Celiaquía: síntomas y dieta
La enfermedad celíaca o celiaquía es un trastorno que se caracteriza por una inflamación crónica del revestimiento del intestino delgado. La causa es la exposición al gluten, presente en la mayoría de los cereales.
Cuando el paciente es intolerante, cuando consume alimentos con gluten, se produce una reacción inmune contra la mucosa del intestino delgado. Una reacción que acaba provocando la atrofia de las vellosidades, responsables de la absorción de los alimentos.
Hay que tener en cuenta que la enfermedad celíaca puede desarrollarse en cualquier momento, a cualquier edad. Por otra parte, afecta en mayor medida a las mujeres. En cualquier caso, no dudes en consultar con tu médico o un especialista si tienes síntomas de intolerancia al gluten.
Síntomas de la celiaquía
Los síntomas son consecuencia de la inexistencia de las vellosidades intestinales, por lo tanto, los alimentos no se absorben correctamente. Los síntomas intestinales son dolor abdominal, distensión, diarrea o estreñimiento, náuseas y vómitos, pérdida de peso y falta de apetito. Así lo evidencia un estudio publicado en BMC.
Si no se detecta el problema, la no absorción de vitaminas, minerales y otros nutrientes puede suponer la aparición de otros síntomas como consecuencia de su déficit. Pueden aparecer cansancio, depresión, aftas bucales, propensión a los hematomas, dermatitis, dolor articular, etc.
De todas formas, ante la presencia de los síntomas intestinales, el médico suele sospechar de celiaquía. Es una de las primeras enfermedades que quiere descartar mediante la realización de análisis de sangre.
En el caso de que hubiera indicadores positivos de anticuerpos anti-transglutaminasa, se realizará una biopsia del intestino. Si se aprecia una ausencia de vellosidades el diagnóstico será definitivo.
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Dieta sin gluten
La enfermedad celíaca no se cura, pero los síntomas remiten. De acuerdo con un estudio publicado en Gastroenterology Clinics of North America, cuenta con un componente genético importante.
Siguiendo una dieta estricta en la que se elimine el gluten, las vellosidades, poco a poco, se van recuperando. Pero es importante eliminar de la dieta todos aquellos alimentos, procesados o no que puedan tener gluten, incluso en cantidades ínfimas.
El gluten está presente en la mayoría de los cereales, como el trigo, el centeno o la cebada. Los alimentos prohibidos, por tanto, serán el pan, harinas y cualquier producto preparado con alguno de ellos.
Hay que eliminar, así, pasta alimenticia, bollos, galletas, pastelería en general, chocolate, sémola de trigo, infusiones y bebidas preparadas con alguno de estos cereales (cerveza, malta, agua de cebada, etc.).
Se deberá tener especial cuidado y leer detenidamente la composición de cualquier alimento manufacturado. En muchos de ellos puede haber gluten. Es el caso de patés, charcutería, quesos preparados y sucedáneos, salsas, conservas, dulces, helados, frutos secos tostados o fritos, etc.
En resumen, cualquier producto elaborado es susceptible de contener gluten. Por ello es conveniente leer detenidamente las etiquetas. En caso de duda, mejor elegir productos que marquen específicamente que están libres de gluten.
La avena: un caso particular
Tradicionalmente, la avena se ha considerado un cereal libre de gluten, pero hay particularidades. Está incluida en el listado de la Unión Europea de alimentos libres de gluten. Sin embargo, tiene una pequeña cantidad de prolaminas, proteínas parecidas a las del trigo, de ahí que algunos pacientes con celiaquía no toleren la avena.
Los alimentos libres de gluten
Los pacientes con celiaquía deben tener presente que sí pueden llevar una alimentación balanceada, aún cuando les convenga evitar algunos alimentos en concreto.
El hecho de tener que evitar ciertos alimentos no significa que no se pueda seguir una dieta equilibrada. Al contrario, la gran mayoría de alimentos están libres de gluten. Así que se puede comer sin problemas:
- Huevos.
- Arroz, maíz, tapioca.
- Miel, azúcar, sal, aceite y vinagre.
- Leche y derivados frescos.
- Carne, pescado y marisco frescos.
- Frutas, verduras, hortalizas y legumbres.
Además de todo ello, cada vez se comercializan más productos que están libres de gluten. Aunque en este punto siempre será fundamental revisar bien las etiquetas.
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A tener en cuenta
El Manual MSD aclara que “Algunas personas continúan presentando los síntomas a pesar de evitar el gluten. En estos casos, puede que el diagnóstico sea incorrecto o que la enfermedad haya evolucionado a un trastorno llamado enfermedad celíaca refractaria”. Así lo evidencia un estudio publicado en la revista Current Gastroenterology Reports.
La celiaquía, una patología de difícil manejo
Como has podido comprobar, la celiaquía es una patología que condiciona la salud intestinal. Requiere de un manejo dietético estricto para evitar que se desarrollen los síntomas y que se complique la función digestiva. De lo contrario podrían experimentarse consecuencias desastrosas para la salud.
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