5 pautas para cuidar la piel y evitar las quemaduras solares
¿Sabes qué pautas seguir para evitar las quemaduras solares? En muchas ocasiones, las prisas por conseguir una piel bronceada, o el hecho de no tomar medidas preventivas antes de exponerse al sol, conlleva a sufrir quemaduras.
El daño ocasionado por las quemaduras solares consiste en un exceso de oxidación que da lugar a la muerte de los queratinocitos. Las personas más propensas a sufrir quemaduras solares son aquellas que tienen un fototipo claro, es decir, piel, ojos y pelo claro.
Las zonas más afectadas por las quemaduras solares son el cuero cabelludo, las orejas, el escote y los hombros. A continuación, te damos 5 pautas para evitar las quemaduras solares.
1. Fotoprotección tópica para evitar las quemaduras solares
Los protectores solares de aplicación tópica nos protegen de los efectos a corto plazo de la radiación, además de proporcionar beneficios a largo plazo. De esta forma puedes evitar las quemaduras solares.
Además, contienen filtros solares que deben cumplir con los requisitos exigibles de seguridad, eficacia y versatilidad. Incluso, deben ser cosméticamente agradables, no manchar y permitir su formulación en distintas formas de aplicación.
2. Fotoprotección oral
Combinar una fotoprotección tópica junto con una fotoprotección oral resultará la mejor opción para evitar las quemaduras solares. Esta opción tiene la ventaja de proteger la totalidad de la piel supliendo las pérdidas que el roce, el sudor y el olvido de la reaplicación del producto pueden ocasionar tópicamente.
En la mayoría de estos complementos nutricionales es frecuente encontrar sustancias como: betacarotenos, Polypodium leucotomos, vitamina C y vitamina E, polifenoles y ácidos grasos. Es importante recordar que se debe comenzar el tratamiento al menos 15 días antes de la exposición solar.
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3. Barreras protectoras del sol para evitar las quemaduras solares
Algunas prendas y accesorios pueden servir como barrera contra los rayos del sol. Para ello, se aconseja su uso al estar expuestos al aire libre.
Es importante recordar las siguientes recomendaciones como barreras protectoras del sol:
- Evitar la exposición al sol durante las horas de radiación más intensa: entre las 12 y las 16 h.
- Llevar sombrilla a la playa o piscina, y utilizar sombreros o gorros si se van a llevar a cabo actividades y deportes al aire libre.
- Ropa protectora: se ha demostrado que usar ropa protectora al recibir baños de sol puede disminuir el número de nuevos melanocíticos adquiridos. Existe un factor de protección UV para los tejidos denominado FPU, que varía en función del tipo de tejido, humedad de las fibras y color, entre otros.
- Utilizar gafas de sol homologadas: no solo protege nuestros ojos, sino también la zona periocular de los efectos de la radiación UV. Se recomienda que las gafas bloqueen el 99% de la radiación UVA y UVB.
- Permanecer a la sombra o debajo de los árboles: así reducirás también el impacto de la radiación directa. Aunque debemos tener en cuenta la radiación indirecta del agua del mar, arena o nieve.
4. Hidratación y alimentación
El agua en la piel desempeña una función específica, ya que mantiene su estructura y función de barrera, asegura la elasticidad y preserva la diferenciación celular.
Durante la exposición solar perdemos agua, y por lo tanto es necesario ingerirla de forma regular y, después de la exposición, aportar activos hidratantes por vía tópica para recuperar el tono hídrico de la piel.
También se aconseja realizar una dieta equilibrada rica en ácidos grasos esenciales que restauran la barrera cutánea y poseen efecto antiinflamatorio y antioxidante, que neutralizan el efecto de radicales libres. Además, las bebidas a base de zumos naturales y té verde, ayudarán a mantener un bronceado saludable.
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5. Utiliza aftersun
Está específicamente indicado para calmar, equilibrar, regenerar e hidratar la piel después del sol y, además, ayuda a mantener el bronceado.
El aftersun está formulado para reparar el daño celular provocado por la exposición al sol. Equilibra, descongestiona, desinflama y ayuda a combatir los radicales libres provocados por las radiaciones solares.
Gracias a su poder hidratante se consigue evitar la sequedad, la tirantez y la descamación de la piel, que son tan habituales en verano. Además, reduce el enrojecimiento, alivia las quemaduras y refresca la piel tras un día de prolongada exposición al sol.
El aftersun prepara la piel para nuevas exposiciones solares, razón por la que intensifica el bronceado y al evitar la descamación, el que has conseguido desaparecerá gradualmente.
Conclusión…
Lo más importante para cuidar tu piel, evitar las quemaduras solares y conseguir un bronceado saludable, es la aplicación de fotoprotectores solares. Además, sigue en la medida de lo posible las recomendaciones que te hemos dado en este artículo. Ahora, ¡a disfrutar del verano!!
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