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9 tipos de orina que podrían decir algo importante sobre la salud

7 minutos
Orina amarillo ámbar, rosada, turbia, espumosa o fétida son algunos signos que pueden indicarte cuestiones relevantes sobre tu salud. Aquí te lo contamos con más detalle.
9 tipos de orina que podrían decir algo importante sobre la salud
Carlos Fabián Avila

Revisado y aprobado por el médico Carlos Fabián Avila

Escrito por Equipo Editorial
Última actualización: 02 octubre, 2024

Al comprender cuáles son los diferentes tipos de orina y su significado obtendrás información importante sobre tu estado de salud. A través del color, el olor y otras características de esta, puedes precisar algunas cuestiones sobre tu dieta, si tienes un buen estado de hidratación y hasta posibles condiciones médicas.

Puede que notes que está más o menos amarilla, que tiene pigmentaciones rojas o rosáceas, que su olor es muy fuerte, o bien, que tiene mucha espuma. Interpretar estas y otras alteraciones en su apariencia es el punto de partida para saber si debes buscar atención médica. Por eso, a continuación, repasamos cada variación y qué distinciones pueden ser una señal de alerta.

1. Orina traslúcida o muy clara

Uno de los tipos de orina que puedes observar de manera habitual es la traslúcida o muy clara. De manera eventual, esta significa que estás ingiriendo suficientes líquidos. Sin embargo, puede ser la señal de una diuresis excesiva, que ocurre por la ingesta abundante de líquidos o el consumo de diuréticos.

En raras ocasiones, sobre todo cuando es persistente, puede ser indicativo de hiperhidratación. En esta condición, los niveles de sodio en la sangre pueden diluirse y provocar hiponatremia, que se manifiesta con síntomas como confusión, náuseas, dolores de cabeza y, en casos graves, convulsiones o coma.

La mayor parte de las veces, este color de orina no es motivo de preocupación. Aun así, considera acudir al médico, si es duradero o si experimentas los síntomas antes mencionados.

2. Orina amarilla

El color normal de la orina es amarillo claro o pálido; esto quiere decir que estás bien hidratado. Si notas que la orina tiene un amarillo más intenso, como ámbar o dorado, es posible que estés deshidratado.

Este cambio indica una mayor concentración de urocromo, que es el pigmento encargado de dar a la orina su color característico. Al disminuir la cantidad de líquido que consumes, este se acumula y la orina se vuelve más oscura.

Ahora bien, si lo que notas es una orina amarillo neón o brillante, puede ser que estés consumiendo más cantidad de vitaminas del complejo B. Esto suele ser inofensivo y dura solo mientras el riñón elimina la cantidad adicional del nutriente.

3. Orina marrón

La orina marrón oscuro es uno de los tipos de orina que merecen especial atención. Aunque a veces está causada por el consumo abundante de alimentos como el ruibarbo o los frijoles, o de medicamentos como el metronidazol y la nitrofurantoina, también puede ser indicativo de problemas de salud a nivel hepático o renal.

Su aparición puede deberse a trastornos del hígado que provocan un aumento de los niveles de bilirrubina; pero también ser señal de una condición médica llamada rabdomiolisis. Esta ocurre cuando el tejido muscular se degrada y su contenido se libera en sangre, generando lesiones a nivel renal.

En mínimos casos, un grupo de trastornos raros conocidos como porfiria derivan este color en la orina. En estos, hay una gran acumulación de porfirinas —unas sustancias esenciales para la producción de hemoglobina— en el cuerpo, lo que deriva síntomas como dolor abdominal, sensibilidad a la luz, alteraciones de la piel, presión arterial alta y problemas a nivel neurológico.

4. Orina roja o rosada

Una de las causas habituales de la orina roja o rosada es la presencia de sangre en la orina (hematuria), que puede ser la consecuencia de cálculos o lesiones renales, infecciones urinarias o la práctica de actividad física extenuante (hematuria por esfuerzo).

Los pigmentos de algunos alimentos como las remolachas, las moras, los arándanos y el ruibarbo también pueden teñir la orina de este color. Lo mismo ocurre con medicamentos como la rifampicina (Rifadin) y las antraciclinas (utilizadas en el tratamiento para el cáncer).

