¿En qué consiste la cirugía para tratar la enfermedad por reflujo gastroesofágico?
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La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) afecta a cerca del 15 % de la población y podría tener un tratamiento mediante cirugía. El trastorno produce síntomas molestos, aunque en la mayoría de los casos son leves. De igual forma, influyen en la calidad de vida de las personas.
A pesar de que el tratamiento médico suele ser efectivo, existen pacientes que podrían obtener un gran beneficio con la cirugía. Sobre todo, aquellos que tienen una baja respuesta al abordaje tradicional.
El tratamiento quirúrgico no es la opción más solicitada y tampoco es la más indicada. Representa una alternativa válida para un grupo de pacientes, siempre y cuando la evaluación del cuadro clínico sea completa y se dispongan de estudios complementarios suficientes.
Tratamiento quirúrgico para la ERGE: ¿cuándo es una opción?
Alrededor del 10 % de todos los pacientes con enfermedad por reflujo gastroesofágico son operados. Esta cifra es en apariencia baja, pero tiene varias explicaciones importantes.
En primer lugar, como todo procedimiento quirúrgico, conlleva un riesgo que debe ser analizado antes. Por ello, algunos médicos se cohíben de siquiera mencionarla.
Otra razón para explicar el bajo número de pacientes con ERGE operados radica en la severidad de la enfermedad. Más del 70 % de las personas con este trastorno manifiesta síntomas leves. Por lo que es poco probable que un médico considere una opción quirúrgica.
Esa actitud conservadora resulta prudente casi siempre.
Por otro lado, muchos de los pacientes con ERGE se automedican, por lo que no disponen de una asesoría fidedigna. Esto es porque los síntomas mejoran con el consumo de antiácidos o protectores gástricos, los que se comercializan sin receta profesional. Así, ante el alivio momentáneo del reflujo, se deja de lado la consulta y la evaluación de posibles alternativas.
Indicaciones de la cirugía en pacientes con enfermedad por reflujo gastroesofágico
Es importante destacar que, hasta la actualidad, los estudios proponen a la cirugía como opción solo en casos específicos de pacientes con ERGE. Asimismo, la evaluación cuidadosa e individualizada siempre debe ser la prioridad.
Dentro de las indicaciones para la cirugía antirreflujo se encuentran las siguientes:
- Pacientes en los que, al suspender el tratamiento, reaparecen los síntomas. O necesidad de incrementar la dosis de las pastillas de forma reiterada.
- Casos en los se constatan complicaciones de la ERGE, como esofagitis, úlcera o estenosis esofágica y esófago de Barrett.
- Personas que no desean seguir recibiendo medicación de forma crónica.
- Personas jóvenes con recaídas frecuentes.
- Presencia de hernia hiatal.
Es indispensable conocer que, aunque en la mayoría de los casos, la cirugía antirreflujo parece mejorar los síntomas, algunos pacientes seguirán necesitando medicación luego del procedimiento. Un ejemplo lo constituyen aquellas personas cuya sintomatología aparece al momento de dormir.
Exámenes recomendados para optar por la cirugía
El diagnóstico de ERGE es clínico. Es decir, toma en cuenta los síntomas característicos de la enfermedad (pirosis, acidez, regurgitación, eructos, halitosis e incluso tos).
Dentro de las exploraciones complementarias se encuentran las siguientes:
- Evaluación de la función esofágica mediante manometría.
- Medición ambulatoria del pH (pHmetría).
- Estudios radiológicos.
- Endoscopia.
Del mismo modo, algunos autores proponen el diagnóstico en los casos en los que se constatan cambios anatómicos característicos de reflujo gastroesofágico. Estos solo pueden ser evidenciados mediante la endoscopia y la información que arroja una biopsia de la mucosa del esófago.
Es relevante explorar la presencia de una enfermedad psiquiátrica, como la depresión mayor, puesto que la sensación de satisfacción con el procedimiento puede verse disminuida por ello.
