Agranulocitosis: síntomas y tratamientos

La agranulocitosis puede provocar infecciones frecuentes, fiebre, escalofríos y otros síntomas inespecíficos.
Agranulocitosis: síntomas y tratamientos
Sara Viruega

Revisado y aprobado por la farmacéutica Sara Viruega.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 julio, 2023

La agranulocitosis es una enfermedad de la sangre. Consiste en la disminución de granulocitos en sangre. Los granulocitos son células presentes en nuestra sangre, que se encargan principalmente de combatir las infecciones.

Existen tres tipos de granulocitos:

  • Neutrófilos.
  • Eosinófilos.
  • Basófilos.

La agranulocitosis también se denomina neutropenia o granulocitopenia. Según la definición más extendida, se produce cuando el número de neutrófilos es menor a 1.000 – 1.500 células por milímetro cúbico de sangre.
Es una patología poco frecuente, pero potencialmente grave. En este artículo te explicamos en qué consiste y cuáles son sus síntomas.

¿Por qué se produce la agranulocitosis?

Como hemos mencionado, la agranulocitosis consiste en que el número de neutrófilos en sangre disminuye. Esto puede ocurrir por dos causas:

  • Granulopoyesis ineficaz. Se refiere a un fallo en el proceso de creación de los neutrófilos, que tiene lugar en la médula. Por ello, cualquier alteración medular puede causarlo. Por ejemplo, puede darse en la anemia aplásica o en la leucemia.
  • Destrucción precoz o uso de los neutrófilos. Si esto ocurre con más rapidez de lo que la médula puede generar nuevos neutrófilos, se da agranulocitosis.

Los neutrófilos son células encargadas de combatir las infecciones bacterianas. Por ello, su sobreuso se da en esas situaciones. Por otro lado, la destrucción precoz puede darse por ciertos medicamentos, como el metamizol. También por radiaciones o procesos autoinmunes.

De esta forma, podemos decir que la etiología de la agranulocitosis puede ser:

  • Genética, cuando la producción de las células está alterada por un problema en los genes.
  • Congénita.
  • Adquirida. Aquí englobamos la agranulocitosis por fármacos o consecuencia de neoplasias.
Leucemia
La disminución de granulocitos en la sangre puede ser genética, congénita o adquirida y requiere de tratamiento profesional.

¿Cómo la clasificamos?

La gravedad de la agranulocitosis se clasifica según el número de neutrófilos en sangre. De esta manera, puede ser:

  • Leve: número de neutrófilos es menor a 1.000 – 1.500 células /milímetro cúbico de sangre.
  • Moderada: es inferior a 500 – 1.000 células /milímetro cúbico de sangre.
  • Grave: número de neutrófilos es menor a 500 células /milímetro cúbico de sangre.

Síntomas de la agranulocitosis

Esta patología no tiene síntomas específicos. De hecho, puede incluso pasar desapercibida. Algunos de los signos más comunes son:

  • Fiebre mayor a 38 °C. Suele acompañarse de escalofríos y sudor.
  • Tos y disnea.
  • Debilidad y fatiga.
  • Llagas en la boca y úlceras vasculares.
  • Molestias al orinar.
  • Vómitos y diarrea.

En el caso de la mujer, puede darse un cambio en las secreciones vaginales. Lo importante es saber que el paciente sufre infecciones con mayor frecuencia. Además, suele tratarse de infecciones poco usuales.

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¿Cómo se diagnostica?

Los médicos sospechan esta patología cuando, como hemos dicho, se padecen infecciones frecuentemente. En primer lugar, se realiza un análisis de sangre. En él aparecerá un número bajo de granulocitos. Además, se puede examinar la médula ósea mediante una biopsia o aspiración.

Otras pruebas que sirven para llegar al diagnóstico son:

  • Análisis de orina o de otros fluidos. De esta forma, se pueden encontrar agentes infecciosos si la persona tiene fiebre.
  • Pruebas genéticas
  • Exámenes de anticuerpos. Son útiles para descartar una causa autoinmune.
Tubo de muestra de sangre
A través de exámenes de anticuerpos en la sangre se puede saber si alguien padece de agranulocitosis.

Tratamiento de la agranulocitosis

El tratamiento depende de la causa y de la gravedad del caso. De esta manera, si la causa es farmacológica, es necesario retirar el medicamento que lo produce. Si no se puede, lo ideal es escoger otro fármaco. Además, se deben realizar análisis de sangre de control.

En caso de que haya infección, el paciente debe tomar antibióticos. La estrategia más extendida es tomar antibióticos contra los microorganismos más comunes. Cuando la agranulocitosis se debe a un trastorno autoinmune, los corticosteroides dan buenos resultados.

Además, en la actualidad existen tratamientos más específicos, como por ejemplo:

  • Transfusión de leucocitos.
  • Factor estimulante de colonias de granulocitos (G-CSF). Es un método que estimula la médula ósea para que produzca más granulocitos. Es especialmente efectivo en personas cuya agranulocitosis se debe a la quimioterapia.
  • Trasplante de médula ósea. Se reserva para los casos en los que las otras medidas no han funcionado. La médula ósea sana puede producir granulocitos sanos. Sin embargo, es complicado encontrar donantes compatibles.

En conclusión

La agranulocitosis es una patología sanguínea compleja. Es necesario acudir al médico si sufres infecciones con frecuencia. También si sientes debilidad, fiebre o cualquier otro síntoma mencionado. El médico realizará los exámenes pertinentes y establecerá el tratamiento necesario.


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