¿Cómo ahorrar en calefacción?
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La calefacción es un sistema que se usa para calentar un lugar. Se usa durante los inviernos en sitios muy fríos. Por lo tanto, si vives en una zona con estas características, te estarás preguntando cómo ahorrar en calefacción y no abultar las cuentas durante el período invernal.
Si bien la calefacción es necesaria, el 67% del total de la energía que se consume en un hogar se usa para calefacción y agua caliente. De modo que, para reducir las facturas y ayudar al ambiente, es necesario que aprendas cómo ahorrar en calefacción.
¿Apagar la calefacción cuando no esté en uso o mantener una temperatura constante?
Apagar el sistema de calefacción gasta más que dejarlo encendido. Al apagarlo y prenderlo el radiador debe iniciar todo el proceso de nuevo y eso consume más energía.
La recomendación de uso es dejarlo en una temperatura constante y apagarlo cuando vayas a salir de casa por largas horas, como para ir al trabajo. También puedes apagarlo al ir a dormir, ya que estarás arropado y una temperatura entre 15 y 17 grados centígrados es suficiente para el descanso.
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8 consejos para ahorrar en la calefacción
Es posible que aprendas a ahorrar en la calefacción y evites asustarte con la factura de la electricidad o del gas. Te damos 8 consejos para mantenerte caliente durante el invierno sin arruinar la economía familiar. No le temas más al invierno.
1. Apóyate en la luz solar
El sol puede ser útil durante el invierno. Mantén las persianas abiertas en las horas diurnas para que los muebles y el piso absorban el calor.
Cuando el sol se esconda, cierra las persianas para que el calor no salga. Aparte de generar calor, también dará luz y evitará que tengas que encender los bombillos, añadiendo un gasto adicional.
2. Usa cortinas y persianas
Si no tienes un cristal grueso en tus ventanas, lo recomendable es usar cortinas y persianas. Estas actúan como una especie de manto o barrera contra el frío que pueda entrar por allí. El vidrio tiende a enfriarse muy rápido, por lo que es conveniente usarlas de noche.
3. Pon un sistema de aislamiento térmico en las ventanas
El aislamiento térmico se define como la capacidad de controlar la transmisión de calor cuando no debe exceder ciertos límites. De modo que, en estos casos, lo recomendable es instalar un aislante. Puedes hacerlo en casa con algunos materiales, como el plástico burbuja.
Para usar este plástico como aislante recorta un trozo del tamaño de la ventana. Con ayuda de un atomizador de agua aplica una capa fina de agua en el cristal y luego adhiere el plástico con las burbujas mirando hacia ti. El agua hará que se adhiera a la ventana.
4. Instala un termostato
El termostato es un aparato que se conecta a una fuente de calor o frío y permite regular la temperatura de forma automática, manteniendo siempre una constante de poca variación. Con el paso del tiempo se inventaron los termostatos programables y digitales, así que pueden mantener una temperatura en distintos niveles, según la hora.
5. No cubras el sistema
No le pongas muebles cerca o ropa encima a los sistemas de calefacción. Al hacerlo trabaja más todo el mecanismo y consume mayor energía.
6. Hazle mantenimiento al sistema de calefacción
Aparte de alargar la vida útil del sistema de calefacción, un buen mantenimiento ahorra dinero porque el rendimiento aumenta. Reduce entre un 10 % y 20 % el consumo energético.
7. No calientes habitaciones vacías
Si es posible, distribuye el calor hacia las zonas habitadas de la casa. Porque, ¿para qué lo necesitas en estancias que no usas? Si usas menos calor gastarás menos dinero.
8. Compra un sistema que garantice eficiencia energética
La eficiencia energética se refiere a cuánta energía consume un electrodoméstico. Existe una clasificación para establecer la capacidad de un dispositivo de realizar todas sus funciones con el menor consumo de energía posible:
- Consumo muy eficiente: A+++, A++ y A+.
- Consumo moderado: A y B.
- Consumo menos eficiente: C y D.
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Ahorrar en calefacción para mejorar la economía y cuidar el medio ambiente
Se aconseja buscar un electrodoméstico que cumpla con el consumo eficiente y reduzca tu factura al mínimo. Estos aparatos suelen ser más costosos que los que consumen más, pero a largo plazo te ahorrarás una gran suma de dinero.
Así que, si tienes la oportunidad de invertir en un sistema de calefacción que te sea eficiente y reduzca su impacto en el medio ambiente, hazlo. Es una decisión consciente.
Otras formas de ahorrar en calefacción consisten en usar el agua caliente solo para la ducha y no para todo el baño, por ejemplo. Así también, cerrar el grifo cuando no lo estés usando. Recuerda que con esto no solo reducirás los costos en tu bolsillo, sino que disminuyes tu huella ambiental.
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