Consejos para cuidar de tu hijo con síndrome de Tourette
Revisado y aprobado por el biotecnólogo Alejandro Duarte
Cuidar a un hijo con síndrome de Tourette no es una tarea fácil. Esta enfermedad neurológica suele manifestarse antes de los 18 años, durante la infancia o la adolescencia y su característica principal es la presencia de tics motores y fónicos.
Los tics motores son más habituales en el rostro. Tu hijo puede parpadear muchas veces y de manera muy rápida, contraer la nariz o realizar múltiples muecas. No obstante, estos espasmos involuntarios también pueden estar presentes en el cuello, el tronco y extremidades.
Otro tipo de tics son los fónicos. Estos se manifiestan mediante gruñidos, carraspeos, gritos o frases inapropiadas. Todos son incontrolables. Así que si tu hijo tiene síndrome de Tourette regañarle o intentar hacerle entender que debería moderarlos no le va a ayudar.
A continuación, vamos a visualizar un fragmento de una película del año 2008 titulada Front on the class en la que podremos ver cómo se manifiesta todo lo que hemos comentado sobre el síndrome de Tourette.
Ayúdale a desarrollar sus relaciones personales
Cuidar de tu hijo con síndrome de Tourette no quiere decir que deba aislarse de los otros niños hasta que los tics disminuyan o desaparezcan, algo que sucederá de manera natural a medida que avance en edad. El aislamiento puede favorecer a que los demás compañeros le discriminen por cómo es.
Además, debes estar preparado para lidiar con burlas y comentarios dañinos que otros compañeros de clase pueden dedicarle a tu hijo. Hablar con él y ayudarle a afrontar este tipo de situaciones será muy importante, ya que los niños con síndrome de Tourette son socialmente inmaduros.
Para animar a tu hijo a desarrollar sus relaciones personales puedes empezar a poner en práctica los consejos que a continuación te recomendamos:
- Apúntalo a actividades en las que haya que participar en grupo porque esto le ayudará a hacer amigos y a desarrollar sus habilidades sociales.
- Habla con el profesor y explícale que tu hijo tiene síndrome de Tourette. De esta manera, él podrá ayudar al resto de los niños de la clase a entender lo que le ocurre, reduciendo las bromas y el rechazo.
- Aprovecha las interacciones cotidianas para enseñarle y entrenarle en habilidades sociales. Por ejemplo, durante el encuentro con un vecino o con un compañero de clase al ir a hacer la compra.
Cultiva su autoestima
La labor de cuidar de tu hijo con síndrome de Tourette te permitirá comprobar que su autoestima es muy frágil. Debido a los tics que molestan a sus compañeros de clase y otros problemas de índole intelectual (dislexia, disgrafía, discalculia) su autoconfianza puede ser muy baja.
Teniendo todo esto en cuenta, es conveniente que atiendas a algunos consejos que deberán ser aplicados en casa. No obstante, también sería conveniente que se pusieran en práctica dentro de las aulas, por lo que comentárselos al profesor será una gran ayuda.
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- Proponle tareas o ejercicios que sabes que es capaz de hacer. Si le mandas llevar a cabo algo que está por encima de su capacidad, tu hijo se frustrará.
- En clase, será importante sacarlo a la pizarra cuando esté seguro de que lo hará bien. Esto aumentará la confianza en sí mismo y sus compañeros no se burlarán ni le mostrarán rechazo.
- Dale responsabilidades que estén dentro de sus posibilidades. Así favorecerás su autonomía y le harás sentirse seguro.
Anímalo a hacer actividades divertidas
Los niños con síndrome de Tourette tienen una mayor predisposición a padecer ansiedad. Por eso, practicar actividades divertidas y estimulantes pueden reducirla de manera considerable.
Quizás a tu hijo le guste el arte o practicar algún deporte físico. Lo ideal es que la actividad que realice le entusiasme. Si le impones una, lo más posible es que su ansiedad se incremente y no se divierta.
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Una ventaja de llevar a cabo este tipo de actividades al cuidar de tu hijo con síndrome de Tourette es que te darás cuenta de que sus tics también disminuyen. Esto sucede porque, cuando tu hijo está más ansioso o estresado, los espasmos involuntarios aumentan en intensidad y frecuencia.
Cuidar de tu hijo con síndrome de Tourette puede parecer complicado en un principio. Pero, si llevas a la práctica anteriormente mencionado, descubrirás que con estos consejos todo se vuelve mucho más fácil.
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