¿Cómo prevenir y tratar la rizartrosis?
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La rizartrosis, también conocida como artrosis de pulgar o artrosis trapeciometarcapiana, es una condición que se desarrolla por el desgaste de la articulación de la base del dedo pulgar.
Se trata de uno de los tipos de artrosis más incapacitantes, ya que afecta el movimiento del dedo pulgar y detona dolores intensos. De hecho, debido al desgaste que sufre el cartílago de la zona, con el tiempo disminuye la fuerza de agarre y altera la función de pinza.
Veamos más sobre este padecimiento a continuación para entender cómo puede afectar la calidad de vida y qué medidas se deben tomar para evitar que empeore y dificulte más el día a día.
Causas de la rizartrosis
Aunque su principal causa es el envejecimiento, hay que tener en cuenta factores relacionados al estilo de vida de la persona, sus hábitos, tipo de ejercicios que realiza, historial de lesiones, etcétera.
En la mayoría de los casos, la rizartrosis es el resultado del desgaste que sufre la articulación del pulgar por el envejecimiento. Sin embargo, también se puede desarrollar por un traumatismo y enfermedades de tipo inflamatorias.
En su estado normal, la articulación del pulgar está cubierta en sus extremos por un cartílago que sirve como almohadilla para que los huesos se deslicen suavemente entre sí. Cuando se desarrolla esta enfermedad, el cartílago se deteriora y la superficie se vuelve áspera.
Esto conduce a un roce de los huesos, lo cual desencadena fricción y daño en la articulación. Asimismo, eleva los niveles de inflamación y produce dolores que pueden empeorar con el paso del tiempo.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo relacionados son los siguientes:
- Sedentarismo.
- Tabaquismo.
- Ser de sexo femenino.
- Tener más de 40 años.
- Antecedentes familiares.
- Sufrir sobrepeso u obesidad.
- Sufrir de artritis reumatoide o síndrome del túnel carpiano.
- Tener lesiones en la articulación del pulgar, como fracturas o esguinces.
- Realizar actividades o deportes que tensionan la articulación del pulgar.
Diagnóstico de la rizartrosis
El síntoma característico de la rizartrosis es un dolor que puede aumentar tomar un objeto haciendo pinza o apretándolo. Sin embargo, esta molestia puede venir acompañada de otras manifestaciones clínicas. Las más habituales son:
- Inflamación, sensibilidad y rigidez en la base del pulgar.
- Debilidad muscular al pinzar o al asir objetos.
- Reducción de la amplitud de movimiento.
- Aspecto huesudo de la articulación del pulgar.
Para detectar esta enfermedad, el profesional médico realiza una exploración física del paciente y revisa sus antecedentes médicos y familiares. Si hay motivos suficientes para considerar un desgaste articular, puede confirmar el problema con pruebas de diagnóstico por imágenes como radiografías.
Tratamiento de la rizartrosis
El tratamiento de esta enfermedad suele incluir el uso de fármacos a antiinflamatorios o corticoides de acción prolongada. En algunos casos, puede que sea necesario realizar una infiltración con un tipo de medicación diferente.
En las primeras etapas de la enfermedad, los síntomas se pueden combatir con una combinación de tratamientos no quirúrgicos. Sin embargo, si el problema fuera grave, el profesional médico podría sugerir una intervención quirúrgica.
El tratamiento no quirúrgico incluye:
- Uso de férulas y órtesis (para mantener en reposo y reducir el dolor del área).
- Ejercicios y fisioterapia (para evitar que la mano se quede rígida y pierda movilidad).
- Herramientas de apoyo (pelotas de goma –parecidas a las antiestrés–, etcétera).
De acuerdo con varios estudios, el ejercicio es un gran apoyo para los pacientes, pero su práctica siempre debe estructurarse de manera personalizada en consulta.
“Existe evidencia considerable de que el ejercicio físico constituye una intervención eficaz en el estilo de vida de los pacientes y se le considera una terapia conservadora efectiva para el dolor y déficit funcional”.
Para mejorar la movilidad de la articulación y reducir la severidad del dolor, se aconseja aplicar una serie de cuidados diarios, que el médico indicará para ayudar al paciente a velar por su salud y bienestar. Dentro de esos cuidados, en algunos casos el profesional podría admitir algunos remedios naturales, si considera que pueden brindar beneficios concretos.
Aunque existan diversos remedios para la artrosis, lo ideal es evitar recurrir a ellos sin antes consultarlo con el profesional, para evitar interacciones con los medicamentos e incluso con los alimentos de la dieta.
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