Si tienes orina de este color, evalúa si has consumido alguno de los alimentos antes mencionados. Si el síntoma persiste o se acompaña de ardor al orinar, fiebre, cambios en los hábitos de micción, dolor pélvico u otros, consulta al médico.

5. Orina naranja

En ocasiones, la orina de color naranja surge por la toma de medicamentos y suplementos como la isoniazida, la rifampicina, la vitamina B2 (rivoflavina) y la fenazopiridina (usada en el tratamiento de algunas infecciones urinarias). A veces, es el resultado del consumo abundante de remolachas, zanahorias y otros alimentos con pigmentos naranjas.

En menor medida, este color puede indicar la presencia de bilis en la orina, lo que sugiere problemas hepáticos. De ser así, es posible experimentar de forma simultánea otros síntomas como ictericia (coloración amarilla de la piel y ojos), fiebre y dolor abdominal. Asegúrate de consultar al médico.

6. Orina de color azul o verde

Uno de los tipos de orina menos frecuentes es la de coloración azul o verde. Esta suele ser el resultado de la ingesta de productos alimentarios —casi siempre dulces—, a los que se les ha añadido colorantes como el azul de metileno. Este también se emplea en pruebas médicas de los riñones o la vejiga.

Por otro lado, fármacos como la amitriptilina (utilizado para la depresión), la cimetidina (para las úlceras y reflujo ácido), el triamtereno (diurético) y la indometacina (para el dolor y la artritis), derivan esta tonalidad en la micción.

En última instancia, es posible presentar esta alteración a causa de hipercalcemia benigna familiar, una enfermedad genética poco frecuente; y por infecciones urinarias causadas por la bacteria Pseudomonas aeruginosa.

7. Orina lechosa o turbia

La orina con un aspecto lechoso o turbio está relacionada con una dieta alta en proteínas o estados de deshidratación severos. Estos pueden causar la acumulación de fosfatos o cristales de ácido úrico en la orina que, al no disolverse por completo, originan dicha turbidez.

En otros casos, puede ser que hay una infección en el tracto urinario, que deriva una respuesta inmunitaria que aumenta la presencia de glóbulos blancos en la orina. Comer alimentos abundantes en purinas, como carnes rojas, anchoas, arenque, entre otros, incide en esta alteración.

8. Orina espumosa

Es importante que consideres que la orina espumosa no siempre es un indicativo de un problema de salud. Casi siempre, aparece cuando estás bien hidratado o si aplicas mucha fuerza al orinar. De todos modos, si es algo excesivo o persistente, es mejor prestarle atención.

La presencia de una capa de espuma en la orina alerta de un exceso de proteínas en la dieta y problemas renales asociados a esto. Una carga alta de proteínas aumenta el trabajo de los riñones para filtrar los desechos metabólicos, lo que deteriora su función.

La deshidratación también es una causa probable, ya que la orina se concentra y, al expulsarse, las proteínas presentes en estas pueden crear burbujas. Ciertos medicamentos, como los diuréticos, el metotrexato y algunos antibióticos, también causan este particular cambio.

9. Orina con olor fuerte o fétido

Otra de las características de la orina que pueden ser señal de un problema de salud es su olor. Por lo general, ocurre en episodios de deshidratación, ya que los compuestos de la orina se concentran e intensifican su olor. También, puede ocurrir por el consumo de alimentos como los espárragos y las cebollas, aunque el olor es temporal.

En casos de mal olor persistente o fétido, la causa puede abarcar infecciones del tracto urinario. Las sospechas aumentan si se presenta con otros síntomas como ardor al orinar, fiebre, orina oscura y necesidad urgente de ir al baño.

Orina, más que un simple desecho

Como puedes ver, hay diferentes tipos de orina en función de factores como la dieta, el nivel de hidratación y la presencia de posibles enfermedades. Por eso, más que considerarla un desecho, lo idóneo es que la observes como un indicativo de tu salud. Características como su color, su olor o la presencia de espuma pueden ofrecerte pistas valiosas sobre lo que ocurre en tu cuerpo.

Y, aunque muchos de estos cambios son temporales y no representan un problema, conviene conocerlos y buscar atención médica oportuna, en especial, cuando se acompañan de otros síntomas como dolor, escapes involuntarios de orina, cambios en los hábitos de micción, ardor, fiebre, entre otros.


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