Beneficios y desventajas de correr y escuchar música

Para muchas personas, escuchar sus canciones favoritas al hacer ejercicio representa una motivación y una dosis de energía extra. Sin embargo, también debemos tener en cuenta los riesgos que puede entrañar no oír lo que ocurre a nuestro alrededor.
Beneficios y desventajas de correr y escuchar música
Carlos Fabián Avila

Revisado y aprobado por el médico Carlos Fabián Avila.

Última actualización: 25 mayo, 2023

El footing es una actividad perfecta para muchas personas que buscan un ejercicio diario breve e intenso para mantenerse en forma. Para ellos, un par de auriculares son el complemento perfecto a la hora de realizar esta actividad. No obstante, aunque lo hace más placentero, correr y escuchar música también puede comportar algunos riesgos.

Salir a correr es una práctica muy saludable, siempre y cuando no nos arriesguemos a sufrir peligros innecesarios. A continuación, compartiremos las ventajas y desventajas de correr al mismo tiempo que escuchamos música. De este modo, podremos valorar qué nos conviene más en cada situación.

Beneficios de correr y escuchar música

Para empezar, destacaremos tres grandes beneficios de correr y escuchar música al mismo tiempo para aumentar la resistencia, el gasto calórico y la vitalidad:

Aumenta la resistencia

La música nos ayuda a mantener el ritmo que queremos. Solamente tenemos que elegir las canciones adecuadas y los pasos seguirán la base musical con facilidad. Incluso podemos prepararnos un listado de canciones que marquen diferentes tipos de velocidades para el trayecto.

Según un estudio realizado en ciclistas y publicado por el International Journal of Sports Medicine, los deportistas que escucharon música durante una prueba contrarreloj de 10 kilómetros de duración lograron sostener una mayor cadencia de pedaleo.

Y todavía hay más evidencia que vincula a la resistencia física con la música. Por ejemplo, una investigación que publicó Perceptual and Motor Skills afirma que las personas que escuchan música durante una prueba de resistencia aumentan esta capacidad de manera significativa.

Lo que sucede es que, cuando escuchamos una base de música, casi sin quererlo mantenemos ese ritmo al caminar. Por este motivo, es una buena manera de trabajar la resistencia. Ahora bien, tampoco debemos excedernos, sino aumentar la exigencia de manera gradual.

Vuelve la actividad más amena

No debemos olvidarnos de la importancia de disfrutar de cualquier deporte que practiquemos. La mayoría de las personas que abandonan el ejercicio lo hacen porque lo llevaban a cabo por obligación. Disfrutar es la garantía para no dejar de hacer un deporte y poder establecernos objetivos a corto y largo plazo.

Correr y escuchar música, en especial si son nuestras canciones favoritas, puede ser el mejor momento del día. Empezar o terminar la jornada corriendo puede llenarnos de energía, o bien prepararnos para descansar.

Asimismo, la música puede ayudar a que los entrenamientos sean más provechosos. De acuerdo con un estudio publicado por Perceptual and Motor Skills, las mujeres analizadas que entrenaron con música no solo lo hicieron por más tiempo, sino que percibieron una fatiga media mayor después del entreno.

Correr y escuchar música ayuda a quemar más calorías

Tanto por el hecho de entrenar por más tiempo como debido al aumento de la intensidad, también quemaremos más calorías. Esto se debe a una mayor estimulación del metabolismo, que es el responsable del gasto energético que, de acuerdo con un estudio publicado por Annals of Nutrition & Metabolism, es la piedra angular de la pérdida de peso.

Desventajas y riesgos

Ahora que ya conocemos los beneficios de la música sobre el ejercicio físico, es momento de poner en la balanza sus posibles desventajas y los riesgos de escuchar música mientras corremos:

Dificulta oír lo que sucede

Correr y escuchar música puede suponer un riesgo importante, ya que perdemos la capacidad de escuchar lo que sucede a nuestro alrededor. Un coche, un pitido, un grito… cualquier señal de alarma quedará camuflada por la música que estamos escuchando.

Esto es más peligroso todavía cuando corremos en un lugar urbano y, sobre todo, de noche. Una buena alternativa puede ser reducir el volumen o bien ponernos solamente un auricular. En primer lugar, lo que debemos priorizar siempre es la seguridad.

Correr y escuchar música disminuye la atención al entorno

Al escuchar música, no solamente perdemos la posibilidad de escuchar lo que pasa en el entorno, sino que también se reduce la atención. Esto sucede porque la música nos traslada a situaciones y recuerdos con una gran facilidad.

Cuando corremos, es fundamental estar atentos a todo lo que sucede, tanto si estamos en la ciudad como en plena naturaleza. En caso contrario, es posible que no podamos esquivar obstáculos y suframos algún contratiempo indeseado.

Afecta la percepción de las sensaciones del cuerpo

En todo ejercicio físico, en especial si es de intensidad, debemos prestar atención a diferentes cuestiones imprescindibles: respiración, postura, movimiento, entre otros. Esta es la única manera de sacar el máximo provecho del esfuerzo, y también de prevenir lesiones.

Al correr y escuchar música, dirigimos la atención a las canciones y es más difícil estar pendientes del propio cuerpo. Incluso el mismo ritmo de la música puede influir de manera negativa en la manera de respirar.

Si sales a correr con música, toma precauciones

En definitiva, la conclusión sería que debemos valorar los pros y contras de correr y escuchar música para decidir qué nos conviene más en cada momento. Si estamos muy acostumbrados a hacerlo, tampoco debemos cortar de repente.

Una buena alternativa sería empezar por usar un auricular o probar hacer footing en compañía. Lo importante es seguir disfrutando de este buen hábito que tantos beneficios aporta a la salud, pero también teniendo los cuidados necesarios para evitar accidentes y lesiones.


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