¿Cómo cuidar las cicatrices en verano?
En épocas como el verano es importante aplicar algunos cuidados sobre las cicatrices que quedan expuestas a los rayos del sol. Aunque hoy en día son marcas que se pueden reducir con la aplicación de varios tratamientos, es conveniente evitar complicaciones debido a la radiación solar.
Recordemos que cualquier lesión que genere una ruptura de la superficie de la piel causa una cicatriz. No siempre quedan de por vida, pero muchas tardan años en desvanecerse. Veamos en detalle algunas recomendaciones para que el verano no las afecte de forma negativa.
¿Cómo se generan las cicatrices?
Antes que nada, cabe hacer un breve repaso sobre cómo se generan las cicatrices. En general, al provocarse una herida, la piel inicia un proceso de cicatrización que variará su duración en base a la gravedad de la lesión.
Desde que se genera el daño hasta su curación ocurren varias fases. La revista de la Sociedad Española de Heridas las detalla de la siguiente manera:
- Fase de coagulación: inicia al momento de producirse la herida, cuando comienza a sangrar se pone en marcha la coagulación para detener la hemorragia. La costra se forma cuando los coágulos se secan.
- Fase de inflamación: consolidada la costra, comienza la respuesta del sistema inmunitario para evitar posibles infecciones y, a su vez, proteger la herida. Los vasos sanguíneos se dilatan, y así permiten la correcta nutrición y oxigenación de la herida. Por lo mismo, durante estos días el área se observa enrojecida e inflamada.
- Fase proliferativa: se regenera el tejido que se encuentra dañado y comienza a disminuir su tamaño. Se estimula la formación de colágeno, a los 15 días después de ocasionada la lesión.
- Fase de remodelación: inicia cuando la dermis se encuentra reparada. Esta etapa puede llegar a durar 2 años en función a la gravedad, y concluye con la cicatriz final.
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Recomendaciones para el cuidado de las cicatrices en verano
Las cicatrices son un motivo de consulta frecuente en la dermatología, sobre todo cuando se generaron de manera reciente y se acerca el verano. Si la cicatriz es blanca (ya ha pasado más de un año y medio), ya no se requieren cuidados especiales. De no ser así, lo mejor es poner en práctica las siguientes recomendaciones.
Utilizar protector solar
Las últimas actualizaciones publicadas en 2016 por Seminars in Plastic Surgery detallan que las cicatrices recién formadas, de menos de 18 meses, son altamente susceptibles al daño de los rayos UV. En particular, pueden causar hiperpigmentación y cambios estructurales en la matriz de colágeno.
Se recomienda minimizar la exposición solar de la misma, cubriéndola con un vendaje o ropa. Además, es esencial emplear un protector solar igual o superior a 50 SPF, durante los 12 a 18 meses posteriores a la lesión.
Los rayos ultravioletas aumentan la vascularización. En consecuencia, la cicatriz incrementa su eritema y se puede hiperpigmentar. El protector solar contribuye a evitar la melanogénesis, que ocurre tras la estimulación de los rayos UV.
Aplicar presión moderada con láminas de gel
El uso de láminas de gel de silicona se considera la primera línea de tratamiento recomendada en caso de cicatrices recientes. Según un estudio publicado por Cirugía Plástica Estética una nueva formulación de gel de silicona genera una lámina delgada y flexible sobre la herida recién epitelizada, siendo igual de efectiva.
El tratamiento se debe realizar durante el día y la noche, con un tiempo mínimo de 18 horas al día, durante un período de 3 meses, con el uso del vendaje oclusivo.
Humectar la zona
Es necesario mantener la piel hidratada para que permanezca con la elasticidad suficiente para regenerarse de manera más efectiva. Existen productos específicos que contribuyen a mejorar el aspecto de las cicatrices difíciles, a la vez que ejercen un efecto hidratante y emoliente.
Se pueden utilizar cremas que contengan vitaminas A y E o lociones con ácido hialurónico, que colaboran en la mejoría de la cicatriz. Otra opción es aplicar vaselina, que contribuye a mantener en buenas condiciones la lesión debido a su poder hidratante.
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Realizar masajes diarios
Para promover un adecuado proceso de cicatrización, sobre todo en lesiones durante el verano, es conveniente aplicar masajes. Los mismos pueden hacerse tras el período inicial de curación, es decir, 2 o 3 semanas después.
La revista Advances in Wound Care detalla que es una terapia muy recomendada para aplanar y ablandar cicatrices. Su aplicación conduce a una cicatriz más flexible y suave por medio de la degradación del colágeno excedente y poco flexible.
Para obtener sus beneficios, lo ideal es realizarlo dos veces al día, durante diez minutos, por al menos seis meses.
Es importante cuidar las cicatrices en verano
Cuando las cicatrices son recientes y no han culminado todas las fases del proceso de cicatrización, la exposición solar puede ser muy perjudicial. Por eso, ahora en verano, lo mejor es evitar que tengan contacto directo con los rayos UV.
El uso diario y constante de protector solar, sumado a otras medidas como la aplicación de láminas de gel y productos humectantes, mitiga los efectos del sol. De igual manera, se recomienda usar prendas de alta cobertura. ¡Tenlo en cuenta!
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