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9 causas de la fosfatasa alcalina baja

7 minutos
El hipotiroidismo, las carencias nutricionales y la resistencia a la insulina son causas de la fosfatasa alcalina baja en la sangre. La única forma de diagnosticarla es mediante una prueba de laboratorio.
9 causas de la fosfatasa alcalina baja
Leonardo Biolatto

Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto

Última actualización: 21 diciembre, 2024

La fosfatasa alcalina (FA) es una enzima del cuerpo que participa en distintos procesos del metabolismo. Se encuentra en casi todos los tejidos, pero de forma más concentrada está en el hígado, los huesos, la placenta y los intestinos.

Para medirla hay que realizar un análisis de sangre. En general, no se requiere preparación especial para el mismo y los médicos lo suelen solicitar para diagnosticar y monitorear enfermedades del hígado y de los huesos.

Los rangos de fosfatasa alcalina en la sangre oscilan entre 20 y 140 unidades internacionales por litro (UI/L) en los adultos. Tenerlo en menos de 20, significa que los niveles están bajos. Sin embargo, este intervalo normal depende del laboratorio que realiza la prueba, por lo que algunos establecimientos consideran normal entre 44 y 147 UI/L, mientras que otros proponen 30 a 120 UI/L.

No hay síntomas específicos de FA baja. La única forma de diagnosticarla es con el análisis sanguíneo y, a continuación, te explicamos las causas más frecuentes de esta condición.

1. Hipotiroidismo

El hipotiroidismo puede ser una de las causas de los niveles bajos de fosfatasa alcalina. Esta enfermedad se caracteriza por una disminución en la producción de hormonas tiroideas, lo que afecta al metabolismo del hueso y a la función del hígado. El metabolismo más lento en estos órganos ocasiona reducción de la enzima.

Algunos síntomas del hipotiroidismo son la fatiga, el aumento de peso, la sensibilidad al frío y la piel seca. Si se confirma el diagnóstico, el tratamiento consiste en la administración de levotiroxina, una forma sintética de la hormona tiroidea T4. Una vez que se normalizan los niveles hormonales, se restauran los niveles adecuados de FA.

2. Deficiencia de nutrientes

Entre los nutrientes cuya deficiencia se asocia con la disminución de la enzima se encuentran los siguientes:

  • Zinc: su carencia afecta a varias enzimas y no solo a la fosfatasa alcalina.
  • Vitamina C: importante para la salud ósea y el metabolismo del colágeno.
  • Magnesio: es un mineral que participa en distintos procesos del metabolismo.
  • Vitamina B6: involucrada en el metabolismo de los aminoácidos y en la producción de neurotransmisores.
  • Ácido fólico: esencial para la síntesis del ADN y la división celular, que son procesos muy activos en el hígado y en los huesos.
Las personas con anorexia nerviosa suelen tener fosfatasa alcalina baja por la combinación de una ingesta reducida y un proceso metabólico alterado en el tejido de los huesos.

Si se identifican deficiencias específicas de alguno de estos nutrientes, se puede considerar la toma de suplementos vitamínicos, siempre bajo supervisión médica. Además, será de ayuda llevar una dieta complementaria para reforzar el micronutriente faltante:

  • Carnes rojas, mariscos y legumbres para el zinc.
  • Frutas cítricas, fresas y pimientos para la vitamina C.
  • Frutos secos, semillas y granos enteros para el magnesio.
  • Carnes, pescados y productos lácteos para la vitamina B6.
  • Vegetales de hojas verdes y legumbres para el ácido fólico.

3. Anemia perniciosa

La anemia perniciosa es una condición que se produce por la incapacidad del cuerpo para absorber suficiente vitamina B12. Sin la cantidad adecuada del nutriente, se afecta la producción de glóbulos rojos. Además, la misma vitamina juega un papel crucial en el metabolismo de los huesos, lo que termina por modificar la concentración de fosfatasa alcalina en la sangre.

El tratamiento para la anemia perniciosa consiste en la administración de inyecciones intramusculares de vitamina B12. Se prefieren los inyectables por sobre la forma oral, ya que en estos pacientes está alterada la absorción intestinal.

4. Esteatosis hepática

El también llamado hígado graso consiste en la acumulación excesiva de grasa en las células del hígado. Esta enfermedad no tiene síntomas en sus etapas iniciales, pero puede progresar a cirrosis.

La acumulación de grasa en el hígado afecta la función hepática. Los niveles de fosfatasa alcalina pueden estar bajos, debido a la dificultad que tiene el órgano para completar su metabolismo. Al contrario, en etapas avanzadas de la esteatosis, es más común observar elevaciones en las enzimas.

El tratamiento implica una dieta equilibrada y baja en calorías, que limite el consumo de grasas saturadas y azúcares simples. También se recomienda actividad física moderada. Aunque no existen fármacos para el abordaje, se están investigando terapias.

