La fobia social es un trastorno de ansiedad en el que la persona siente un miedo irracional a interactuar con…
¿Cómo podemos depurar nuestras emociones?
No todas nuestras emociones negativas son perjudiciales, pero debemos controlarlas. Los altibajos y el descontrol de nuestras reacciones pueden ser nefastos para nuestro bienestar emocional. Descúbrelo a continuación.
Depurar nuestras emociones es un concepto poco conocido, pero muy necesario para mantener el bienestar interior. Este, muchas veces, es ignorado en detrimento de la salud física, algo totalmente erróneo.
Si no nos sentimos bien a nivel emocional, difícilmente podremos tener una existencia plena, feliz y completa. Por eso, es importante que, de vez en cuando, ayudemos a nuestra mente a depurar nuestras emociones.
Profundicemos.
5 emociones tóxicas que acumulamos frecuentemente
No todas las emociones negativas son insanas. Por ejemplo, la tristeza y el enfado cumplen una función determinada, pese a su mala fama.
Sin embargo, el descontrol de cualquiera de nuestras reacciones, incluso de la alegría, puede ser nefasto para el bienestar emocional.
Por esta razón, lo importante es controlar nuestras emociones para que no nos hagan daño. Así, un enfado debe quedarse ahí y no dar paso a la ira; la tristeza, por su parte, ha de ser controlada para que no se convierta en depresión.
De la misma forma, no podemos dejar que el resentimiento, la culpa o la insatisfacción se conviertan en estados emocionales permanente. El efecto acumulativo es altamente tóxico para nuestra salud. Veámoslo a continuación:
- La ira. Puede ayudar a protegernos pero lo cierto es que es un extremo que no deberíamos sobrepasar. Puede llevar en situaciones extremas a agresiones verbales o físicas.
- El resentimiento. Ser incapaz de pasar página y perdonar hace que nos quedemos atrapados en el pasado. Determina nuestra vida presente y futura y la condiciona a un dolor emocional constante.
- La insatisfacción. Sentirnos insatisfechos puede ayudarnos a mejorar. Sin embargo, cuando este estado emocional es constante, perdemos la ilusión por la vida y nos bloqueamos. Esto hace que nos estanquemos y perpetuemos el malestar.
- La culpa. Sentirnos culpables llena nuestra mente de reproches, quejas, lamentaciones y preocupaciones constantes.
- El miedo. Es útil en cuanto a ponernos en alerta ante la posibilidad de que peligre nuestra integridad. Sin embargo, puede obstaculizar nuestro avance y convertirse en una limitación cuando pierde su sentido.
Ver también: 5 maneras de frenar las relaciones tóxicas en la familia
Cómo depurar nuestras emociones
En primer lugar, hay que tener claro que necesitamos tiempo para depurar nuestras emociones. Además, al igual que cuando hemos bebido demasiado alcohol, tendremos un período de resaca. Esta resaca emocional se conforma de culpa, ira continua, dificultades para dormir, tristeza, etc.
Sabiendo esto ya podremos dejar de “beber de las emociones negativas” y comenzaremos el proceso de limpieza emocional que tanta falta nos hace. Los síntomas desaparecerán y nuestros sentidos volverán a ser fieles a la realidad.
1. Conviértete en un observador consciente de tus emociones
Tenemos que entender que cuando estamos bajo la influencia de nuestras emociones e inseguridades nos deterioramos enormemente. No estamos interpretando las cosas con precisión y somos muy propensos a decir o a hacer cosas que podemos lamentar más adelante.
Ante estos problemas, lo importante es que seamos conscientes de que estamos ensimismados. Depurar nuestras emociones, aceptarlas y conocernos, conlleva a la reflexión.
¿Nos sentimos insatisfechos, irascibles o culpables con frecuencia? ¿Reaccionamos de manera desproporcionada cuando no sucede lo que esperamos?
Podemos comenzar a escribir un diario emocional y apuntar en él las emociones que hemos experimentado cada día y su intensidad. Busquemos esas reacciones y pongamosle nombre. Seguro que nos sorprendemos.
Si aprendemos a identificar las cinco emociones con rapidez, nos daremos cuenta de nuestro estado de embriaguez, lo que nos permitirá una retirada a tiempo que resultará ser extraordinariamente ventajosa en nuestro balance vital.
2. Date permiso para experimentar tus emociones
Nos cuesta aceptar y experimentar nuestras emociones porque durante toda la vida hemos procurado ocultarlas y negarlas. Tenemos que aprender a no temerlas y a ser sinceros con nosotros mismos.
Es la única manera de lograr manejarlas y no permitir que suceda al revés.
Te recomendamos leer: Los efectos de las emociones y pensamientos negativos en nuestro cuerpo
3. Ponte a dieta emocional
Dejemos de consumir esas emociones que hemos notado que nos hacen daño. Olvidemonos de la queja y el victimismo, de la ira, del resentimiento, de la culpa, del miedo o de cualquiera de las emociones que nos molesten.
Caminar por la vida puede ser dificultoso para una persona intoxicada por sus emociones. Sin embargo,es más complicado plantearse avanzar, no boicotear su progreso o la consecución de sus metas.
La única forma de superar este afán es hacernos conscientes de que existe la posibilidad de que haya algo en nuestro interior que alimenta el miedo. Depurar nuestras emociones ayudará a que aprendamos que merecemos lograr nuestros objetivos.
Temer a nuestros logros tiene que ver, en gran parte, con nuestra incapacidad para tolerar la incertidumbre. Estamos enfermos de certeza porque no confiamos en nuestra capacidad de hacer frente a lo que venga.
Por esta razón, es aconsejable que cada cierto tiempo llevemos a cabo este proceso de limpieza emocional, de manera que no dejemos que el malestar que genera la intoxicación afecte a nuestro bienestar.
Seamos más flexibles y seremos más felices
Necesitamos tenerlo todo atado, reatado y mil veces comprobado. Esto genera una acumulación de toxinas que desequilibra nuestro interior y nos impide estar en paz con nosotros mismos.
Si estamos intoxicados, recordemos que solo hay una persona en este mundo que nos impedirá llegar alto y esa persona somos nosotros. Intentemos depurar nuestras emociones para acabar con nuestros demonios.
Psicóloga General Sanitaria. Número de colegiada: R - 00714. Máster en Psicología General Sanitaria por la UNED. Especialista en Educación Emocional. Colaboradora en diferentes medios de comunicación. Psicóloga terapeuta, docente e investigadora en centro privado a tiempo completo. Formadora en organismos públicos de La Rioja. Investigadora en la USAL. Preparadora oposiciones Fuerzas de Seguridad del Estado. Coordinadora de las Jornadas de Psicología Emocional y otras formaciones en Consejo de Juventud de Logroño. Conferenciante en Instituto Riojano de la Juventud. Redactora y asesora de contenidos en Grupo M Contigo S.L. Profesora tutora en Máster Psicología General Sanitaria (UNIR y UNED). Profesora tutora en Grado de Psicología (UPSA). Colaboración con TEA Ediciones en el proyecto piloto de tipificación del Cuestionario TEA para la Evaluación del TDAH y las Funciones Ejecutivas, ATENTO Colaboración con Pearson Clinical Assessment en proyecto de tipificación de Clinical Evaluation of Language Fundamentals (CELF-5) y Behavior Assessment System for Children-3 (BASC-3) Creadora de programa de fomento de la empleabilidad juvenil.