Cápsulas de ajo: beneficios y recomendaciones

Las cápsulas de ajo tienen grandes beneficios para tu salud. Mira cómo usarlas, para qué sirven y cómo actúan en tu cuerpo.
Cápsulas de ajo: beneficios y recomendaciones
Maria Patricia Pinero Corredor

Escrito y verificado por la nutricionista Maria Patricia Pinero Corredor.

Última actualización: 10 julio, 2023

El ajo ha viajado por el mundo en su paso por la historia como alimento, condimento y suplemento. Todo esto, gracias a sus propiedades culinarias y terapéuticas. Por ejemplo, las cápsulas de ajo se utilizan como coadyuvantes para la prevención cardiovascular.

Sus componentes activos tienen ventajas para la salud. Los más efectivos son los compuestos azufrados, que ayudan con su potencial antioxidante, antimicrobiano y antiinflamatorio.

Debido a su importancia, existen distintas formas de presentación en el mercado. Las cápsulas de ajo son de las más usadas.

¿Cuánto se debe consumir al día y qué recomendaciones son adecuadas para aprovecharlas mejor? Quédate con nosotros para que sepas cómo incorporarlas mejor en tu dieta.

¿Qué tipo de vegetal es el ajo?

El ajo es una planta denominada Allium sativum, que significa “cultivo ardiente” o “caliente”. Tiene su origen en Asia Central, desde donde se expandió hacia Asia Menor y Egipto, y desde allí a toda Europa, para luego alcanzar África y América.

Como vegetal es un bulbo que pertenece a la familia Liliaceae. Está compuesto por varios bulbillos, denominados “dientes”, que están unidos a una base. Cada diente es envuelto por una túnica interior y el bulbo completo por una exterior.

Además, el bulbo es el órgano de almacenamiento de la planta al contener carbohidratos y proteínas. Son varios los componentes activos que presenta.

Componentes activos

Además del agua y los carbohidratos, como la fructosa, el ajo contiene compuestos azufrados, fibra y aminoácidos libres. Destaca la vitamina C, los compuestos fenólicos, los polifenoles y los fitoesteroles. Sus minerales más presentes son el potasio, el fósforo, el magnesio, el sodio, el hierro y el calcio.

Sus compuestos activos azufrados son relevantes. Aquí vale mencionar a la alixina, la alicina, la aliina, el tiosulfinato, el dialil di y trisulfuro, el triosulfinato, el alil mercaptocisteína y la S-alilcisteína (SAC).

El ajo también contiene hormonas que actúan de manera similar a las humanas. Además, se han aislado varios aminoácidos, como histidina, metionina, treonina, triptófano y valina.



Beneficios de las cápsulas de ajo

Las cápsulas de ajo son suplementos que contienen una dosis unitaria de uno o más principios activos. Son destinadas a la administración por vía oral y, al adquirirlas, hay que verificar cómo se obtuvo materia prima. De esto depende su efectividad.

Por ejemplo, el ajo crudo conserva más principios activos que el cocido. Cuando está fresco es más potente que el viejo.

Ajo machacado.
El ajo crudo conserva más sustancias con potencial benéfico que aquel que se procesa con alguna cocción.

Efecto antioxidante

Algunos estudios han enfatizado el efecto antioxidante del extracto de Allium sativum. Cuando se consume, se ha observado una disminución en la producción de radicales libres. Estos radicales oxidan las células, llevando al daño en su funcionamiento y acelerando el envejecimiento.

También se ha observado que el consumo frecuente de ajo produce un aumento de los factores antioxidantes, como el glutatión y la enzima superóxido dismutasa. Ambas protegen las lipoproteínas de la oxidación y ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares.

Los componentes con mayor actividad antioxidante del ajo son la alicina y la S-alil cisteína o SAC.

Reduce los niveles de lípidos en la sangre

Algunas investigaciones han concluido que el ajo modifica los lípidos sanguíneos, ya que es capaz de contrarrestar el aumento de triglicéridos en la sangre. Es capaz de reducir los niveles de colesterol en un 12 % después de 4 semanas de tratamiento.

La máxima disminución de colesterol se ha observado con el ajo crudo, a una dosis de 10 gramos diarios; o aceite de ajo, a una dosis de 8 miligramos al día.

Puede regular la presión arterial

Los compuestos bioactivos del ajo relajan los vasos sanguíneos, mejoran el flujo de sangre, fortalecen la pared vascular y disminuyen la presión arterial. El ajo también es capaz de reducir la formación de coágulos sanguíneos, mediante la inhibición de la agregación plaquetaria.

