Me salió un bulto alrededor de un piercing, ¿qué puedo hacer?
Escrito y verificado por la médica Mariel Mendoza
Un pequeño bulto en las inmediaciones de tu piercing no debe ser motivo de pánico. Es cierto que son molestos e incómodos, pero la mayoría responden al proceso normal que inicia tu piel como respuesta a la joya, aunque en ocasiones se confunda con un queloide o una infección. Tanto es así, que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, sin importar dónde se realizó la colocación.
El bulto habitual es una acumulación de tejido de cicatrización hipertrófica, que se forma por el trauma en la piel tras la colocación del piercing. Por eso es más frecuente en las cercanías de las perforaciones nuevas o recientes. Además, por tratarse de un tejido desordenado, es más fácil que se forme en el cartílago de la nariz o de la oreja.
Lo importante es diferenciar cuándo es normal y cuándo se necesita atención médica, como en el caso de una infección. Además, debes aprender los cuidados básicos para acelerar la recuperación.
¿Por qué se produce el bulto alrededor del piercing?
Lo que sucede tras la perforación es una respuesta del cuerpo al trauma. Si esa respuesta es exagerada, entonces aparecerán los bultos por acumulación de tejido cicatricial grueso y más elevado que la piel circundante.
El nombre técnico sería el de cicatriz hipertrófica. Se la puede ver rojiza, se palpa firme y puede causar picazón.
El proceso es producto de una inflamación de los cartílagos, la piel, los músculos y la zona fibrosa. Allí, los fibroblastos, unas células de reparación, aumentan su producción de colágeno y forman dermatofibromas o tumores benignos. Esto da lugar a tejido de granulación o granulomas.
La cicatriz hipertrófica puede aparecer desde unas horas luego de la perforación hasta varias semanas después. Por lo general, tiende a mejorar con el tiempo y permanece de semanas a meses. Algunos granulomas son más persistentes y, si bien se resuelven, pueden estar allí por meses o años.
¿Cómo diferenciar la cicatriz normal de una infección y de un queloide?
Los queloides son cicatrices desproporcionadamente grandes. Pueden aparecer de forma espontánea o como consecuencia de un trauma sobre la piel. Su principal característica es que siempre sobrepasan los límites de la herida original.
Entre 3 a 12 meses después del trauma suelen aparecer los queloides y siguen creciendo con el tiempo. Esta es una diferencia clave, ya que las cicatrices hipertróficas detienen su crecimiento en algún punto. Por otro lado, estas tampoco sobrepasan nunca los límites de la herida de origen.
Ahora bien, cuando hay infección en la herida del piercing, el proceso produce fiebre baja y hay notorio enrojecimiento en la zona. También aparece hinchazón, dolor a la palpación y calor alrededor del área perforada. En ocasiones, pueden salir secreciones amarillas o verdes desde la perforación, con o sin olor fétido.
¿Cómo se tratan los queloides?
Si consultaste a un médico por tu bulto alrededor del piercing y te diagnosticó queloide, entonces no es una reacción normal. Por ello, el profesional te sugerirá algunos tratamientos disponibles:
- Apósitos o geles de silicona. Ayudan a mantener la hidratación de la piel y aplanar la cicatriz.
- Láser de CO2 o láser de colorante pulsado. Requiere varias sesiones y se combina con inyecciones de corticoides.
- Crioterapia. Implica congelar el queloide con nitrógeno líquido, lo que puede reducir su tamaño y mejorar su apariencia.
- Inyecciones con corticoides. Se administran directamente en la cicatriz para disminuir el grosor del tejido. Se requieren varias sesiones.
- Cirugía. Es la extirpación quirúrgica del queloide, pero se reserva para casos que no responden a lo anterior.
¿Cómo se tratan las infecciones?
En el caso de que tu diagnóstico sea de infección, los pasos a seguir serán los siguientes:
- Lavar la zona afectada con un jabón neutro.
- Retirar la joya si es posible.
- Aplicar suero fisiológico o solución salina para limpiar la herida.