Consideraciones importantes de la cirugía
Algunos pacientes con enfermedad por reflujo gastroesofágico no son los mejores candidatos para la cirugía. Por ello, la información debe adaptarse a las condiciones individuales de cada persona, sin generalizar.
Dentro de las situaciones con menor tasa de éxito quirúrgico se encuentran las siguientes:
- Asociación de patología psiquiátrica, como la bulimia nerviosa y la depresión mayor.
- Casos con mejoría de las alteraciones de la mucosa esofágica con los medicamentos.
- Pacientes con obesidad, en especial cuando esta es grave.
- Resultados de la pHmetría dentro de valores normales.
- Presencia de un trastorno motor severo del esófago.
- Personas con síntomas atípicos de ERGE.
¿De qué se trata la cirugía para la enfermedad por reflujo gastroesofágico?
Aunque hay disponibles diversas técnicas quirúrgicas para manejar la ERGE, la finalidad que buscan es restaurar la función normal del esfínter esofágico inferior. La cirugía más utilizada es la funduplicatura y puede hacerse tanto por abordaje abdominal como a través del tórax. Del mismo modo, el cirujano puede optar por una incisión (laparotomía) o por el uso de laparoscopia.
Funduplicatura de Nissen y Toupet
Las dos técnicas descritas con mayor frecuencia son las funduplicaturas. Dentro de estas, la más usada y la que posee mayores tasas de éxito es la de Nissen. En ella, el cirujano intenta crear un mecanismo valvular para controlar el reflujo gastroesofágico. Por este motivo, emplea el fondo del estómago para rodear el esófago en su totalidad.
Por su parte, en la funduplicatura de Toupet, el procedimiento no crea un anillo completo. Así, es recomendado en pacientes que, además de la ERGE, tienen alteraciones de la motilidad esofágica.
Otras opciones quirúrgicas
Existen otras técnicas menos utilizadas y con menores tasas de éxito. Además, están descritos algunos procedimientos endoscópicos que intentan normalizar la función del esfínter esofágico inferior para evitar el reflujo constante.
Entre ellos se encuentran los siguientes:
- Gastroplastia endoscópica.
- Ablación por radiofrecuencia.
- Inyección de algunas sustancias.
Se han propuesto técnicas mínimamente invasivas para el manejo de la ERGE. Constituyen una opción esperanzadora de tratamiento, como el brazalete magnético cardial y la estimulación eléctrica del esfínter esofágico inferior. Sin embargo, se necesitan más estudios al respecto.
¿Qué complicaciones posee la cirugía antirreflujo?
Al igual que en cualquier otro procedimiento quirúrgico, existen riesgos que son propios de toda cirugía y del uso de anestesia. Entre ellos, la hemorragia, el tromboembolismo y la infección.
Sin embargo, en este caso también se pueden asociar otras complicaciones que dependen del abordaje; por laparotomía (cirugía abierta) o por laparoscopia. Dentro de las complicaciones propias de estas cirugías conocemos las siguientes:
- Retención de aire.
- Perforación esofágica o gástrica.
- Dolor al comer alimentos (disfagia).
- Enfisema mediastinal o subcutáneo.
- Imposibilidad para vomitar.
- Lesión hepática o del bazo.
- Neumotórax.
Conoce ¿Qué es la disfagia?
Ventajas de la cirugía para la enfermedad por reflujo gastroesofágico
En conclusión, aunque la cirugía antirreflujo es un procedimiento que debe ser evaluado con detenimiento, representa una opción de tratamiento válida para algunos pacientes. Es importante resaltar que la efectividad del abordaje es similar a la que muestran los medicamentos. Sin embargo, la opción quirúrgica tiene la ventaja adicional de no causar efectos adversos a largo plazo.
Del mismo modo, la cirugía evita que las lesiones esofágicas producidas por la presencia constante de ácido gástrico sobre las paredes del órgano evolucionen a otras enfermedades, más difíciles de tratar. Es el caso del esófago de Barrett, con riesgo concreto de progresar a adenocarcinoma.
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