6 salsas azucaradas que debes evitar si quieres tener una dieta saludable

Si no queremos prescindir de las diferentes salsas para condimentar nuestros platos la opción más saludable es prepararlas nosotros mismos con ingredientes de calidad.
6 salsas azucaradas que debes evitar si quieres tener una dieta saludable

Última actualización: 07 julio, 2023

Las salsas y aderezos son deliciosos complementos alimenticios que mejoran el sabor de las ensaladas, arroces y otras recetas.

Durante años la industria se ha encargado de jugar con muchos ingredientes y de ofrecer una amplia gama de sabores para todos los gustos.

No obstante, dado que también utilizan añadidos químicos para su conservación, su consumo habitual podría ser dañino para la salud.

Y es que, aunque lo ignoramos, estas concentran un número excesivo de calorías y sustancias que pueden afectar al metabolismo.

Por tal razón, si lo que buscas es mantener una dieta saludable, lo más conveniente es reducir su ingesta u optar por otras alternativas. Como sabemos que muchos no tienen claro cuáles son, a continuación queremos revelar las 6 principales.

1. Salsa barbacoa

salsa barbacoa

La salsa barbacoa que distribuyen en tiendas y supermercados suele tener en su composición altas dosis de jarabe de maíz rico en fructosa.

Este ingrediente es de alto índice glucémico y su ingesta está relacionada con los descontroles en los niveles de azúcar en la sangre.

2. Salsas light

A pesar de que su etiqueta las hace parecer más saludables en comparación con otras presentaciones, las salsas ligeras o light son perjudiciales y poco convenientes para un plan de alimentación saludable.

Aunque su contenido de grasa es menor, contienen azúcares, conservantes y otras sustancias que pueden afectar el metabolismo.

Lo más preocupante es que los consumidores tienden a ingerirlas en exceso, dado que se convencen de que no son dañinas.

3. Mayonesa

Mayonesa y aceites

La mayonesa es una de las salsas con más contenido de grasa y calorías que podemos encontrar en el mercado.

Una porción de dos cucharadas llega a aportar hasta 200 calorías, sumadas a sus aditivos y conservantes artificiales. En su lugar es conveniente preparar una mayonesa casera con aceite de oliva, o bien, optar por una exquisita mayonesa de aguacate.

4. Miel mostaza

A pesar de que la mostaza es uno de los condimentos más saludables y deliciosos, la salsa elaborada con esta y miel no es tan buena para la salud.

La miel mostaza que distribuyen en los supermercados tiene un alto contenido de jarabe de fructosa y azúcar refinado que, en cantidades excesivas conduce al desarrollo de diabetes. Además, dado que es rica en calorías, su ingesta impide la pérdida de peso.

La buena noticia es que también se puede preparar de forma natural y casera, con mostaza y miel.

5. Salsa de tomate

salsa de tomate italiana

Por desgracia para muchos, la salsa de tomate se incluye en el listado de aquellas que no son buenas para la salud y el peso.

Aunque es deliciosa y va muy bien con muchas recetas, su ingesta puede causar trastornos metabólicos y sobrepeso.

Dado que la mayoría no la ingiere en cantidades moderadas, puede provocar desequilibrios en el pH de la sangre, acumulación de grasa y problemas digestivos.

Además, una cucharada llega a aportar hasta 8 gramos de azúcar, lo cual es excesivo y perjudicial. Por lo tanto, lo mejor es preparar una salsa de tomate casera, con tomates orgánicos y condimentos naturales.

6. Salsa tártara

La salsa tártara es un producto muy famoso que se utiliza para recetas con mariscos, vegetales o carnes fritas.

Esta tiene un sabor particular y distinto a la mayonesa, ya que suele contener especias finas y otros añadidos que la hacen más adictiva.

Sin embargo, se elabora con aceites saturados y altos en calorías, los cuales podrían perjudicar notablemente el peso corporal.

Si bien consumir pequeñas cantidades no representa un riesgo, lo más adecuado es prepararla con ingredientes naturales, a base de aceites vegetales como el de oliva, aguacate o colza.

¿Incluyes estas salsas en tu dieta? Ahora que sabes que pueden hacerte daño, trata de reducir su consumo y busca alternativas saludables para disfrutarlas sin ningún remordimiento.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.