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Todo aquello que no resuelves en tu vida vuelve

4 minutos
Si no plantas cara a tus problemas y los resuelves estos seguirán ahí, a la espera de que los afrontes y cierres por fin ese capítulo.
Todo aquello que no resuelves en tu vida vuelve
Bernardo Peña

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña

Última actualización: 06 julio, 2023

Tendemos a pasar de puntillas por aquellas situaciones que más nos duelen, dándole la espalda al miedo y huyendo de lo que tanto tememos. Sin embargo, todo aquello que no resuelves en tu vida termina volviendo.

De nada sirve taparnos los ojos y hacer como que no pasa nada. Las circunstancias que más nos afectan son aquellas que tenemos que resolver.

¿Cómo hacerlo? Debemos mirarlas de frente y utilizar el miedo como un propulsor para superarlas.

Todo aquello que no resuelves vuelve a ti de forma aumentada

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Todo aquello que no resuelves, que ignoras, que tanto temes, regresará a ti de forma duplicada o triplicada. Es una manera que tiene la vida de decirte “¡eh!, por ahí, no”.

Si no le haces caso, si no resuelves la situación, la próxima vez te encontrarás con lo mismo, pero en un grado mayor.

Pongamos algunos ejemplos:

Ana tiene 37 años y todas sus relaciones de pareja terminan muy mal. Ella ha sufrido infidelidades, maltrato y, también, falta de compromiso por parte de la otra persona en la relación.

¿Qué problema tiene Ana?

Ana comienza las relaciones con miedo al abandono, pero sobre todo entra en las relaciones sin desearlo realmente. Ella tiene miedo a estar sola y, por eso, hasta que no supere ese temor, sus relaciones continuarán siendo infructuosas.

Pablo, por su parte, tiene 28 años y no consigue encontrar un trabajo. Ha tenido algunos, pero de muy pocos meses, incluso de días. Cuando va a una entrevista, raramente vuelven a llamarle.

¿Qué problema tiene Pablo?

El problema que tiene Pablo es que tiene un gran miedo a fracasar y, hasta que no supere ese miedo, por algún motivo, continuará la falta de trabajo que desea alertarle de que hay algo que debe afrontar.

Nuestra actitud ante la vida es muy importante. En el momento en el que tenemos un miedo o un trauma que supone un bloqueo en algún ámbito, ahí empiezan las dificultades.

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¿De qué te sirve escapar?

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Sabiendo todo esto, ¿de qué te sirve escapar? Huir de lo que te aterra, de aquello que intentas evitar, no es más que una manera de prolongar algo que te afecta y que no se va a ir. A menos que lo afrontes, el problema seguirá ahí y cuanto más le des la espalda, con mayor intensidad se manifestará en tu vida.

Por lo tanto, escapar es una actitud contraproducente. Sin embargo, afrontar los miedos tampoco es algo tan fácil.

¿Qué puedes hacer?

  • Admitir que tienes un miedo: escapas de él, lo ignoras, pero ¿lo niegas? Aceptar tu miedo es un primer paso importante.
  • Investiga de dónde proviene: recuerda cuándo fue la primera vez que se manifestó y si sabes qué ha podido desencadenarlo.
  • Sé objetivo con tu miedo: ahora es el momento de mirar tu miedo desde fuera y preguntarte “¿qué es lo peor que puede pasar?”.
  • Lánzate a la aventura: ponerte cara a cara con tus mayores temores es toda una experiencia, una verdadera aventura. ¿Vas a impedirte experimentarla?

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¿Empezarás a cambiar tu visión sobre todo aquello que no resuelves?

Sabiendo todo lo anterior, es el momento de dejar de temer a algo que puede solucionarse. Aunque está claro que dolerá, porque mirar una herida abierta durante mucho tiempo escuece.

No obstante, que las cosas empeoren te permite hacerte ver que no debes pasar por alto esas barreras que te están limitando y que están haciendo aún más grande esa herida.

Todo esto te permitirá centrarte en ella, hacerle caso y sanarla. Es importante que cicatrice, que deje de ser una herida abierta. No puedes continuar arrastrando lo que un día inició un miedo que está perdurando sin que sea realmente necesario.

El miedo alerta sobre un peligro inminente ante el que hay que actuar, ya sea huyendo o atacando. Sin embargo, cuando éste se carga a las espaldas y se transforma en ansiedad, cuando limita y causa inseguridades en determinados aspectos de la vida que están relacionados con ese temor, es necesario afrontarlo.

Recuerda que todo aquello que no resuelves regresa a tu vida de manera amplificada. No es la mala suerte, no es ningún tipo de karma.

En tus manos está terminar con esto. ¿Cómo? Siendo valiente, mirando al miedo directamente a los ojos.

 


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