Aneurisma aórtico: todo lo que hay que saber
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Un aneurisma aórtico es, en términos generales, una anomalía en la arteria que en algunos casos puede llevar a la muerte. Sucede cuando hay un ensanchamiento anormal del vaso sanguíneo, lo cual implica un crecimiento en el diámetro de la misma, de un 40 % o más.
Uno de los aspectos complejos del aneurisma aórtico es que por lo general tiene un crecimiento lento y sin ningún síntoma, por lo cual no es fácil de detectar temprano. Muchas veces solo se conoce su existencia de manera accidental, cuando el paciente consulta por otro motivo.
No hay forma concreta de prevenir esta anomalía, pero un estilo de vida saludable, con dieta mediterránea y sin tabaco, suele ser una buena forma de evitar que aparezca o que crezca. El mayor riesgo del aneurisma aórtico es que se produzca una ruptura, ya que esto puede ser mortal.
¿Qué es un aneurisma aórtico?
Un aneurisma aórtico es una dilatación localizada en un punto definido de la arteria aorta, que surge y se mantiene en el tiempo. En general, aparece luego de que se ha producido un adelgazamiento y debilitamiento del vaso sanguíneo.
Esta anomalía puede aparecer en cualquier zona de la arteria, pero lo más habitual es que se presente en la aorta abdominal. Esta afección es más frecuente en hombres mayores de 60 años, que usualmente tienen antecedentes familiares de aneurisma, fuman y tienen factores de riesgo para enfermedad cardíaca.
El aneurisma llega a debilitar mucho la arteria, al punto que se llegue a la ruptura. En caso de que esto ocurra, se convierte en una emergencia potencialmente mortal. Solo un 20 % de los pacientes sobrevive a un evento como este.
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Tipos de aneurisma y síntomas
Existen tres tipos de aneurisma aórtico: abdominal, torácico y disecante. El aneurisma abdominal se ubica en la aorta del abdomen y suele medir más de siete centímetros. Es el más propenso a romperse. El aneurisma torácico atraviesa el tórax y aparece en la parte de la arteria que sale del corazón.
El aneurisma disecante (o disección aórtica) es una modalidad clínica en la que la aorta se rasga por dentro, pero queda intacta en la parte externa. Cuando la sangre entra a la rasgadura, levanta la capa media de la arteria y se crea un nuevo canal en la pared de la misma.
Los síntomas varían y son los siguientes:
- Abdominal: se siente una masa en el abdomen que parece palpitar. Más adelante provoca dolor intenso, principalmente en la espalda, que cede al cambiar de posición.
- Torácico: genera dolor intenso en la parte superior de la espalda, tos y sibilancias. A veces, también provoca dolor en los brazos o en el pecho, y por eso puede confundirse con un ataque cardíaco. En ocasiones raras cursa sin síntomas.
- Disecante: lo más habitual es que se manifieste con un dolor en la espalda súbito e intenso, en la zona que está entre los omóplatos.
Causas del aneurismo aórtico
Las investigaciones disponibles en la actualidad permiten suponer que el aneurisma aórtico involucra un componente genético. Un estudio de asociación genómica a gran escala (GWAS), realizado por científicos de la Red de Investigación Cardiovascular (RECAVA) en 2010, descubrió que una anomalía en el gen DAB2IP está presente en hasta el 40 % de las personas que presentan esta patología.
Así mismo, una investigación preliminar, presentada en el Vascular Discovery From Genes to Medicine Scientific Sessions 2020, indicó que hay por lo menos 29 mutaciones que pueden incrementar el riesgo de desarrollar un aneurisma aórtico abdominal.
También se sabe que enfermedades como la arteriosclerosis debilitan la pared aórtica y se convierten en un importante factor de riesgo para desarrollar el aneurisma. De igual manera, las enfermedades inflamatorias de la aorta, así como la hipertensión, el colesterol alto y el consumo de tabaco incrementan el riesgo.
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Diagnóstico y tratamiento
El dolor suele ser el primer indicio de este problema, bien sea porque se presenta espontáneamente, o bien porque se activa durante una exploración clínica. El diagnóstico se confirma con radiografía o ecografía del abdomen.
La medicina de precisión, examinando el mapa genético de los individuos, podrá predecir con suficiente antelación el riesgo de padecer esta patología. Este avance hará que el diagnóstico se produzca mucho más temprano, mejorando así el pronóstico de la enfermedad.
El tratamiento para el aneurisma aórtico es la cirugía cuando la dimensión del mismo sobrepasa los 5 centímetros si es abdominal, o los 7 centímetros si es torácico. En el caso del aneurisma disecante, se trata primero con fármacos, y solo se emplea la cirugía como última opción. En todos los casos, la intervención implica riesgos importantes.
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