5 síntomas del cáncer óseo primario que debes conocer

El cáncer óseo primario no aparece como consecuencia de una metástasis. Las zonas más afectadas suelen ser aquellos huesos cercanos a la rodilla.
5 síntomas del cáncer óseo primario que debes conocer
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 06 julio, 2023

Es posible que ya hayas oído hablar del cáncer óseo primario. Cuando hablamos de cáncer, puede ocurrir que llegue un momento en el que la enfermedad afecte a los huesos. Es lo que se conoce como cáncer de huesos secundario o metastásico. Cuando un tumor se expande, puede llegar a alguna parte de la estructura ósea.

Ahora bien, según estadísticas médicas, en los últimos años está aumentando el diagnóstico del llamado cáncer óseo primario, es decir, un tumor que se origina directamente en el mismo hueso. 
El índice de supervivencia puede llegar ser bastante alto, siempre y cuando, la enfermedad se diagnostique en las primeras fases; de ahí la importancia de la prevención y la información. Dentro de la gravedad, un aspecto positivo del cáncer óseo primario es que nos da pistas de su presencia a través de un dolor muy característico.

¿Qué es el cáncer óseo primario?

El cáncer óseo primario no es muy común ni tan conocido como otros tipos de cáncer como puede ser el de mama o el de colon. Ahora bien, su incidencia, aunque baja, está ahí y, dado que es frecuente confundir sus síntomas con otras enfermedades, es importante ahondar en su información.

Afecta a nuestro esqueleto, y las zonas más afectadas suelen ser siempre las partes óseas cercanas a la rodilla, el fémur y la tibia. No se relaciona con el cáncer secundario, es decir, no es consecuencia de una metástasis por otro tipo de tumor primario. Debes saber también que hay tres tipos de cáncer óseo primario:

  • Osteosarcoma: es la forma más habitual y lamentablemente se da en adolescentes que están en pleno proceso de crecimiento, ya que aparece en ese tejido nuevo del hueso que está desarrollándose.
  • Condrosarcoma: se manifiesta ya en personas adultas de entre 40 y 60 años, originándose siempre en el cartílago.
  • Sarcoma de Ewing: es característico también en los niños más pequeños, puesto que su tejido nervioso es aún inmaduro y puede derivar en la aparición de pequeños sarcomas a lo largo de la médula ósea. Cabe decir, además, que suele tener un componente hereditario; de ahí que pueda prevenirse y obtenerse un buen resultado a base de tratamientos como la radioterapia.

Síntomas del cáncer óseo primario

En nuestro artículo vamos a centrarnos en ese tipo cáncer óseo primario que nos puede afectar a los adultos, es decir, el condrosarcoma. Como te hemos señalado anteriormente, sus síntomas pueden confundirse muy a menudo con otro tipo de problemas (artrosis, inflamaciones, osteoporosis…). De ahí la importancia de delimitar un poco las características básicas de su sintomatología.

Dolor muy focalizado

Hay días en los que las rodillas nos duelen más de lo habitual. Lo relacionamos con simple cansancio, con ese desgaste que día a día nos está molestando más y que intentamos aliviar con los antinflamatorios. Ahora bien, el tipo de dolor asociado a un cáncer óseo primario es más punzante.

Debes prestar atención a esas zonas de la articulación de la rodilla, la tibia y el fémur, puesto que la mayoría de las veces el condrosarcoma suele focalizarse en estas zonas.

Hipersensibilidad

Al dolor centrado en esa parte de nuestro cuerpo se une la característica de no poder soportar el roce de la ropa o incluso tocar con la mano esa zona. El dolor es muy intenso, como una placa ardiente, y difícilmente puede encontrar alivio con la medicación.

Inflamación muy llamativa

Cuando aparece un tumor en el hueso, a medida que crece, va invadiendo esos tejidos que rodean al propio hueso o la articulación. Se produce un engrosamiento muy característico que ya nos va a poner en alerta.

No se trata de una simple inflamación; es decir que, cuando lo toques, lo notarás mucho más denso que la clásica hinchazón por la artritis.

Fiebre

La inflamación, la acumulación de este tejido producido por el tumor, suele cursar casi siempre con fiebre. Como puedes ver, la sintomatología es muy evidente, de ahí que debamos verlo como algo positivo que nos debe obligar a acudir al médico cuanto antes, para atacar la enfermedad en sus primeras fases.

Recuerda no automedicarte. Es importante no enmascarar los síntomas con los fármacos y ser consciente de lo que está ocurriendo.

Posibles fracturas

Las fracturas aparecen ya en fases más avanzadas, cuando el tumor ha debilitado el hueso y ha provocado la aparición de posibles fisuras o roturas más serias. Antes de llegar a este momento, nuestro cuerpo ya habrá mostrado varios síntomas, como dolor agudo, cansancio, inflamaciones y fiebre.

Es pues muy importante que estemos atentos a todos estos indicadores. Si bien el cáncer óseo primario no es muy frecuente, el mayor riesgo está en que lo confundamos con otros problemas y no acudamos al médico cuando percibimos sus síntomas. Atiende a tus dolores de rodilla y busca siempre un buen diagnóstico médico que descarte problemas más serios.

Recordarte solo que esta enfermedad, atendida en sus primeras fases, obtiene siempre muy buen pronóstico. ¡Cuídate!


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.