7 consejos de alimentación para tratar el reflujo gastroesofágico
Seguir una buena alimentación es una de las claves para tratar el reflujo gastroesofágico. Aunque es necesario poner en práctica otros hábitos, mantener una dieta saludable puede garantizar el control del síntoma, sobre todo cuando tiende a ser recurrente.
Esta condición se desarrolla cuando los ácidos estomacales consiguen retornar hacia el esófago y la boca debido a un debilitamiento del esfínter esofágico. Se describe como una sensación de ardor a nivel del esternón, que puede acompañarse con dolor torácico y agruras.
Si bien suele ser leve, y rara vez conlleva otras patologías graves, es necesario prestarle atención para que no se convierta en un trastorno crónico. Por eso, además de seguir las recomendaciones médicas, es importante adoptar medidas preventivas con la dieta.
¿Cuáles son las causas de reflujo gastroesofágico?
La causa principal del reflujo gastroesofágico es la producción excesiva de ácidos gástricos. Estos jugos producen una inflamación y debilitamiento del músculo que rodea la parte inferior del esófago (esfínter esofágico), lo cual permite su paso hacia la parte superior.
Factores de riesgo
- Hernia de hiato.
- Cirugía del esófago.
- Estado de embarazo.
- Inmadurez del cardias.
- Tomar café y bebidas estimulantes.
- Consumo de cigarrillo y alcohol.
- Ingerir comidas irritantes y picantes.
- Algunos medicamentos como la aspirina.
- Trastornos de tejido conjuntivo, como esclerodermia.
- Alteración de la capacidad de vaciamiento esofágico.
- Obesidad o sobrepeso (aumento de la presión intraabdominal).
Síntomas de reflujo gastroesofágico
Una fuerte sensación de ardor en el pecho, generalmente después de comer, es el síntoma común del reflujo gastroesofágico. Sin embargo, esta condición suele venir de la mano con otras incomodidades que se pueden prolongar por algunas horas.
- Tos crónica.
- Dolor en el pecho.
- Dificultad para deglutir las comidas.
- Regurgitación de alimentos o líquidos agrios.
- Sensación de tener un nudo en la garganta.
- Problemas del sueño (si el reflujo es nocturno).
Cómo tratar el reflujo gastroesofágico con la alimentación
Modificar los hábitos alimentarios es una medida que puede prevenir y tratar el reflujo gastroesofágico. No hay que ignorar que muchos casos se desencadenan por mantener una dieta poco saludable y rica en alimentos ácidos e irritantes. ¿Qué debes hacer?
1. Consumir jugo de aloe vera
Las propiedades calmantes y antiácidas del jugo de aloe vera pueden ayudar a tratar el reflujo gastroesofágico de forma natural, tal y como afirma un estudio publicado en Journal of Traditional Chinese Medicine. Esta bebida saludable neutraliza la acción de los ácidos en el sistema digestivo y ayuda a restablecer el pH alterado.
Entre otras cosas, tiene efectos antiinflamatorios y regenerativos que disminuyen la irritación del revestimiento estomacal para evitar complicaciones como las úlceras o gastritis. Sin embargo, se debe tomar con moderación, ya que actúa como laxante.
2. Limitar la ingesta de irritantes
Mantener una alimentación rica en alimentos irritantes es una causa habitual de este problema. Por eso, si el objetivo es combatirlo y evitar que reaparezca, es esencial limitar al máximo su ingesta. Los detonantes más populares son los siguientes:
- Lácteos enteros.
- Cítricos y tomate.
- Carnes embutidas.
- Harinas refinadas.
- Dulces y bollería.
- Condimentos picantes.
- Comidas enlatadas.
- Frituras y snacks de paquete.
- Carminativos como ajo y cebolla.
- Café y productos con cafeína.
- Mantequilla y grasas vegetales.
3. Comer cinco veces al día
El buen hábito de dividir las porciones para hacer cinco comidas al día también incide de forma positiva en el tratamiento de este síntoma. Esto permite disminuir las cantidades en cada plato para facilitar la digestión y mantener el control sobre la producción de ácidos.
4. Masticar bien
Se ha demostrado que comer despacio y masticar bien las comidas es determinante para tratar el reflujo gastroesofágico. Aunque muchos lo pasan por alto, tragar los alimentos muy enteros dificulta la digestión y altera la segregación de ácidos estomacales.
5. Ingerir alimentos probióticos
Los alimentos probióticos contienen ‘cultivos vivos’ de bacterias que ayudan a mantener un equilibrio del pH del estómago. Por ende, cuando hay una alteración de ácidos que produce reflujo, lo ideal, según la revista Nutrients, es aumentar su consumo como parte del tratamiento. Algunas opciones disponibles son:
- Kéfir.
- Chucrut.
- Yogur natural.
- Col fermentada.
- Fermentado de piña.
- Cebollas lactofermentadas.
6. Beber agua con limón en ayunas
La ingesta de agua tibia con limón en ayunas es uno de los remedios tradicionales para tratar el reflujo gastroesofágico. De hecho, desde siempre se ha recomendado como aliada para la digestión. Su efecto alcalino neutraliza los ácidos y hace más ligero el proceso de digestión.
7. Evitar comer antes de dormir
Uno de los errores de la dieta que son detonantes de reflujo ácido es el consumo de comidas copiosas e irritantes en las horas previas al descanso. Si bien puede parecer “inofensivo”, facilita el retorno de los ácidos a la boca y desencadena otras molestias digestivas.
Dado que el cuerpo permanece en una posición tumbada, los ácidos pueden subir con facilidad a través del esófago. Por eso, lo mejor es comer unas tres horas antes de ir a la cama y tomar solo alimentos livianos.
Maneja el reflujo gastroesofágico con la dieta
¿Sufres este síntoma de manera recurrente? No olvides que, además de seguir estos consejos, debes evitar el cigarrillo y el estrés. Si aun así sigue representando una molestia, consulta al médico para determinar si se debe a alguna causa subyacente.
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