5. Enfermedad de Crohn

La enfermedad de Crohn es una enfermedad inflamatoria intestinal (EII) crónica. Aunque típicamente se asocia con niveles elevados de FA durante los episodios de inflamación, hay ciertas circunstancias en las que sucede lo contrario. Por ejemplo, cuando aparecen complicaciones por daño en el hígado.

También los pacientes pueden experimentar malnutrición y problemas de absorción, debido a la inflamación. Ello contribuye a las deficiencias nutricionales que ya mencionamos antes.

El tratamiento es complejo. Se suelen combinar medicamentos antiinflamatorios, como los aminosalicilatos, con inmunomoduladores y terapias biológicas.

6. Resistencia a la insulina

La resistencia a la insulina es una condición en la que las células del cuerpo no responden adecuadamente a la insulina. La consecuencia directa son niveles elevados de azúcar en la sangre.

A menudo, esta situación se acompaña de un estado de inflamación crónica en todo el cuerpo. Por lo tanto, suele haber afectación del hígado y, en ciertos pacientes, hígado graso o esteatosis hepática. Ello contribuye a que la fosfatasa alcalina baje.

Los cambios en el estilo de vida son esenciales para manejar la resistencia a la insulina. Se debe modificar la dieta y practicar ejercicio de modo regular.

7. Hipofosfatasia

La hipofosfatasia o HPP es una enfermedad metabólica rara, caracterizada por una deficiencia en la actividad de la fosfatasa alcalina. Se trata de un problema genético, causado por mutaciones en el gen llamado ALPL.

Las personas con HPP padecen lo siguiente:

  • Fracturas a repetición.
  • Deformidades esqueléticas.
  • Pérdida prematura de dientes y caries severas.
  • Complicaciones respiratorias por malformaciones en el tórax.

El tratamiento es muy complejo. Se usa una terapia enzimática sustitutiva con una sustancia que reemplaza la actividad de la fosfatasa alcalina faltante.

8. Anticonceptivos hormonales

Los anticonceptivos hormonales combinados pueden influir en los niveles de fosfatasa alcalina. Esto se debe a que pueden alterar el metabolismo en el hígado.

El efecto es más pronunciado en mujeres que ya tienen niveles bajos de la enzima por otras condiciones. También en aquellas que toman fármacos asociados a la FA baja, como amoxicilina, clindamicina, antidepresivos tricíclicos y metformina.

En casos en los que se detecten niveles muy bajos de fosfatasa alcalina por anticonceptivos, podría ser necesario cambiar el tipo de método utilizado. También habrá que considerar alternativas que tengan menos contenido hormonal o solo progestágenos.

9. Leucemia mieloide crónica (LMC)

La LMC es un tipo de cáncer que afecta a las células madre hematopoyéticas de la médula ósea. Provoca una producción anormal de glóbulos blancos, lo que, secundariamente, modifica las concentraciones de fosfatasa alcalina.

Esta disminución de FA en pacientes con leucemia mieloide crónica es un indicador importante del estado general y de la respuesta al tratamiento. Los médicos analizan este valor para saber si hay buen o mal pronóstico de la enfermedad.

¿Qué puedo hacer para subir mi fosfatasa alcalina baja?

En general, no hay medidas concretas ni remedios caseros que te ayuden a subir la fosfatasa alcalina. El tratamiento principal consiste en abordar de manera directa la causa subyacente, ya sea hipotiroidismo, hígado graso, enfermedad de Crohn o cualquiera de las otras que te nombramos.

De todas maneras, puedes poner en práctica hábitos que equilibran el metabolismo de tu hígado, como los siguientes:

  • Comer alimentos proteicos, como carnes magras, pescado, huevos, legumbres y lácteos.
  • Priorizar frutas y verduras, ricas en vitaminas y minerales.
  • Hacer ejercicio regular, tanto aeróbico como de fuerza.
  • Mantenerte hidratado durante el día.

El uso de suplementos alimenticios debería reservarse solo para una deficiencia diagnosticada médicamente. En ese caso, será un profesional de la salud quien te prescriba el adecuado para tu situación.

¿Quiénes deben estar atentos a la fosfatasa alcalina?

El análisis de sangre para medir la fosfatasa alcalina no es una prueba de rutina. Los médicos lo solicitan cuando hay sospechas firmes de un problema metabólico, hormonal, en los huesos o en el hígado.

Es importante recordar que no hay síntomas puntuales de la FA baja. Por lo tanto, será investigada solo en algunos pacientes y en el contexto de un problema de salud que lo justifique.

Aunque no es una enfermedad en sí misma, su deficiencia es un indicador de mal pronóstico para la leucemia mieloide crónica, una señal de esteatosis hepática incipiente y un elemento de evaluación para algunos tipos de cáncer. Por ello, solo un especialista puede interpretar los resultados y proponer un abordaje adecuado.


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