Consecuencias de la carencia de calcio
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La carencia de calcio es una deficiencia nutricional que impacta de manera negativa en la salud. Este mineral es uno de los más abundantes en el cuerpo humano y es preciso asegurar su aporte con los alimentos de forma regular y continua para evitar la aparición de defectos en los procesos fisiológicos.
Por fortuna, muchos de los productos de consumo habitual en la dieta contienen calcio. Mantener una alimentación variada asegura el ingreso de dicho nutriente en cantidades óptimas, aunque hay que garantizar también el aporte de vitamina D para asegurarnos su absorción.
Sin embargo, aunque abunda en la naturaleza, hay personas que padecen carencia de calcio, por lo que te vamos a contar cuáles son las consecuencias de ello y por qué es importante vigilar su ingesta. Esto cobra particular importancia en la menopausia.
La carencia de calcio conduce a la osteoporosis
La osteoporosis es una enfermedad característica de las mujeres que han ingresado a la menopausia. Se ocasiona una desmineralización progresiva de los huesos que incrementa el riesgo de fracturas, lo que condiciona el modo de vida de quien la padece.
Una vez que la patología ha comenzado su progresión, es difícil volver hacia atrás, por lo que resulta fundamental la prevención. Los medicamentos y tratamientos disponibles intentan detener el daño ya originado, pero la reposición ósea es casi imposible.
La carencia de calcio durante la edad adulta se considera un factor de riesgo para el incremento de las probabilidades de padecer osteoporosis. Así lo afirma una investigación publicada en la revista Maturitas, en la cual se vincula un correcto aporte del mineral con una reducción de la incidencia de la patología.
De todos modos, es esencial controlar el consumo del nutriente para no excedernos. Un aumento exagerado de la ingesta conduce al padecimiento de cálculos renales. Por ende, la dosis diaria no debe superar los 2000 miligramos.
De forma complementaria al consumo de calcio, se recomienda la exposición frecuente al sol o, de lo contrario, la suplementación con vitamina D. Este micronutriente participa en la absorción del mineral y en el metabolismo del hueso. La administración de ambas sustancias de forma conjunta ayuda a reducir el riesgo de fracturas en la edad adulta, como lo certifica un estudio publicado en la revista Osteroporosis International.
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Carencias de calcio en los deportistas
El calcio no solo es un nutriente importante para los individuos sedentarios. En el cuerpo del deportista juega también un papel importante.
Además de asegurar el equilibrio electrolítico, mantener los niveles adecuados de calcio en el organismo podría reducir el riesgo de calambres musculares. Incluso, se ha especulado que la suplementación con este mineral disminuiría la incidencia de los calambres en las piernas de las embarazadas también.
No obstante, una investigación publicada en la revista Journal of Research in Medicinal Sciences, no ha encontrado una asociación clara. La sospecha se deriva de la intervención que tiene el calcio en el metabolismo celular, tanto de las neuronas como de los miocitos (células musculares).
El calcio interviene en la transmisión del impulso nervioso. Una pérdida excesiva de este mineral en el atleta, por medio de la sudoración, condicionaría la contractilidad muscular y el rendimiento deportivo. Por ello es importante asegurar el mantenimiento del equilibrio electrolítico mediante el consumo de bebidas ricas en sales minerales cuando se practica ejercicio, sobre todo en situaciones de altas temperaturas.
Espasmos o fasciculaciones
Otro de los síntomas de la carencia de calcio en la dieta es la aparición de espasmos musculares o fasciculaciones. Esto no es más que un conjunto de contracciones musculares visibles bajo la piel,
Las mismas aparecen de forma espontánea e involuntaria. Se trata de un proceso que no resulta perjudicial para el organismo y en el caso de experimentar esta sensación no habría de qué preocuparse.
Si el síntoma se repite, y bajo circunstancias particulares, una consulta no está de más. Las embarazadas, por ejemplo, o las personas hipertensas, en los espasmos esconden un problema mayor de fondo que se refiere a la circulación sanguínea. No constituye una urgencia, pero se pueden solicitar analíticas sanguíneas para estudiarlo.
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Prevenir la hipocalcemia
Para prevenir estas situaciones de deficiencia es importante ajustar el calcio de la dieta. Incluir con frecuencia frutos secos, vegetales de hoja verde y derivados lácteos supone una estrategia eficaz.
Cabe recordar la importancia de mantener unos valores adecuados de vitamina D para mejorar la asimilación del mineral. Optimizar la producción de esta sustancia implica exponerse al sol de forma frecuente. De lo contrario, hay que garantizar la ingesta regular de pescados azules, huevos y lácteos enriquecidos.
En el caso de sospechar de una deficiencia de vitamina D, lo recomendable es acudir a un especialista para valorar su suplementación. Esta situación puede ocasionar un incremento del riesgo de enfermedades a mediano plazo.
La carencia de calcio y las complicaciones a largo plazo
Una de las principales complicaciones derivadas de la carencia de calcio es la osteoporosis. A pesar de que las mujeres son más propensas a desarrollar esta patología, también se puede encontrar y diagnosticar en hombres.
Para reducir el riesgo es importante garantizar un aporte dietético correcto mediante la alimentación, así como vigilar los niveles de vitamina D. Incluir vegetales y productos lácteos es una buena opción para prevenir la patología.
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