- Usar agua oxigenada como desinfectante a diario.
- Colocar antibióticos en pomadas o tomarlos por vía oral. Es algo que definirá el médico.
Tratamiento de las cicatrices hipertróficas o bultos normales
El mejor tratamiento para un bulto normal alrededor de un piercing es la paciencia. Con el tiempo, la mayoría de ellos suelen desaparecer. Sin embargo, el lapso de cicatrización varía, dependiendo del sitio. En la oreja y la nariz podría demorar de 6 a 8 semanas, mientras que en los pezones serán de 2 a 4 meses y en el ombligo hasta 9 meses.
Es esencial mantener las medidas de higiene que te recomendó quien colocó tu piercing hasta que finalice la cicatrización de la herida. Con eso debería bastar para que el proceso siga su curso normal.
De igual forma, existen algunos tratamientos médicos que pueden ayudar a eliminar las cicatrices hipertróficas o acelerar la cicatrización, como los siguientes:
- Corticoides: en cremas o infiltrados con inyección.
- Láser colorante pulsado: se hacen varias sesiones para su aplicación.
- Parches de silicona: permiten frenar el crecimiento del bulto. Se recomiendan en bultos muy pequeños y poco voluminosos, de menos de dos años de evolución.
¿Debes retirar el piercing?
Ante un bulto normal o cicatriz hipertrófica, no será necesario retirar la joya. No obstante, sí se recomienda la extracción total cuando aparecen alguna de las siguientes situaciones asociadas:
- Se forman abscesos junto con el bulto.
- Existe hinchazón de la lengua por más de 10 días en un piercing lingual.
- Aparecen infecciones genitourinarias a repetición luego de colocar piercings genitales.
- Se llega al sexto mes de embarazo o se está amamantando, en los casos de piercings en el pezón.
- Hay signos persistentes de inflamación y hasta secreciones, a pesar de haber tomado antibióticos.
¿Hay alguna forma de prevenir los bultos por piercing?
Las complicaciones después de colocarse piercings dependen de la experiencia del artista, las técnicas de higiene aplicadas y el cuidado posterior por parte del cliente. Por lo tanto, lo que tú puedes hacer es seguir las recomendaciones que te dan tras la perforación.
Las siguientes son las medidas generales:
- Evita tocar el área perforada con las manos sin lavar.
- Seca muy bien el piercing después de las duchas. Se recomienda el uso de un aparato secador.
- Evita jabones ácidos, cremas o sprays sobre el área. Irritan la herida y entorpecen la cicatrización.
- Limpia la perforación de 2 veces por día, preferiblemente con solución antiséptica, girando la pieza.
- No acudas a piscinas ni uses ropa ajustada por unos días, ya que puedes favorecer al crecimiento bacteriano.
- Mantén el área de alrededor limpia y aireada. En caso de tener el piercing en las orejas, trata de llevar el cabello recogido.
Además, se debe evaluar el tipo de joyería antes de colocarla, pues hay materiales más propensos a generar alergia. Y si bien los síntomas alérgicos no incluyen al bulto, pueden sumarse a la situación con irritación, escozor e inflamación. En este sentido, prefiere joyas hipoalergénicas, como el oro de 14 o 18 quilates, el niobio y el titanio.
Aunque sigas todas las recomendaciones que te dimos, sigue siendo posible que se forme un bulto normal de cicatrización.
Acude al médico si el proceso no parece normal
Un bulto alrededor del piercing es bastante frecuente y un fenómeno esperable. En caso de que no quieras acudir primero al médico, puedes hablar con el artista que te lo realizó para tener su opinión. Si es alguien experimentado, seguramente podrá darte una primera orientación e identificar situaciones clásicas, como un rechazo a la joya.
De todas maneras, el diagnóstico definitivo lo debe hacer un profesional. En la consulta médica podrá determinarse qué tipo de bulto tienes y recibir las indicaciones o las propuestas de tratamientos acordes. Sea cual sea tu caso, no pierdas la calma y evita tomar decisiones sin asesoramiento médico o profesional.
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