El azúcar puede afectar al corazón
Este artículo ha sido revisado en profundidad para garantizar que la información presentada sea lo más precisa posible, cumpla con nuestros estándares de calidad, y presente datos respaldados por fuentes confiables, reflejadas en la bibliografía y los enlaces dentro del texto. Más información
La presencia de los carbohidratos está muy difundida en todas las dietas del mundo. Es un elemento con fuerte presencia, sobre todo en países industrializados. El problema es que el azúcar puede afectar al corazón, incluso en personas que no son diabéticas.
De manera tradicional, se pensaba que el problema de la glucemia elevada era una complicación solo para quien padece diabetes. Pero no resulta tan obvia la afirmación. Cuando observamos en detalle la composición alimenticia de lo que ingerimos a diario, vemos que el exceso de azúcar puede afectar nuestro corazón.
La glucosa no se encuentra aislada en el metabolismo humano, sino que participa junto a grasas y proteínas del complejo mecanismo de la vida celular. Además, todos los tejidos dependen del azúcar de una u otra manera, por lo que su acción se distribuye a lo largo y ancho del organismo.
A esto tenemos que sumar la pandemia de la obesidad,que tiene un factor de riesgo en el consumo de ultraprocesados. Gran parte de los productos alimenticios que compramos vienen endulzados adrede e incrementan las kilocalorías que consumimos. Y eso, a mediano plazo, es malo para la salud cardiovascular.
El azúcar agregado puede afectar al corazón
Los alimentos con azúcar agregado pueden afectar al corazón más rápido de lo que creemos. Y, como adelantábamos, este dulzor extra es difícil de esquivar en la compra del supermercado.
Un estudio publicado en la revista JAMA encontró que el consumo elevado de azúcares aumentaba el riesgo cardiovascular. En concreto, las personas con una ingesta de más de 17 % de energía diaria a través de azúcares agregados, aumentaban hasta 38 % el riesgo de muerte por causas cardíacas.
Aclaremos que el azúcar agregado aparece en el proceso de fabricación del producto. Es decir, no viene esa cantidad de forma natural en el alimento, sino que el ser humano lo añade a propósito. Es fácil, entonces, entender que estamos ante algo artificial.
Además, en un sentido más complejo, las personas que incrementan el consumo de azúcar añadido suelen disminuir la proporción de grasas buenas en la dieta. Al no estimular con los alimentos el aumento del colesterol HDL, que limpia las arterias, el riesgo cardiológico se multiplica.
Sigue leyendo: ¿Qué es la hiperglucemia?
¿Cómo puede el azúcar afectar al corazón?
Sabemos que el azúcar puede afectar al corazón cuando se ingiere en exceso y en formas ultraprocesadas. Ahora bien, ¿cómo es este mecanismo íntimo que termina en daño?
La teoría detrás del peligro del azúcar añadido para la salud cardiovascular se basa en la contabilización del exceso. Al ingerir más glucosa de que la podemos procesar en corto tiempo, esta molécula deriva en complicaciones, puesto que parece sobrar.
La glucosa debería entrar a las células para que estas la conviertan en energía. Esa energía mueve los circuitos de las células y nos permite hacer las actividades cotidianas. Si sobra azúcar, el cuerpo la almacena para utilizarla en épocas en las que se la requiera.
El problema está en un almacenamiento excesivo porque el aporte está por encima de lo necesario. Una de las formas de almacén será la grasa y eso se traduce en sobrepeso y obesidad.
El papel de la insulina
Además, el exceso de azúcar circulante en la sangre le pide al páncreas que produzca más insulina. Es tanto el esfuerzo que el órgano tiene que hacer que se agotan sus maquinarias de producción y se descontrolan. Pasamos, entonces, por períodos de hiperinsulinemia, con mucha insulina en la sangre, e hipoinsulinemia, con poca insulina sanguínea.
La insulina es un regulador metabólico que no solo se encarga de la glucosa. También tiene entre sus funciones la regulación de los lípidos, por lo que su mal funcionamiento eleva los triglicéridos y el colesterol malo o LDL.
En la conjunción de todo, el resultado último es un aumento del riesgo cardiovascular. Llegamos al punto donde una persona tiene niveles un tanto elevados de azúcar, muchos triglicéridos, falta de insulina y sobrepeso. El corazón se convierte en un órgano blanco para un evento agudo.
Descubre más: Alimentos recomendados para la salud cardiovascular
Qué hacer con el azúcar
No necesitamos ser nutricionistas para aprender a regular el azúcar añadido de la dieta. Basta con que cambiemos algunos hábitos y protejamos al corazón.
Tenemos que saber que los carbohidratos se dividen en dos formas generales:
- Hidratos de carbono simples: incluyen el azúcar que la industria alimenticia añade en los alimentos.
- Hidratos de carbono complejos: son buenos para la salud, tienen efectos beneficiosos y pueden consumirse en mayor medida que los simples.
En términos estrictos de cifras, un adulto tendría que tener su límite de azúcar agregado entre 6 a 9 cucharadas diarias. Es bastante menos de lo que se ingiere por término medio en los países industrializados, donde se rondan las 22 cucharadas en un día.
Como no podemos medir esas cucharadas en la vida cotidiana, lo que conviene es reducir el consumo de productos que sabemos que vienen con azúcar extra. Podemos mencionar las gaseosas y refrescos, la bollería, el yogur y los zumos comerciales.
Menos azúcar para más corazón
La decisión de cambiar la dieta para proteger la salud cardiovascular se impone por necesaria. No podemos arriesgar de manera silenciosa la calidad de vida consumiendo productos que nos dañan.
Ya tenemos la información: el azúcar puede afectar al corazón cuando se consume en exceso. Es hora de actuar en consecuencia y cuidarnos.
Te podría interesar...