La alimentación en las enfermedades crónicas
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Las enfermedades crónicas se caracterizan por no poseer una cura, sino que se prolongan en el tiempo. En muchas ocasiones se desconoce su fisiopatología, las causas que las producen o, como mínimo, la solución.
Esto no quiere decir que no exista un modo de tratamiento que consiga paliar los síntomas, para facilitar la vida de quien padece esta clase de patologías. De hecho, muchas veces los mismos pacientes son buenos elaboradores de ciertas intervenciones dietéticas.
El objetivo de la alimentación en este tipo de situaciones es reducir los niveles de inflamación, estrés oxidativo y dolor. Para ello se eligen como prioritarios una serie de alimentos ricos en fitonutrientes, vitaminas y minerales. Además, cabe destacar la necesidad de restringir los alimentos capaces de promocionar los procesos inflamatorios.
Alimentos antiinflamatorios en las enfermedades crónicas
Uno de los nutrientes que goza de especial relevancia dentro del tratamiento dietético de las enfermedades crónicas es el ácido graso omega 3. Esta clase de lípidos son capaces de reducir los marcadores de inflamación del organismo, al tiempo que mejoran el perfil lipídico del individuo, tal y como afirma un artículo publicado en la revista Biochemical Society Transactions.
Es posible encontrar estas grasas en productos como los pescados azules, los aceites vegetales crudos, las semillas o el aguacate. Su consumo debe ser regular para garantizar el efecto modulador de dichos nutrientes sobre los mecanismos de retroalimentación inflamatorios.
Para saber más: 5 fuentes vegetales de ácidos grasos omega 3
Fitonutrientes contra el dolor en las enfermedades crónicas
Oros compuestos capaces de incidir en el manejo de este tipo de enfermedades crónicas son los fitonutrientes. Se trata de sustancias de carácter orgánico presentes, sobre todo, en los vegetales.
Cuentan con la capacidad de modular la inflamación y de reducir el estrés oxidativo. Así lo indica un estudio publicado en la revista Oxidative Medicine and Celullar Longevity. Los fitoquímicos son capaces de reducir el daño celular y, por lo tanto, prevenir el envejecimiento.
Además, inciden en algunas vías fisiológicas que se encargan de modular el dolor y la sensibilidad del sistema nervioso. Por este motivo son de especial importancia en el manejo de las enfermedades crónicas. Es fundamental incluir en la dieta alimentos del reino vegetal de forma frecuente.
Lee también: Tipos de envejecimiento
Suplementos que pueden ser de utilidad
Un ejemplo de suplemento es la melatonina. Esta hormona se encarga de modular los ciclos circadianos del sueño y aumenta la calidad del descanso. Presenta un marcado carácter antioxidante y se relaciona con la prevención de enfermedades metabólicas y neurodegenerativas. Incluso, es capaz de paliar el dolor en patologías crónicas como la fibromialgia, aunque para ello han de usarse dosis elevadas.
Otro ejemplo son los probióticos. La salud de la microbiota se relaciona con la protección frente al desarrollo de enfermedades crónicas y complejas. Para minimizar el riesgo de disbiosis intestinal, se puede recurrir al uso de suplementos de pro y prebióticos. De este modo se mejora la diversidad de la flora y, con ello, el estado de salud.
Mejora la dieta para manejar las enfermedades crónicas
Las patologías de tipo crónico no cuentan con una cura. Pero sí que es posible manejarlas desde el punto de vista farmacológico y dietético. Para ello, es clave enfatizar la ingesta de alimentos con capacidad antiinflamatoria y antioxidante. Estos productos son capaces de incidir en la percepción del dolor y en la reducción del daño celular.
Por otra parte, es posible recurrir a la utilización de suplementos dietéticos. Algunos de ellos, como la melatonina o los probióticos, reducen el riesgo y regulan síntomas agresivos de la cronicidad, como el dolor.
No obstante, es necesario elegir correctamente el producto. Antes de consumir cualquier complemento o suplemento, se recomienda visitar a un especialista, para que este ratifique la necesidad de su ingesta y paute el modo correcto de llevarla a cabo.
Recuerda que una dieta variada y saludable, junto con la práctica de ejercicio físico de manera regular, resulta el mejor modo de prevenir el desarrollo de enfermedades. El estilo de vida saludable es la llave para una existencia de calidad y equilibrada.
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