Su alto potencial antiarteroesclerótico, ha promovido su uso en la prevención de las enfermedades cardiovasculares.

Efecto neuroprotector

El extracto de ajo puede tener efectos neuroprotectores, sobre todo por las propiedades antioxidantes de la S-alilcisteína. Este componente puede mejorar el deterioro cognitivo en trastornos relacionados con el estrés oxidativo.

Por eso es recomendado en el tratamiento del alzhéimer, el párkinson, los accidentes cerebrovasculares y la corea de Huntington. El efecto neuroprotector favorece la memoria y el aprendizaje.

Papel inmunomodulador y antiinflamatorio

Algunos estudios han encontrado que el extracto del ajo mejora el sistema inmunitario, lo que se relaciona con la reducción de la inflamación. Los compuestos más activos son los azufrados y la dosis eficaz para mejorar la respuesta inmune en humanos es de 1,8 a 10 gramos de ajo por día.

Los componentes del ajo también estimulan la producción de las líneas de defensa del cuerpo. Por ejemplo, los linfocitos, los macrófagos y las células killer. Así mismo, incrementan las citocinas inmunoestimulantes.

Esta actividad inmunomoduladora es eficaz para ayudar en el tratamiento de la gripe, los resfriados y las bronquitis. Así mismo, también se ha asociado al mecanismo de prevención del cáncer.

Antimicrobiano y antifúngico

Las propiedades antiinfecciosas del ajo son conocidas desde la antigüedad. Presenta actividad antimicrobiana frente a diferentes bacterias productoras de enfermedades, como E. coli, Salmonella, H. pylori, entre otras. La alixina del ajo ha evidenciado efectos inhibitorios importantes contra los hongos, las levaduras y los parásitos.



Recomendaciones sobre la ingesta de ajo

El ajo se puede encontrar en 5 distintas formas en el mercado:

  • Fresco crudo.
  • En aceite esencial.
  • Aceite macerado.
  • Polvo.
  • Extracto de ajo envejecido.

Estos preparados se comercializan como cápsulas o tabletas. Tienen una cubierta para evitar la descomposición de sus componentes activos y la afectación del aliento.

La Agencia Europea de Medicamentos establece las siguientes dosis para adultos y ancianos, de acuerdo al tipo de preparado contenido en la cápsula:

  • Con polvo de ajo: una dosis única de 300 a 750 miligramos o dosis diarias entre 900 a 1380 miligramos divididas entre 3 a 5 tomas.
  • Extracto líquido: una dosis única entre 110 a 220 miligramos, 4 veces al día, y como dosis diaria entre 440 a 880 miligramos.
  • Extracto seco de ajo: se recomienda una dosis de 100 a 200 miligramos, una o dos veces al día, o dosis diarias de 100 a 400 miligramos.
Es importante leer el rótulo y seguir las indicaciones del médico o del nutricionista para adecuar la dosis a cada caso en particular.
El ajo forma parte de remedios naturales que se conocen desde antaño. La industria ha producido versiones más comerciales para su aprovechamiento.

Posibles efectos adversos

La frecuencia con la que pueden aparecer algunos efectos adversos aún es desconocida. Sin embargo, se mencionan los siguientes como más habituales:

  • Mal aliento y mal olor corporal.
  • Dolor de cabeza, mareos y sudoración profusa.
  • Flatulencias, malestares estomacales y diarrea.
  • Función plaquetaria alterada con posibles hemorragias.
  • Cambios en la microflora intestinal.
  • Bajos niveles de azúcar en sangre.

Contraindicaciones de las cápsulas de ajo

Las cápsulas de ajo deben evitarse durante ciertos estados fisiológicos, como el embarazo y la lactancia. En este último caso, puede alterar el sabor de la leche materna.

También debe omitirse en pacientes con problemas hemorrágicos, con trastornos digestivos, que sufran de baja presión sanguínea y a los que se les planifique una cirugía.

Tampoco deben tomarse con anticoagulantes orales en conjunto, como la warfarina. Ni antihipertensivos, como el lisinopril, o analgésicos como el paracetamol.

¿Se recomienda incorporar cápsulas de ajo en las dietas saludables?

La respuesta a esta pregunta es afirmativa. En las dietas saludables solemos utilizar ajo como condimento, así que las cantidades a ingerir no siempre serán suficientes.

Es recomendable usar las cápsulas de ajo bajo la directriz de un profesional de la salud que nos indique las mejores dosis preventivas. Las mismas dependerán de la presentación de la cápsula.

Sin embargo, las mejores son las más concentradas. Un extracto de ajo en dosis de 100 a 220 miligramos, distribuido en 2 a 4 tomas diarias, es suficiente.


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