Celebró su título de ingeniero donde su madre vende ropa usada
Por fortuna, son muchos los hijos que exaltan con orgullo el trabajo de sus padres. Pues esta actividad es la que les brinda la oportunidad de estudiar la carrera de sus sueños y comenzar a alcanzar cada uno de sus objetivos.
Así lo demostró Enrique Zapata, un joven mexicano que el día de su graduación decidió ir al lugar de trabajo de su mamá a posar con su diploma. Esto, debido a que reconoce que gracias a ese local pudo obtener los recursos necesarios para pagar todos los semestres de la carrera profesional.
El trabajo de su madre es vender ropa usada en un local informal. De esa manera, a pesar de que la cantidad de ganancias que consigue no son exageradas, desde el primer momento decidió invertirlo todo en la educación de su hijo.
Al fin y al cabo, esto demuestra el maravilloso amor y sacrificio de los padres. Pues así no les sobren los recursos, hacen los esfuerzos pertinentes para que sus hijos puedan tener un mejor futuro.
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La celebración
Enrique nació en el seno de una familia humilde pero trabajadora. De ese modo, su mamá nunca fue reacia a realizar ningún trabajo informal porque tenía claro que así podía sacar adelante a su hijo.
De la misma manera, Enrique creció siendo agradecido con esa labor que era la que le permitía satisfacer todas sus necesidades básicas. A raíz de ello, al conseguir su título universitario, se dirigió de inmediato al establecimiento para hacerle un merecido reconocimiento.
Al llegar, el joven le hizo saber a su madre que el título también le pertenecía a ella por cada uno de los esfuerzos que había realizado. Además, le comunicó que para toda la vida iba a estar agradecido con ese lugar de trabajo por proporcionarle los recursos necesarios para formarse como profesional.
Asimismo, manifestó que ese era el mejor escenario en el cual podía festejar su logro. Pues de él fue que se obtuvo todo el dinero para poder pagar transporte, matrículas, fotocopias, materiales y cada uno de los gastos extra que implica una universidad.
Adicional a ello, era el lugar en el que más se sentía cómodo, debido a todo lo que le había brindado. A pesar de que muchas veces las ganancias eran mínimas, en todo momento le permitieron cubrir cada una de las necesidades que se le iban presentando en el camino.
La viralización de la historia
Después del festejo individual en el local, Eduardo quiso compartir un mensaje a través de sus redes sociales. Sintió la necesidad de agradecerle a cada uno de los clientes que confiaron en el trabajo de su madre y le permitieron ganar el dinero para pagar la carrera.
A raíz de ello, les hizo saber que ellos también eran merecedores de la dedicatoria del título. Habían colaborado poniendo los granitos de arena indispensables para poder impulsar el sueño que estaba latente.
Por otro lado, aprovechó la ocasión para transmitirle a la gente la importancia de apoyar y valorar a los comercios informales. Pues son lugares en los que se pueden obtener las ganancias para seguir formando a los profesionales del futuro.
A causa del sentido contenido de calidad, en poco tiempo la publicación superó las 80 000 interacciones. De igual modo, se llenó de felicitaciones por la consecución del logro y la noble actitud de valorar el trabajo de su madre.
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Reflexión final
Esta historia es indispensable para reflexionar sobre la importancia de valorar cada uno de los trabajos del mundo. Al final del camino, en todos se realizan los máximos esfuerzos para poder cumplir los sueños que se tienen en mente.
Además, es otra de las tantas historias que permiten valorar a los padres. Ellos siempre demuestran estar preparados para vencer los obstáculos y brindarle lo mejor a sus hijos.
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