Aprender a nadar a partir de los 50 años: beneficios y consejos

La natación es un gran ejercicio recomendable a todas las edades. Además, aprender a nadar no es ningún problema. En cualquier etapa de la vida se puede.
Aprender a nadar a partir de los 50 años: beneficios y consejos
Eva María Rodríguez

Escrito y verificado por la instructora fitness y yoga Eva María Rodríguez.

Última actualización: 12 octubre, 2023

La natación es un gran ejercicio que fortalece los músculos, el corazón y los pulmones. Además, es uno de los deportes más recomendados y prescritos para los adultos mayores, pues no implica impacto y se puede adaptar a las necesidades de cada uno. Pero incluso los que no hayan nadado nunca pueden aprender a nadar a partir de los 50 años.

No hay ningún problema para hacerlo. La clave para aprender de adulto y a cualquier edad está en la adaptación al medio y en el conocimiento de las propias capacidades. Así se encuentra la mejor forma de moverse en el agua.

Beneficios de nadar a partir de los 50 años

La natación es un ejercicio ideal a partir de los 50 años. Uno de los motivos, ya comentados, es que es de bajo impacto. Esto reduce el riesgo de lesiones asociadas.

Además, no solo es un excelente ejercicio cardiovascular, sino que también fortalece el cuerpo entero, mejora la movilidad y la coordinación. Analizamos los beneficios con un poco más de detalle a continuación.

Mejora la salud del corazón

La natación ayuda a que el corazón este más fuerte, perfeccionando la resistencia cardiovascular. Nadar a partir de los 50 años también ayuda a controlar la presión arterial (según informan estudios), a mejorar la circulación y a reducir el riesgo de enfermedades pulmonares.

De hecho, la natación ofrece al sistema cardiovascular el mismo tipo de ejercicio que una sesión de aeróbico tradicional. Incluso si estás parado en el agua, el cuerpo está activo y con la frecuencia cardíaca más elevada.

Médico mide la presión arterial.
El control de la presión arterial es un objetivo en la salud de los adultos mayores, por lo que la natación sería una estrategia para ello.

Incrementa la flexibilidad y mejora la movilidad articular

El acto de nadar puede ayudar a aumentar la flexibilidad en las caderas, las piernas, los brazos y el cuello. También mejora la postura y alivia el dolor de espalda.

Además, la mecánica de la natación incrementa la movilidad articular, ya que es mucho más fácil moverse en el agua que fuera de ella.

Suave con las articulaciones

La natación es una excelente forma de ejercicio que no ejerce presión sobre las articulaciones. Esto es interesante a medida que nos hacemos mayores, ya que las coyunturas se debilitan o se va notando dolor y dificultad en los movimientos.

Pero en el agua es mucho más fácil moverse y la natación elimina la presión y el impacto, lo que ayuda en la ejecución de los ejercicios.

Aumenta la fuerza y ​​el tono muscular

La natación es una excelente forma de entrenamiento de resistencia que también puede ayudar a mejorar la fuerza muscular. No hay que perder de vista que requiere impulsar el cuerpo a través de la resistencia del agua, por lo que es una excelente forma de movimiento que utiliza numerosos músculos a la vez.

Mejora la salud mental

La natación ayuda a reducir los niveles de estrés, mejora el estado de ánimo y aumenta la función cerebral. Además, ayuda a combatir los sentimientos de aislamiento social y soledad que pueden provocar depresión en las personas mayores, ya que suele ser una actividad bastante social.

Consejos para aprender a nadar después de los 50 años

La natación es un gran ejercicio, pero a cualquier edad siempre es aconsejable aprender a nadar con un monitor especializado. Esto se debe al peligro intrínseco que tiene el agua en sí misma y a la seguridad que otorga tener a alguien pendiente.

Además, es importante tener en cuenta que en la natación, como en todos los deportes, la técnica es fundamental. Porque solo una buena técnica permitirá obtener los mayores beneficios.

Por otra parte, no hay que perder de vista que no todas las personas podrán nadar todos los estilos. Por ejemplo, el crol (puede que el más popular) es estresante para los hombros.

De hecho, se requiere de una buena ejecución para no sufrir desbalances musculares o tensiones derivadas. Respirar siempre hacia el mismo lado o no realizar una batida de piernas compensada son errores habituales que deberían corregirse.

Por otra parte, el estilo de braza, si no se hace con la técnica correcta también provoca desequilibrios musculares e incluso problemas en las rodillas. De hecho, es un estilo complicado de aprender.

Hombre aprende a nadar después de los 50 años.
Los beneficios de la natación se manifiestan en varios sistemas, como el cardiovascular y el articular.

Aprender a nadar después de los 50 años es posible

El entrenador de natación estadounidense Terry Laughlin , creador del método llamado inmersión total, escribió en uno de sus libros que la natación es un deporte único, pues ofrece la posibilidad de desafiar la edad que tenga la persona y seguir perfeccionándose. Es decir, es la oportunidad de iniciar como adulto mayor y no quedar rezagado.

Si solo pudiéramos dar una razón a una persona de 50 años o más para animarla a que aprendiera a nadar, sin dudas sería esta.


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