Alimentación para la fibromialgia
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El papel que desempeña la alimentación en la fibromialgia sigue siendo tema de investigación. De hecho, la enfermedad en sí misma aún está llena de incóginas. No se conoce a ciencia cierta su fisiopatología y tampoco su tratamiento. Sin embargo, sí que se sabe que existen ciertos hábitos a nivel dietético que pueden facilitar su manejo.
Llevar a cabo una dieta saludable, con alimentos que contengan antioxidantes y sustancias con capacidad antiinflamatoria, contribuye a reducir el dolor crónico y el estado de fatiga. Por este motivo, es fundamental prestarle especial atención tanto a la nutrición como a los hábitos de vida de este tipo de pacientes.
¿Cómo debe ser la alimentación para la fibromialgia? En esta oportunidad queremos compartir algunos de los ajustes positivos que se pueden hacer en la alimentación de las personas con esta enfermedad. La mayoría están avalados por la comunidad científica y pueden contribuir a mejorar la sintomatología.
Alimentación para la fibromialgia: melatonina
La melatonina es la hormona encargada de regular los ciclos del sueño. Se relaciona de manera positiva con la calidad del descanso. Además, también se utiliza para mitigar los niveles de estrés.
En estudios recientes, como uno publicado en la revista International Journal of Molecular Sciences , se ha descubierto que grandes dosis de esta sustancia, en torno a 15 mg, son capaces de reducir el dolor crónico y la fatiga en pacientes con fibromialgia.
Por este motivo, se está empezando a recomendar la utilización de un suplemento de melatonina en muchos pacientes de fibromialgia. Solo hay que tener en cuenta que esta sustancia no se debe mezclar con fármacos antidepresivos, por posibles interacciones entre ellos.
Para saber más: 4 alimentos que contienen melatonina
Alimentos antiinflamatorios para reducir el dolor en la fibromialgia
Los cuadros de fibromialgia, a menudo, se caracterizan por una inflamación sistémica aumentada, que se manifiesta en forma de dolor crónico. Con el objetivo de paliar esta situación, se recomienda la práctica de ejercicio físico regular.
Además, en lo que a la dieta se refiere, es muy aconsejable introducir con cierta regularidad alimentos con carácter antiinflamatorio. Estos son los que contienen ácidos omega 3 en su composición, tal y como afirma un estudio publicado en la revista Biochemical Society Transactions.
Para alcanzar los requerimientos de este micronutriente, se aconseja aumentar la ingesta de pescados azules, frutos secos y aceites vegetales en crudo.
Del mismo modo, es necesario reducir el consumo de aquellos productos procesados, con azúcares simples, ácidos grasos trans y omega 6. Esta clase de nutrientes tienen capacidades inflamatorias, lo que puede resultar contraproducente en pacientes de fibromialgia.
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Eliminar el alcohol y los refrescos
Tanto el alcohol como los refrescos son productos demasiado habituales en la dieta, que no aportan ningún beneficio. Al contrario, consiguen empeorar los marcadores relacionados con la salud metabólica.
Asimismo, son capaces de aumentar el estado de inflamación sistémica. Esto, en particular, resulta perjudicial en aquellos individuos que padecen una enfermedad de carácter inflamatorio y crónico.
Por este motivo, es preciso eliminarlos de la dieta. Los pacientes de fibromialgia tienden a ser sensibles a esta clase de alimentos, incluso en pequeñas cantidades. Además, el alcohol produce un cierto grado de deshidratación.
En personas con esta condición es conveniente mantener bajo control el balance hídrico, mediante la ingesta regular de agua fresca y no de otro tipo de productos de carácter industrial.
Alimentación para la fibromialgia: los ajustes son necesarios
La fibromialgia es todavía una patología sin cura. De todos modos, es posible un mejor control y manejo de la misma a través de hábitos de vida saludables. Tanto el ejercicio físico regular como el descanso son dos estamentos básicos a la hora de reducir la sintomatología de la enfermedad. Además, permiten aumentar la funcionalidad del paciente.
Para conseguir un sueño más reparador, puede resultar útil suplementar con melatonina. No obstante, las dosis habituales se quedan cortas en este tipo de situaciones. La bibliografía científica aconseja utilizar 15 mg para el tratamiento de esta patología.
Además, es necesario hacer una serie de cambios en la dieta. El objetivo de los mismos es reducir el estado de inflamación sistémica. Para ello, es conveniente incluir en la alimentación productos con ácidos grasos omega 3. Por otra parte, resulta crucial disminuir el aporte de grasas trans, azúcares y productos procesados.
Por último, es necesario mencionar la importancia de suprimir el alcohol y los refrescos en la alimentación de las personas que padecen fibromialgia. El primero promueve un estado de inflamación y de deshidratación.
En el caso de los refrescos, sus edulcorantes y aditivos pueden generar cambios negativos en la microbiota intestinal, que terminan por agravar el estado inflamatorio propio de este tipo de pacientes.
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