Collares de ámbar para bebés: ¿por qué es riesgoso su uso?
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En algunos lugares de América Latina y de España existe la creencia de que colocarle collares de ámbar a los bebés ayuda a que sientan menos molestias durante el proceso de dentición. Se dice que basta con que los porten para que sientan alivio.
La aparición de los dientes es un momento complicado tanto para los pequeños como para los padres. Las molestias propias de este proceso llevan a que el bebé esté irritable y sea difícil confortarlo. Y aunque el uso de este tipo de accesorios parece inofensivo, lo cierto es que acarrea algunos riesgos.
En 2018, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) emitió una advertencia al respecto. ¿Por qué es mejor evitarlos? ¿Qué hacer para afrontar la etapa de dentición? En el siguiente espacio lo detallamos.
¿Qué son los collares de ámbar para bebés?
Los collares de ámbar para bebés son unos accesorios elaborados con cuentas o pepas que, por lo general, están dispuestas en forma consecutiva en un hilo flexible o en un caucho. A menudo, se colocan en el cuello, aunque también hay brazaletes del mismo tipo.
Los comerciantes de estos artículos defienden la idea de que su uso disminuye el dolor provocado por el proceso de dentición en el menor. En concreto, la temperatura del bebé ayuda a que el collar libere una sustancia que se absorbe por la piel, lo que genera el efecto analgésico.
Por supuesto, estas creencias no pasan de ser literatura popular. Hay quienes afirman que el efecto solo es posible al utilizar ámbar del Mar Báltico, que es el único que contiene ácido succínico, vinculado a efectos antiinflamatorios. De todos modos, estos collares están hechos en una amplia variedad de materiales.
De cualquier modo, hasta el momento no hay ninguna evidencia científica que pueda respaldar sus supuestos efectos. Por el contrario, las investigaciones han determinado que su uso tiende a resultar riesgoso.
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Supuestos beneficios de los collares de ámbar
Como ya lo anotamos, los defensores del uso de los collares de ámbar dicen que estos artículos segregan ácido succínico, gracias al calor transmitido por la temperatura corporal del bebé. Sin embargo, esto no se ha podido probar.
De hecho, en condiciones normales, el ámbar del Mar Báltico del que hablan solo excreta el ácido succínico a una temperatura de 200 grados centígrados. Como es obvio, la temperatura corporal jamás llega a esos niveles.
En algunos casos se emplea como referente un viejo experimento que se llevó a cabo con ratones. En este utilizaron el ácido succínico para reducir la ansiedad en estos animales. Sin embargo, este se usó en una presentación farmacológica.
Lo único cierto es que hasta el momento no hay una sola prueba de su eficacia. No se ha demostrado que reduzcan el dolor causado por la dentición o la inflamación de las encías. Tampoco que liberen ácido succínico.
Peligros de los collares de ámbar
De lo que sí hay evidencia es de los peligros que acarrea su uso en los bebés. Como se mencionó con anterioridad, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) emitió una advertencia oficial sobre el uso de este tipo de artículos.
En el comunicado señala que se reportaron casos de atragantamiento e incluso ahogamiento en bebés por el uso de estos collares. Los peligros puntuales son los siguientes:
- Estrangulamiento cuando se estrecha alrededor de cuello. Por ejemplo, puede ocurrir si el collar se engancha en otro objeto y aprisiona el cuello del pequeño.
- Asfixia. Si el collar se rompe, alguna pepa puede entrar por la boca o la nariz. Esto obstruye las vías respiratorias y el bebé corre el riesgo de ahogarse.
- Infección. Este tipo de artículos suelen acumular suciedad. Esto favorece la presencia de bacterias e incrementa el riesgo de infección.
¿Cómo abordar el proceso de la dentición?
La aparición de los dientes es un proceso que causa molestias a los bebés, pero no implica ningún riesgo para su salud. Se trata de una etapa larga, ya que los dientes de leche solo terminan de salir hasta los 2 años. Sin embargo, los síntomas suelen ser más intensos al comienzo.
De cualquier modo, se trata de una condición temporal que pasa con o sin la ayuda de remedios caseros. Lo único importante es no elegir medios de alivio que pongan en riesgo al bebé, como los collares de ámbar. ¿Qué hacer entonces? Las siguientes son algunas medidas eficaces:
- Aplicación de frío. Se puede tomar una toallita limpia y hacerle un nudo en la punta. Luego, congelar esta zona y dársela al bebé para que la muerda. El frío alivia.
- Juguetes para morder. Cuando el bebé muerde este tipo de juguetes de goma siente alivio en las encías.
- Masaje. Un suave masaje en las encías puede proporcionarle mucho alivio al bebé. Como es obvio, se debe hacer con las manos limpias.
- Medicamento. Si el bebé tiene un malestar muy intenso, lo indicado es comentarlo con el pediatra. Es posible que sea necesario emplear algún fármaco.
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Recomendaciones finales
La recomendación de los pediatras es la de no usar los collares de ámbar para bebés, ni cualquier otro tipo de alhaja o artículo que pueda representar un riesgo. Es importante hacer hincapié en que no hay ninguna evidencia científica sobre la eficacia de estos accesorios, pero sí de sus peligros.
Si de todos modos los padres deciden utilizarlos, lo indicado es que solo se los coloquen bajo vigilancia. Si no hay una persona atenta, lo correcto es quitárselo y hacer lo mismo cuando vayan a dormir.
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