Bondades que desconocías de las semillas de girasol

Se pueden comer solas, en ensaladas o en dulces. Las pipas de girasol aportan energía y son ricas en ácidos esenciales y minerales como el magnesio.
Bondades que desconocías de las semillas de girasol

Escrito por Yamila Papa Pintor

Última actualización: 06 julio, 2023

Seguro has comido alguna vez pipas de girasol. ¿Sabías que de ellas se obtiene el aceite que usas para muchas de tus comidas? El origen de esta planta está en los montes tibetanos, crece de forma silvestre y su cultivo se ha expandido a muchas regiones del mundo. Las semillas de girasol tienen muchas propiedades. De ellas vamos a hablar.

Qué saber sobre las semillas de girasol

Semillas de girasol

Existen diversas variedades de girasol y sus semillas pueden ser blancas, rojas, amarillas… Sin embargo, las más conocidas y consumidas son grisáceas con rayas blancas. Tienen una buena cantidad de ácidos grasos y son ricas en minerales como el fósforo, el potasio, el magnesio y el calcio.

Por cada 100 gramos de semillas de girasol obtienes:

  • 22 mg de vitamina E
  • 730 mg de potasio
  • 100 mg de calcio
  • 395 mg de magnesio
  • 595 mg de fósforo
  • 8,5 gramos de hidratos de carbono
  • 28 gramos de proteínas
  • 47 gramos de grasas saludables

¿Para qué sirven las semillas de girasol?

No solo son deliciosas, sino que las semillas de girasol ofrecen beneficios muy interesantes a nuestro organismo. Entre ellos podemos destacar los siguientes:

Mejoran la circulación

Esto se debe a los ácidos grasos, que tienen la capacidad de reducir el riesgo de padecer problemas circulatorios, cardíacos o cardiovasculares, como puede ser el infarto de miocardio.

Son excelentes para los deportistas

Contienen mucho potasio y magnesio, siendo fundamentales en los planes de alimentación de los que entrenan de forma profesional, pero también de los que practican deporte como afición o por diversión.

Las pipas de girasol son buenas para los que realizan esfuerzos físicos constantemente (por ejemplo, en un trabajo que requiera levantar mucho peso) y ayudan a mejorar el rendimiento físico de manera natural.

Favorecen el funcionamiento cerebral

Esto es así porque las semillas de girasol tienen mucho magnesio y fósforo, dos aliados increíbles para el cerebro. Si tienes que estudiar o rendir un examen, come un puñado de pipas y verás los resultados. Sirven para mejorar la concentración, la memoria y el rendimiento mental en general.

Ideales para el embarazo

Las mujeres en etapa de gestación tienen que consumir una buena cantidad de ácido fólico para que el bebé pueda formarse bien y ella misma no se debilite. Las pipas de girasol son ricas en este nutriente imprescindible para evitar malformaciones en el feto o enfermedades en la madre.

Fortalecen el sistema inmunitario

Esquema del sistema inmunitario

En relación a lo que se decía antes respecto al ácido fólico, no solo las mujeres embarazadas pueden comer semillas de girasol, sino cualquier persona. Mantienen y aumentan las defensas del organismo y previenen y ayudan a combatir diversas patologías, sobre todo relacionadas con virus.

Reducen el cansancio

Si necesitas una ayuda natural para tener más energía y vitalidad y no quedarte dormido en cualquier lado, no dudes en comer pipas de girasol. Entre sus tantos componentes, la tiamina (o vitamina B1) permite evitar problemas del sistema nervioso y la fatiga crónica. ¡Perfectas para un día muy ajetreado en la oficina!

Mejoran el aspecto de la piel

Además de ser buenas para la salud, las semillas de girasol sirven como tratamiento para la belleza. Tienen una buena cantidad de vitamina E, que nutre y rejuvenece la dermis. Este nutriente es uno de los antioxidantes más potentes que existen. Come pipas y siéntete renovada de pies a cabeza.

Mujer lavándose la cara

Reducen la osteoporosis

Sobre todo las mujeres, después de la menopausia, sufren de descalcificación de los huesos. Más allá de que todo el mundo cree que los lácteos tratan este problema, existen otras opciones como es el caso de las semillas de girasol. Tienen un gran contenido de calcio, evitando quebraduras o fisuras de huesos frágiles.

Aumenta la fertilidad

Esto, en realidad, no tiene una base científica sino que, más bien, es una creencia popular. Desde tiempos remotos se creía que aquellas mujeres que comían semillas de girasol eran más fértiles y podían tener más hijos.

¿Cómo consumir las semillas de girasol?

Postre con semillas de girasol

Como has podido leer, las pipas de girasol tienen muchas propiedades y ,si bien están aconsejadas para todas las edades, en particular se recomiendan para las mujeres embarazadas y en etapa de lactancia y las personas de la tercera edad.

Pueden ser un exquisito snack para media mañana, un aperitivo o entrante para antes de la cena, o hasta un sustituto perfecto para las golosinas. Algunas personas vierten semillas de girasol a las ensaladas, sopas, cremas o tartas. Si se muelen, obtenemos una harina que sirve para postres, pastas o sopas.

También las pipas de girasol pueden formar parte de tu desayuno diario. ¿Cómo? Puedes hacer leche de semillas de girasol. Se trata de un excelente sustituto de la leche de vaca, siendo perfecto para los intolerantes a la lactosa o los veganos.

Ingredientes

  • 1 taza de semillas de girasol peladas (120 g)
  • Azúcar moreno (o miel, en caso de no ser vegano)
  • 6 tazas de agua (1,5 l)
  • 1 cucharadita de canela en polvo o extracto de vainilla (5 g)

Preparación

  1. Deja en remojo las semillas de girasol toda la noche.
  2. Al otro día, cuela y coloca en la licuadora con los demás ingredientes. Si quieres que te quede más espesa, reduce la cantidad de agua y si prefieres más líquida, puedes añadir más agua o menos semillas.
  3. Cuela y bebe de inmediato.

Queda más que rica con plátanos, fresas o cereales integrales. ¡Ideal para un licuado que te sirva para comenzar la jornada con todas las energías!

Para poder conservar siempre frescas las semillas de girasol y tenerlas disponibles para consumir cuando lo desees, guárdalas en un frasco de vidrio con tapa hermética y no las expongas al sol ni a ambientes muy calurosos.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.