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Congelar y descongelar los alimentos: ¿qué tener en cuenta?
Descongelar los alimentos a temperatura ambiente puede crear un caldo de cultivo para la multiplicación de los microorganismos patógenos. Por eso, es importante saber hacerlo de la forma correcta.

Congelar y descongelar los alimentos resulta un punto crítico a la hora de velar por la seguridad alimentaria. Un error en estos procesos puede conllevar la proliferación de microorganismos nocivos para el ser humano.
Por ello, hay que ser riguroso en el método de conservación de los alimentos. De lo contrario, estaremos expuestos a intoxicaciones alimentarias que pueden causar problemas gastrointestinales o complicaciones aún mayores.
¿Cómo congelar correctamente?
A la hora de congelar los alimentos hay que tener en cuenta el envase en el que han sido introducidos. Se recomienda separar las piezas (cuando se trata de carne y pescado) de manera individual, para que esto facilite su posterior descongelado.
Además, no debe de romperse la cadena de frío desde que compramos el alimento hasta que decidimos introducirlo en el congelador. Esto se debe a que podrían crecer microorganismos nocivos como la salmonela, tal y como afirma un artículo publicado en la revista Epidemiology and Infection.
Los alimentos frescos, salvo la fruta y los huevos, no deben de permanecer a temperatura ambiente. Una vez introducidos en el hogar, se han de conservar en el frigorífico o en el congelador. Cuanto más tardemos en decidir congelarlos en lugar de consumirlos, más aumenta el riesgo de crecimiento microbiológico.
Es recomendable elegir el plástico como el envoltorio principal para la congelación. Si se puede envasar al vacío antes, mejoraría incluso la conservación del producto.
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Descongelar correctamente los alimentos
Uno de los puntos más críticos de la higiene alimentaria es el descongelado de los alimentos. Nunca se debe realizar a temperatura ambiente, ya que se crea un caldo de cultivo excelente para la activación microbiológica.
Si bien la mayor parte de los microorganismos existentes en un producto mueren a muy bajas temperaturas, las huevas que han depositado en la superficie del mismo son resistentes. Por este motivo, al permanecer un rato largo en un entorno relativamente cálido, aumenta el riesgo de eclosión.
Enfermedades típicas como el botulismo se producen por prácticas deficientes en lo que a higiene alimentaria se refiere, según expone una publicación de National Center for Biotechnology Information. Por este motivo, resulta importante descongelar los alimentos en el frigorífico.
Es necesario prever con antelación cuándo vamos a consumir un determinado producto, y sacarlo del congelador con el tiempo necesario para su descongelado en un ambiente frío.
Otra opción, útil en el caso de las verduras o de los alimentos pequeños congelados, es introducirlos de manera directa en la sartén. Esto resulta seguro desde el punto de vista microbiológico, pero las cualidades organolépticas del producto se verán afectadas.
Descongelar los alimentos en agua
Un método rápido para descongelar los alimentos consiste en introducirlos en agua caliente. Esto puede entrañar riesgos, ya que se crea una situación en la que los microorganismos pueden reactivarse. En el caso de elegir descongelar los alimentos en agua, esta debe estar siempre fría.
Además, es válido utilizar el microondas en el caso de tener que descongelar algún alimento con cierta urgencia. Este electrodoméstico suele tener una función especial para el descongelado de los alimentos. Sin embargo, el proceso afectará las características organolépticas del producto.
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Cuida siempre la higiene alimentaria
Los procesos de higiene alimentaria permiten que podamos consumir alimentos de manera segura para la salud. De no cumplir una serie de normas básicas, podemos sufrir intoxicaciones y, con ello, poner en riesgo el funcionamiento del organismo.
Las más comunes cursan con síntomas gastrointestinales. No obstante, existen algunos patógenos capaces de causar daños en otros órganos distintos. Es necesario tener extrema precaución a la hora de descongelar los alimentos.
Nunca se deben de dejar a temperatura ambiente o en agua caliente. Las opciones seguras son introducirlos en el microondas, sumergirlos en agua fría o utilizar la función del microondas destinada a la descongelación.
Cuánto más agresivo sea el proceso de descongelado, más se afectarán las características organolépticas del producto. Por este motivo, la mejor opción siempre resulta un descongelado relativamente lento en el frigorífico.
Hemos de tener en cuenta que las propiedades nutricionales de los alimentos no se ven alteradas por este tipo de procesos. Por eso, comprar frutas y verduras congeladas permite disponer de ellas durante más tiempo sin que su calidad nutricional se vea afectada.
Graduado en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad de Santiago de Compostela, con un postgrado en Condicionantes Genéticos, Ambientales y Nutricionales del Desarrollo y el Crecimiento y un curso de Experto Universitario en Nutrición Deportiva por la UNIR.