Absceso cerebral: diagnóstico y tratamiento
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Un absceso en cualquier parte del cuerpo es algo que siempre causa preocupación cuando nos lo comentan por primera vez y no sabemos cómo actuar al respecto. Para combatir esa preocupación y ese miedo a lo desconocido, a continuación te vamos a comentar de qué se trata el absceso cerebral.
Generalidades sobre el absceso cerebral
Un absceso cerebral es una acumulación de pus que se localiza en el cerebro. Se forma cuando las bacterias de una infección de otra parte de la cabeza, del torrente sanguíneo o de una herida, llegan a este órgano.
Suele acumularse líquido en el tejido alrededor de un absceso cerebral. Como consecuencia, el tejido cerebral circundante se inflama y aumenta la presión intracraneal. Cuanto mayor sea el absceso, mayor es la hinchazón y la presión.
Si el absceso cerebral tiene pérdidas o se rompe y el pus penetra en el líquido cefalorraquídeo, que fluye por los tejidos que cubren el cerebro y la médula espinal, se produce una meningitis. Esta patología puede alterar la función neurológica por la inflamación y todas las consecuencias que esto genera.
La diferencia entre el absceso cerebral y la encefalitis radica en que en esta última no se forma cápsula fibrosa. Por otra parte, la epidemiología ha variado en los últimos años en relación con el uso y la creación de nuevas vacunas, entre las que destacan la vacuna contra Haemophilus influenza tipo B.
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Diagnóstico de un absceso cerebral
Se pueden realizar distintos estudios que nos van a acercar cada vez más al diagnóstico y etiología para que el médico defina el tratamiento a seguir. Entre las técnicas que disponemos hoy en día se encuentran las siguientes:
- Exámenes complementarios generales: suelen ser de poca ayuda e inespecíficos.
- Punción lumbar: está contraindicada cuando se sospecha de una lesión focal con efecto de masa. Sus resultados suelen ser poco específicos.
- Tomografía computarizada: ha demostrado gran valor diagnóstico, pues permite corroborar una correspondencia con el estado clínico e instaurar el tratamiento según la fase que corresponda. Esta técnica también es un buen estudio para hacer seguimiento de la evolución de la patología tras la implantación del tratamiento.
- Resonancia magnética: es el estudio por imagen de elección en el diagnóstico del absceso cerebral. Es mucho más sensible que la tomografía computarizada, ofrece muchas ventajas en la detección de la cerebritis temprana, edema y mejor diferencia entre las zonas de inflamación y demás estructuras afectadas.
- Gammagrafía: es una prueba que marca radiactivamente algunas células. Estas células se acumulan en el foco de la inflamación, diferenciando así el absceso cerebral de otras causas de masa cerebral.
- Tomografía por emisión de fotón único: es un estudio que ha demostrado eficacia en pacientes con SIDA para la diferenciación entre el linfoma cerebral primario y lesiones cerebrales infecciosas.
- Biopsia.
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¿Qué tratamiento se utilizan?
El tratamiento incluye procedimientos neuroquirúrgicos destinados al drenaje del absceso, además del uso de medicamentos para reducir la inflamación y el tamaño de la lesión. Los antibióticos y los corticoides son algunos de los ejemplos.
Antibióticos
Se ha descrito un esquema triple para enfrentarse a los principales agentes implicados usando vancomicina, ceftriaxona y metronidazol. Las cefalosporinas de tercera generación y el metronidazol tienen un espectro antimicrobiano y una penetración al sistema nervioso central adecuados, por lo que son útiles para la mayor parte de infecciones asociadas a esta patología.
Corticoides
El uso de estos fármacos para tratar la patología es polémico, pues no existen estudios randomizados que avalen su eficacia en este contexto. Se administran glucocorticoides cuando existe un edema vasogénico en torno al absceso, un efecto de masa y un aumento de la presión.
Esto indica que podrían utilizarse solo en la fase aguda de la enfermedad para el manejo de la hipertensión endocraneana. No obstante, el uso de estos medicamentos también puede ser útil para el control del edema posoperatorio a juicio del neurocirujano.
Una patología compleja que requiere atención médica
Debido a las posibles complicaciones que pueden generarse, los pacientes con síntomas compatibles con un absceso cerebral deben acudir cuanto antes a un servicio de urgencias para valoración especializada. Mientras más temprano se instaure el tratamiento, mejores son las probabilidades de éxito.
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