¿Por qué la ansiedad causa cansancio extremo?
El mayor problema con la ansiedad sucede cuando la misma es desproporcionada con relación a la situación real y genera un cansancio extremo que nos cuesta manejar. El organismo se hiperactiva de manera innecesaria. Cortisol y adrenalina circulan por nuestro cuerpo, dándole la señal del peligro de que hay que estar muy atentos por lo que se viene.
Esto, de manera sostenida en el tiempo, afecta severamente las diferentes áreas de la vida de una persona. Veamos de qué se trata este cansancio extremo asociado a la ansiedad y qué se puede hacer para mejorar la calidad de vida.
¿Por qué la ansiedad produce cansancio extremo?
Cuando la ansiedad y los trastornos derivados de ella se cronifican, causan agotamiento y fatiga porque la persona se encuentra en situación de alerta permanente. Algunos de los síntomas más comunes en los que observamos este cansancio pueden ser los siguientes:
- Tensión y molestia muscular: te puede resultar conocida la situación de sentir que estás contracturado. Incluso también se manifiesta en los casos de bruxismo durante el sueño.
- Insomnio y otros trastornos del sueño: parece paradójico el hecho de estar tan cansados y no poder dormir, pero lo cierto es que la ansiedad activa un bucle de pensamientos rumiantes, desencadenando preocupación y angustia.
- Problemas estomacales: si bien estos síntomas no están vinculados con el agotamiento, sí que lo están con los efectos que provoca la ansiedad. Por supuesto, si por ello no comemos lo suficiente, el organismo no cuenta con la energía necesaria.
- Ataques de pánico: se presentan de un momento a otro, de manera repentina. Aparece una sensación muy potente de falta de aire, de angustia, incluso con la idea de que estamos por morir.
¿Cómo controlar la ansiedad para evitar el cansancio extremo?
Las consecuencias de la ansiedad, además del cansancio extremo, se resumen en malestar, angustia e incluso afectación de las relaciones interpersonales y del desempeño en el ámbito laboral. De allí que sea tan importante intervenir. Algunos de los consejos para enfrentar la ansiedad son los siguientes.
Respirar y realizar algún ejercicio de relajación
Tal como lo señalamos, el inconveniente con la ansiedad es que se retroalimenta, de manera que los pensamientos que empiezan siendo pequeños, acaban en verdaderos problemas. Para recobrar un poco de tranquilidad hace falta respirar profundo (la respiración diafragmática es de las más recomendadas).
Así podemos distraernos de los pensamientos ansiosos y bajar las pulsaciones y el estado de alerta. Los ejercicios de relajación nos ayudan a volver al aquí y ahora para dejar de pensar en el futuro. En muchas ocasiones, a modo de guía, las personas con ansiedad almacenan en sus móviles alguna meditación guiada.
Realizar algún deporte
El ejercicio físico también es una forma de ayudar a controlar la ansiedad que deriva en cansancio extremo. A pesar de la fatiga, es primordial proponerse salir al exterior y ejercitarse.
Iniciar terapia psicológica
Por ejemplo, a través de la terapia cognitiva se busca enseñar recursos para cuestionar y dudar de los pensamientos ansiosos que surgen. De esta manera, se pretende interrumpir el pensamiento rumiante, que nos deja encerrados en un callejón sin salida.
Una de las estrategias más recomendadas tiene que ver con la terapia cognitiva basada en atención plena. También se trabaja en el entrenamiento de habilidades sociales, que permitan la regulación emocional y un mejor afrontamiento de la ansiedad.
Aprender a jerarquizar las preocupaciones
Un buen ejercicio es anotar las preocupaciones en una lista y tratar de puntuarlas respecto a su gravedad o importancia. Luego, dar un paso más y preguntarse qué tanto podemos intervenir en determinadas situaciones. Es importante saber que, muchas veces, la ansiedad está más relacionada con la interpretación del hecho que con el hecho en sí.
Los hábitos saludables mejoran el cansancio producido por la ansiedad
Además de las sugerencias recomendadas, es muy importante alentar el autocuidado para evitar que la ansiedad genere cansancio extremo. Esto se logra con ciertas pautas saludables, como una alimentación balanceada, evitar la cafeína y otros estimulantes, buscar actividades recreativas y de ocio. También se recomienda alejarse de las pantallas, no pasando tanto tiempo conectado a las redes sociales.
En conclusión, existe una conexión entre la ansiedad y el cansancio extremo. La ansiedad es agotadora tanto desde el nivel físico como psicológico.
Los pensamientos que insisten y que amenazan nos cansan. Activarse para dar bien una entrevista de trabajo puede ser positivo, pero bloquearse por ansiedad para esa misma situación es contraproducente.
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