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Actividades y ejercicios para niños con dislexia
Los niños con dislexia pueden verse afectados en la lectura y el desempeño académico general. En este artículo te explicamos algunas pautas de actuación para ayudarlos a mejorar al respecto.

Los niños con dislexia no presentan un retraso cognitivo en comparación con los demás de su edad. Pero dado que el dominio de la lengua escrita es fundamental en el entorno escolar, este trastorno puede suponer una desventaja académica.
La dislexia es una incapacidad para leer de manera correcta. A veces se confunden los órdenes de las palabras o de algunas letras, lo que representa frases inconexas en el cerebro del niño que intenta interpretar los textos.
En el presente artículo te explicamos algunas actividades y ejercicios relacionados con aspectos claves del lenguaje escrito. Con la práctica de estos, se pretende ayudar a los niños con dislexia a mejorar su desempeño en la lectura.
Ejercicios de la conciencia fonémica
Existen diversos tipos de dislexia. En la fonológica hay un mal funcionamiento de la relación sonido-grafía. Para compensarlo, se usa la guía visual para leer, de manera exclusiva. Esto quiere decir que la persona trata de aprender la palabra de memoria por su imagen, no por su escritura.
Sin embargo, al usar la ruta visual se presentan errores. Así, una palabra nueva puede ser tomada por otra conocida, cuya escritura se parezca, como duda por buda. También se incurren en errores derivativos. Por ejemplo, puede pasar que se lea la palabra ofrece (que es más común) en lugar de ofrezca (menos frecuente).
Para abordar estos casos se desarrollan actividades para la conciencia fonológica. De esta manera, se ayuda a que los los niños con dislexia aprendan a percibir los sonidos que hay en cada palabra y la importancia que los mismos tienen.
Estos ejercicios pueden variar según el nivel de lectura de la persona:
- En niños no alfabetizados se recomiendan actividades con rimas y juegos, haciendo comparaciones de sonidos, identificando si en una palabra se encuentra determinado fonema.
- Con niños ya escolarizados se pueden realizar actividades en las que se omitan grafías, se sustituyan, se cambie el orden en la sílaba o se inviertan los sonidos dentro de la palabra. Sustituir o quitar sonidos dentro de las sílabas para formar palabras nuevas también es una modalidad válida.
Cuanto antes se comience a desarrollar esta conciencia fonológica, mejor. Todo esto ayuda a la discriminación visual y auditiva y al establecimiento de la correspondencia grafía-fonema. Incluso, beneficia a aquellos que no presentan dificultades en la lectura.
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Ejercicios de la conciencia silábica para niños con dislexia
Los sonidos, dentro del lenguaje, no funcionan aislados, sino de manera doblemente articulada. Primero conformamos sílabas, luego palabras, por último oraciones y frases.
Por tanto, en un siguiente nivel, una vez se consolida la conciencia fonética, se deben desarrollar actividades para que los niños con dislexia comprendan que las sílabas son combinaciones de sonidos y las palabras están formadas por las mismas.
Sin embargo, en algunos casos puede haber dificultades con sílabas trabadas: dre-ble-trans. Adicionalmente, se presentan complicaciones derivadas de la complejidad y longitud de las palabras.
Para el desarrollo de la conciencia silábica se pueden realizar actividades lúdicas de diverso tipo, como las siguientes:
- Pronunciar o leer las sílabas de una palabra de manera desordenada.
- Palabras en flor, juegos de memoria y dominó con sílabas.
- Unir las sílabas inicial y final de de palabras diferentes para inventar nuevas.
- Adivinar palabras con sílabas omitidas al inicio, final o en medio.
- Inventar palabras con sílabas trabadas.
En estos juegos se utilizan apoyos visuales de diverso tipo, retirándolos en la medida que se produzcan avances.
Para saber más sobre el tema: ¿Cómo diagnosticar la dislexia?
Ejercicios de conciencia léxica
Es oportuno recordar que, cuando un niño se enfrenta por primera vez a la lengua escrita, su atención se concentra en los sonidos y las letras. La tarea de la escuela es que trascienda a los siguientes niveles: la palabra y la oración.
Sin embargo, en los niños con dislexia superficial el mal funcionamiento está en la ruta visual. Por lo tanto, concentran su atención en los segmentos más pequeños, usando la vía fonológica.
Esta lectura es lenta. Es como una traducción, paso a paso: identificar la letra, el sonido, reunirlos, armar la palabra. Mientras más largas sean las frases y oraciones, más difícil será. Por lo común, se pierden tanto la conexión con el inicio como el sentido global.
En las actividades que se sugieren para el desarrollo de esta conciencia en niños con dislexia se sigue un orden inverso al fonológico: se comienza con la frase u oración, luego la identificación de las palabras, posteriormente las sílabas, grafías o fonemas y luego se regresa en sentido menor a mayor.
Cada emisión, en cada nivel, se puede acompañar con una marca rítmica: palmadas, golpes en el suelo o con algún instrumento. Se trabaja con actividades más complejas posteriormente: dictado de sílabas para reconstruir palabras y frases o usando imágenes y textos, palabras que tengan sentido al separarlas (alga-rabia), entre otros.
Expectativa de los niños con dislexia
Los niños con dislexia pueden tener dificultades no solo con la lectura, sino problemas de aprendizaje en general, derivados de la poca comprensión de los textos escritos. A menudo, esto también se traduce en un bajo nivel de atención dentro de la clase.
Asimismo, manifiestan ansiedad, estrés, ira, baja autoestima y tendencia al aislamiento. No es una norma general, pero es responsabilidad de los adultos (padres, cuidadores y educadores) apoyarlos para llegar a los objetivos sin frustración.
Si bien es cierto que la dislexia como tal no tiene cura, diagnósticos e intervenciones a tempranas edades suelen traer buenos resultados. El apoyo emocional de los padres, así como psicopedagógico de un tutor especializado, son primordiales en tal sentido.
Graduado en Lengua y Literatura por la Universidad de Córdoba y Magíster en Lectura y Escritura de la misma institución. Ha ejercido como profesor en la Facultad de Ciencias de la Educación (específicamente en la carrera de Psicopedagogía) y en el Área de Estudios de Postgrado, así como en distintas instituciones de educación superior del país: UAM, UJAP, UPEL, UNEFA, IUTI, CUAM, UNEY. Ha sido docente en las carreras de Psicopedagogía, Ciencias del Deporte y Ciencia y Cultura de la Alimentación y Coordinador de Investigación y Formación en una Organización Psicoeducativa y Psicopedagógica Internacional, trabajando con niños que presentan trastornos del neurodesarrollo. Ha sido coordinador del programa de lectura y escritura de la Secretaría de Educación del Gobierno del estado Carabobo y Coordinador de Investigación y formación de la Organización Psicoeducativa TAEO. Ha publicado varios libros de relatos como Pretextos y Alba para dos ciegos y otras maniobras. Por su trabajo como escritor ha sido galardonado en diversos certámenes literarios.