5 hábitos para reducir los efectos de la contaminación en el cuerpo

Reducir los efectos de la contaminación en la salud no es tarea fácil, por ello mismo, lo primero que debemos hacer es tomar conciencia sobre el tema.
5 hábitos para reducir los efectos de la contaminación en el cuerpo
José Gerardo Rosciano Paganelli

Revisado y aprobado por el médico José Gerardo Rosciano Paganelli.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 10 julio, 2023

Los efectos de la contaminación atmosférica en la salud humana siguen preocupando a los investigadores, quienes no dejan de instar a la población a cuidarse e intentar, en la medida de lo posible, ciertos riesgos.

De hecho, lo mejor que podemos hacer en estos casos es estar bien informados acerca de los problemas que pueden originar y cómo llevar un estilo de vida lo más saludable posible.

Por ejemplo, podríamos incluir en nuestra rutina ciertos hábitos que nos ayuden a reducir los efectos de la contaminación en el cuerpo. ¿Sabes cuáles pueden ser? ¡Sigue leyendo y descúbrelos!

Consecuencias de la contaminación en el cuerpo

Como ya hemos mencionado, la contaminación es un problema creciente que, además de afectar al planeta, inevitablemente afecta a sus habitantes. En efecto, los seres humanos somos los principales causantes y, a la vez, afectados.

Los mayores índices de contaminación se evidencian en las ciudades y centros industriales. Allí encontramos la mayor concentración de agentes que producen gran cantidad de desechos tóxicos. Estos terminan concentrándose en el agua, el aire y el suelo en el que habitamos.

Así, la contaminación ambiental se convierte en un proceso que favorece el deterioro de la calidad de vida y el aumento de mortalidad en las zonas con mayores índices de contaminación.

Ahora bien, para entender los efectos de la contaminación en el cuerpo, tendríamos que hablar de los tipos de contaminación según el recurso natural que resulta más afectado.

Contaminación del aire

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La contaminación del aire es la que más se evidencia en las ciudades y a la que podríamos estar más expuestos. Entre sus consecuencias, resalta la irritación en el sistema respiratorio, y el riesgo aumentado de desarrollar enfermedades respiratorias, incluyendo cáncer pulmonar.

Como indica un estudio reciente:

“los principales efectos a corto plazo de la contaminación atmosférica sobre la salud van desde un aumento de la mortalidad total y por causas respiratorias y cardiovasculares a las alteraciones del funcionalismo pulmonar y otros síntomas, pasando por un incremento en el número de visitas médicas e ingresos hospitalarios”.

Contaminación del agua

La contaminación del agua es quizás el tipo de contaminación más difícil de revertir y a la que están expuestos absolutamente todos los seres vivos.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la falta de agua potable en muchas regiones del mundo, así como las malas gestiones de los servicios de saneamiento y gestión de desechos (por falta de recursos, u otras causas), así como la precariedad que sufren los centros sanitarios exponen a la población a la contaminación del agua y, por ende, diversos problemas de salud.

“El agua contaminada puede transmitir enfermedades como la diarrea, el cólera, la disentería, la fiebre tifoidea y la poliomielitis. Se calcula que la contaminación del agua potable provoca más de 502 000 muertes por diarrea al año“.

También puede causar otras enfermedades como: la disentería, salmonelosis o leptospirosis, entre otras.

Lee: Desinfectar la comida: mitos y verdades

Contaminación del suelo

La contaminación del suelo afecta principalmente a las industrias agricultoras y ganaderas. De este modo, lo que hace es provocar la contaminación de alimentos de las siembras y del ganado.

De acuerdo con un documento elaborado por un equipo de la FAO:

“el Mapa Mundial de Suelos de FAO recomienda a los gobiernos nacionales instrumentar regulaciones sobre contaminación del suelo y limitar la acumulación de contaminantes más allá de los niveles establecidos a fin de garantizar la salud y el bienestar humanos, un ambiente saludable y alimentos seguros”.

Contaminación acústica

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La contaminación acústica hace referencia a aquella que deviene de la exposición al ruido excesivo. Este tiende a ser mayor en el centro de las ciudades, pero en realidad puede presentarse en muchos otros espacios.

Los daños que puede producir no solo se limitan al plano físico (la audición), sino también al plano psicológico. De hecho, en diversos trabajos de investigación y estudios se ha podido observar cómo la exposición prolongada al ruido puede promover problemas como el estrés crónico, la depresión, el insomnio, la fatiga, la irritabilidad, la agresividad, etc.

Descubre: Consecuencias de la contaminación acústica

5 hábitos para reducir los efectos de la contaminación

1. Mantener una alimentación equilibrada

Brindarle al cuerpo con todos los nutrientes que necesita, a través de una dieta equilibrada, ayuda que el sistema inmunitario y el resto del organismo realice sus funciones correctamente y por ende, tengamos menos posibilidades de padecer enfermedades.

En líneas generales, una dieta equilibrada es aquella en la que podemos comer “de todo un poco”, sin cometer excesos y siempre dando prioridad a los alimentos frescos (frutas, verduras, hortalizas, etc). sobre los comestibles industriales (bollería, dulces, comida chatarra, etc.).

2. Lavarse muy bien las manos y también los alimentos

Antes de manipular o consumir cualquier alimento fresco, es necesario lavarnos bien las manos con agua y lavar y desinfectar los propios alimentos. Esto nos permitirá el riesgo de ingerir alimentos contaminados con bacterias y otros microorganismos potencialmente perjudiciales para nuestra salud.

Lee: La importancia de lavarse las manos

3. Plogging

Hacer ejercicio y realizar actividades recreativas al aire libre es beneficioso para la salud tanto en lo físico como en lo psicológico. Una alternativa para disfrutar de dichos beneficios y mejorar el ambiente de la comunidad en la que se vive es el plogging.

Asimismo, evitar tirar cualquier tipo de residuo al suelo (cáscaras de pipas, colillas de cigarrillos, servilletas, bolsas, mascarillas, etc.) sería lo ideal en todo momento. No cuesta nada llevar dentro del bolso o mochila una bolsa de plástico para guardar los desechos y basura hasta que podamos depositarlos en una papelera u otro recipiente correspondiente.

4. Ventilar el hogar a diario

Mantener el hogar limpio, ordenado y bien ventilado nos ayudará a disfrutar de un entorno agradable y apto para nuestra salud. Además, si nos animamos a instalar un purificador de aire en una de las estancias, podremos minimizar las partículas nocivas.

La Organización Mundial de la Salud indica que para reducir los efectos de la contaminación atmosférica es necesario que los gobiernos pongan en marcha las medidas necesarias para reducirla, como mejorar la eficiencia energética de edificios y fábricas, por ejemplo.

Si bien el esfuerzo de cada persona cuenta, lo ideal es conseguir sumar entre todos (civiles, organismos públicos y privados, etc.) para lograr un ambiente más limpio.


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