona, eres más libre y, por lo tanto, más feliz.

Ver también: La soledad buscada es placentera

Mujer con los ojos cerrados y una flor en el pelo

La soledad es una oportunidad

Ante todo lo expuesto, verás que la soledad es un estado que realmente debe ser valorado por cada ser humano. Es sano estar solo para que puedas establecer un profundo contacto contigo mismo, así como con tus pensamientos y sentimientos, siempre y cuando no se convierta en un estado de aislamiento permanente.

Al relacionarte de otra forma con la soledad, establecerás y evaluarás tus metas y objetivos y comenzarás a aceptarte como eres. Sabrás qué es lo que realmente quieres cambiar y no lo harás porque te sientas presionado por otras personas.

Así, tu diálogo interior te ayudará a descubrir tu fuerza para cambiar y comenzar a disfrutar de los momentos de soledad.


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