¿Qué es el colectivismo?
El colectivismo es una postura filosófica que defiende la superioridad del colectivo sobre la persona individual. Por tanto, asume que el bien público está por encima del personal.
Así, se justifica el establecimiento de regímenes de alta intervención gubernamental, en los cuales los derechos individuales tienen poca importancia. Por lo tanto, desde una perspectiva política y económica, el colectivismo podría definirse como aquella doctrina que asume que los bienes y los medios de producción deben ser propiedad del Estado o de la comunidad.
Características del colectivismo
Para comprender mejor esta perspectiva, a continuación exponemos sus características principales. Estas son las más importantes.
Superioridad de lo colectivo
El colectivismo siempre va a colocar los intereses colectivos por encima del interés personal de cada individuo. Y entre dos grupos de distinto tamaño, el que está conformado por el mayor número de personas será considerado superior al otro.
Por lo tanto, en el discurso colectivista se halla presente el sacrificio de lo individual, pues el colectivo es considerado como moralmente superior.
Lenguaje que alude a un conglomerado de personas
En el lenguaje colectivista es común encontrarse con una serie de palabras que aluden a grupos de personas, como sociedad, nación, comunidad, hermandad, camaradería, colectividad, gremio, corporación, clase social, entre otros similares.
El uso frecuente de estas palabras y sus derivados representa un indicador fiable de una mentalidad colectivista. En especial en los discursos políticos u organizacionales.
Es común a una variedad de ideologías
El colectivismo es una categoría genérica que, a su vez, incluye una variedad de perspectivas e ideologías. Todas ellas comparten la exaltación de lo colectivo.
Algunas de estas posturas son las siguientes:
- Socialismo.
- Comunismo.
- Nacionalismo.
- Corporativismo.
- Fascismo.
Necesita un fuerte de poder central
Para que el colectivismo pueda funcionar necesita de una entidad poderosa que tenga la capacidad de representar a la colectividad y actuar en su nombre. Para ello debe ser capaz de imponer medidas que sacrifiquen al grupo más pequeño en pro del más numeroso.
Algunas políticas colectivistas son intervenciones, como el control de precios en defensa de la mayoría, los sesgos legales a favor de los sindicatos, la propiedad estatal de las empresas para el bien de la sociedad y la censura de medios para evitar la difusión de ideas que puedan perturbar la armonía.
Esto trae consigo el riesgo de que las entidades poderosas se aprovechen de su posición para actuar en beneficio personal. Como sucede en los regímenes totalitarios.
División social
Otro rasgo característico del colectivismo es la tendencia a distinguir entre clases sociales. Para ello, suele recurrir a clasificaciones duales, como pobres-ricos, proletarios-burgueses, propietarios-desposeídos.
Se opone al individualismo
El individualismo es aquella doctrina social, política y económica que defiende las necesidades y el bienestar individual por encima de las del grupo o comunidad. Además, promueve la independencia y la autosuficiencia.
En las culturas individualistas, las decisiones, los logros, las metas y los deseos suelen definirse como personales y no como colectivos. Por tanto, las personas que integran este tipo de culturas consideran como prioridad el prestigio social, el éxito, el dominio y la riqueza personal.
Por su parte, en las culturas colectivistas las personas suelen definirse en función de sus vínculos dentro del grupo. O sea, hay un mayor interés por el bienestar de los demás, preocupación por la justicia social y compromiso con las tradiciones.
Críticas al colectivismo
Como toda postura filosófica, el colectivismo tiene sus defensores y detractores. Una de las mayores críticas va dirigida a la valía o dignidad del individuo, definida en función de cómo contribuye a la sociedad.
Por ejemplo, una persona será considerada superior si pertenece a un sindicato. Pero ese mismo sujeto perderá la dignidad si sale de este colectivo y se convierte en un empresario.
Por su parte, el colectivismo ha sido fuertemente criticado por la tendencia a establecer sistemas autoritarios que violan libertades y derechos humanos. En este caso, los más afectados son aquellos grupos minoritarios o individuos que no comparten los ideales del gran colectivo.
A la postura colectivista también se le ha remarcado por ir en contra de las iniciativas personales y su logro. Las mismas tendrían que ser puestas de lado si no son compatibles o no benefician al colectivo.
La importancia de los Derechos Humanos
Dentro del colectivismo existen ideas rescatables, como las nociones de solidaridad, justicia social e igualdad entre los miembros del grupo. Sin embargo, no debemos olvidar que cada persona posee derechos humanos y bajo ninguna circunstancia deben ser violados. Es pertinente ser críticos y cuidadosos con todas aquellas posturas que supongan un riesgo a los mismos.
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