Colitis ulcerosa: una enfermedad aún desconocida
Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater
La colitis ulcerosa es una enfermedad inflamatoria que afecta al colon y al recto. En la mayoría de los caso, los síntomas no aparecen de manera repentina, pero pueden provocar complicaciones graves de salud.
Aunque todavía no existe un tratamiento que prevenga o mejore esta condición de manera definitiva, reconocer sus manifestaciones clínicas es muy importante para controlarla en sus inicios y evitar que evolucione.
A continuación, te contamos más sobre esta enfermedad y te damos algunos consejos que contribuyen tanto a prevenirla como a mejorar sus síntomas.
¿Qué es la colitis ulcerosa?
Según una publicación de National Health Service, en la colitis ulcerosa el revestimiento del intestino grueso se inflama y se desarrollan pequeñas heridas abiertas o úlceras, las cuales pueden producir pus y moco.
Esta combinación entre la inflamación y ulceración cursa con un malestar abdominal que se concentra en la zona del colon. Vale la pena recordar que el colon puede concentrar su dolor en la zona baja del abdomen, un poco más abajo del ombligo. No obstante, esta molestia puede disminuir cuando la persona está acostada.
Es importante tener en cuenta que el tratamiento para esta dolencia es aún desconocido y su etiología sigue siendo objeto de estudio. De todos modos, ante la sospecha, es primordial acudir al médico para obtener un diagnóstico y terapias de control según el caso.
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Síntomas de la colitis ulcerosa
La mayoría de las personas que sufren colitis ulcerosa se quejan, ante todo, de dolor abdominal, ya que este es recurrente e intenso. Según la Clínica Mayo, los síntomas generales pueden variar según el caso específico de cada individuo. Sin embargo, es importante tenerlos en cuenta. Pueden ser los siguientes:
- Diarrea, que suele tener sangre o pus.
- Dolor y cólicos abdominales.
- Dolor en el recto.
- Sangrado rectal.
- Necesidad urgente de defecar.
- Incapacidad para defecar a pesar de la urgencia.
- Adelgazamiento.
- Fatiga.
- Fiebre.
- En el caso de los niños, problemas de crecimiento.
Estos síntomas no son permanentes, es decir, tienden a ir y venir. En ocasiones, se pueden presentar algunas veces al mes, durante dos o tres años, y más tarde remitir. No obstante, como ya comentamos es necesario tener siempre un control médico para aprender a sobrellevarlo.
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Posibles causas
Aunque se ha atribuido a la predisposición genética, los malos hábitos alimenticios y el estrés, lo cierto es que las causas de esta condición todavía son desconocidas.
La publicación de la Clínica Mayo mencionada anteriormente sugiere que una de las posibles causas podría ser el mal funcionamiento del sistema inmunitario, ya que este, en una respuesta anormal, puede atacar las células del aparato digestivo.
También, señala que esta enfermedad afecta a hombres y mujeres por igual y, por lo general, suele aparecer sobre los 30 años de edad.
¿Cómo controlarlo?
Como lo detalla una publicación en Harvard Health Publishing, hay algunos consejos básicos que se pueden tener en cuenta para disminuir los síntomas. Puedes probarlos y descubrir cuál es el que mejor se adapta a tus necesidades personales.
- Intenta llevar una dieta lo más natural posible, evitando alimentos que contengan gluten. Asimismo, evitar el consumo de lácteos y comidas preparadas o con conservantes.
- Aumenta el consumo de alimentos ricos en fibra o ácidos grasos omega-3 (nueces, salmón, aceite de oliva o aguacate).
- La modificación en el estilo de vida también es importante. Gestionar el estrés y las emociones negativas, dejar de fumar, realizar actividad física diaria, entre otras, pueden ayudar a disminuir los síntomas.
- Consume vitamina C para ayudar al sistema inmunitario a tener más defensas.
- Ingiere licuados naturales a base de ingredientes naturales como la manzana, la zanahoria y el pepino.
Vale la pena recordar que, tal y como se ha señalado a lo largo del artículo, en caso de sufrir colitis ulcerosa, es muy importante contar con un diagnóstico médico. El profesional, a través de pruebas pertinentes, puede determinar si los síntomas corresponden a esta enfermedad y si son necesarios tratamientos más allá del estilo de vida.
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