El mal uso de compresas y tampones
El mal uso de compresas y tampones puede elevar el riesgo de contraer infecciones y, en general, perjudicar la salud de la mujer. Por ello, es de suma importancia tener en cuenta ciertas medidas al utilizarlos. ¿Sabes cuáles pueden ser?
Las medidas son acciones muy sencillas que, además de reducir el riesgo de tener problemas en la zona íntima, ayudan a mantener la higiene de esta área tan delicada. Esto a su vez se traduce en una mayor comodidad. Veamos más acerca de esto a continuación.
Hay que respetar el horario de cambio
Una vez que la mujer se coloca la compresa o el tampón, debe tener en cuenta que, independientemente de la cantidad de flujo que llegue a tener o no, debe cambiarla a las 3-4 horas. De no hacerlo, se acumula allí residuos, humedad, mal olor y todo ello hace que sea mucho más fácil que se desequilibre la microbiota.
Además de permitirle estar fresca, cambiar la compresa o el tampón ayuda a prevenir el crecimiento excesivo de microorganismos que, en lugar de proteger, atacan la zona íntima.
Ahora bien, al momento del cambio, es recomendable lavarse con agua y jabón neutro (solo en la parte más externa) y secarse bien toda el área, antes de colocarse la compresa nueva.
- No es en absoluto recomendable llevar la misma compresa o tampón todo el día o más de 4 horas consecutivas.
- Hay que tener en cuenta que las duchas vaginales están contraindicadas en la mayoría de los casos. Sin embargo, los lavados superficiales (que pueden hacerse solamente con un poco de agua fresca), sobre el área más externa de la vagina, ayudan a retirar los residuos.
- Si deseas utilizar algún tipo de jabón, consulta con el ginecólogo cuál puede ser el más adecuado para tu caso y atiende a sus indicaciones. Utiliza siempre la cantidad que te recomiende y evita aplicarte grandes cantidades de producto (por muy bien que huela o se sienta en el momento) porque esto puede irritar y resecar la zona, y exponerla más a las infecciones.
Inquietudes comunes acerca del uso de compresas y tampones
- ¿Las compresas y los tampones son seguros? Sí, siempre y cuando se haga un buen uso de ellos.
- ¿Es cierto que las compresas resultan más peligrosas por los desodorantes, los perfumes y compuestos odor fresh? En general, el uso de productos con fragancias no son recomendables. Por lo tanto, la cuestión no está en que el hecho de que sea una compresa o un tampón, sino de que si tiene características inapropiadas, no se deberían utilizar.
- ¿Es cierto que las compresas y tampones de máxima absorción son la opción menos recomendable? Sí. Al ser de máxima absorción, es probable que la mujer considere que no es necesario cambiarse con tanta regularidad, lo cual nos lleva a lo que comentamos anteriormente: si no se cambia la toalla cada 4 horas, como mínimo, el riesgo de contraer infecciones aumenta considerablemente.
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¿Entonces qué sería bueno usar y qué no?
Es recomendable utilizar productos (compresas o tampones) que no tengan perfumes y que estén hechos de algodón, el material que permite la transpiración por excelencia.
En cambio, los protectores diarios (aún cuando no tengan perfume) no son lo ideal para el día a día, así como tampoco la ropa interior hecha de materiales sintético, pues no deja que la zona se ventile y transpire bien, a diferencia de aquellas prendas elaboradas con algodón o lino.
Por otro lado, se puede considerar el uso de la copa menstrual, que ha sido una alternativa muy bien recibida en los últimos años, dado que se ha comprobado que reduce los riesgos de sufrir infecciones, es cómoda, y mucho más higiénica en líneas generales.
La evidencia científica indica que la copa “no produce modificaciones en la flora bacteriana, ni en el pH vaginal, no se relaciona con las infecciones vulvovaginales, alergias, u otras alteraciones dérmicas, y no interfieren con los métodos anticonceptivos intrauterinos”.
¿Qué más hay que tener en cuenta?
Independientemente de que decidas usar la copa menstrual o bien compresas y tampones durante tu periodo menstrual, asegúrate de seguir siempre las medidas de higiene básicas para evitar infecciones vaginales que puedan perjudicar tu salud. Y en caso de que tengas alguna inquietud, puedes consultar con tu ginecólogo. El profesional sabrá darte el consejo más acertado para tu caso.
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