Consejos para vivir con fibromialgia, la enfermedad del dolor
Vivir con fibromialgia realmente no es nada fácil, pero tampoco imposible. Hay cientos de personas en el mundo que han conseguido llevar una rutina relativamente normal, pese a los rigores de la enfermedad. Desafortunadamente, no siempre los servicios sanitarios ofrecen suficiente información y apoyo para lograrlo.
Recordemos que la fibromialgia es un trastorno crónico y que se manifiesta principalmente a través del dolor en el cuerpo.
Hasta el momento no hay cura conocida y los tratamientos son limitados. Por lo tanto, en mayor medida es el propio paciente quien debe cambiar su estilo de vida para convivir con la enfermedad.
Esta enfermedad limita significativamente la rutina de las personas, pero no acorta la esperanza de vida. Aunque ya nada será como antes, sí es posible aprender a vivir con fibromialgia. Los siguientes son algunos consejos para lograrlo.
Aceptar que se debe vivir con fibromialgia
Aceptar que debemos aprender a vivir con fibromialgia es el paso más importante y también el más difícil. Saber que se tendrá que convivir con el dolor diariamente causa un impacto psicológico muy fuerte. Sin embargo, si te resistes a esta realidad, todo se vuelve más complicado y no conseguirás nada.
Vivir con fibromialgia exige aceptar que el dolor va a estar ahí constantemente. Al principio es más difícil, porque todavía no conoces los mecanismos más eficaces para paliarlo. Con el tiempo vas entendiendo mejor la enfermedad y detectas cuáles son los protocolos más eficientes para controlar el dolor. Siempre los hay.
Debes entender que no todos los días van a ser iguales. Hay días estables y otros más críticos. Eso hará que tu vida también sea un poco impredecible.
Lo mejor es aceptarlo y tratar de construir rutinas flexibles. Es importante que no te excedas en los días buenos, porque después el organismo podría resentirlo.
Buscar apoyo y hacer uso de los recursos
Muchos aconsejan redactar una promesa personal para lograr vivir con fibromialgia. Se trata de un compromiso mediante el cual te propones llevar una vida lo más realizada posible. También buscar todos los medios para estar mejor y no culparte en los días en que la voluntad flaquee.
Vale la pena que hagas una lista de todos los recursos que tienes a tu disposición para estar mejor. Incluye médicos, amigos, familiares, centros de ayuda, fuentes de información, etc. Otórgale a cada uno de ellos un papel y acude a estos cada vez que lo necesites.
Un grupo de apoyo da muy buenos resultados. Lo importante es que te asegures de que se trata de una colectividad seria y orientada de manera profesional.
Es muy importante hablar con las personas que te rodean y explicarles en detalle las características de la enfermedad. Mucha gente no entiende realmente de qué se trata, ni por qué es tan difícil de sobrellevar.
Elige unas cuantas personas que sean de tu entera confianza y que comprendan tu situación. Haz un pacto con ellas para que puedas buscarlas en tus malos ratos y te escuchen sin juzgarte.
Visita este artículo: Diagnosticando la fibromialgia: todo lo que debes saber
Cambiar el estilo de vida
Para vivir con fibromialgia también debes educarte a ti mismo. Esto significa recopilar toda la información posible acerca de la enfermedad y estar atento a las novedades frente a la misma.
Tienes que entender que tu estilo de vida debe cambiar para que todas las molestias sean más fáciles de sobrellevar.
Resulta fundamental que introduzcas la práctica de ejercicio con regularidad. Lo ideal es que sea todos los días, pero si no es posible, al menos 3 o 4 veces a la semana. Puede ser una simple caminata de media hora, o lo que te motive, según tus circunstancias.
Es mejor si realizas esta actividad con un compañero. Habrá días que no quieras hacer ejercicio. Si esto ocurre, reduce la actividad, pero no la evites.
Otro aspecto importante para vivir con fibromialgia, de mejor manera, es la dieta. Cuanto más sana, mucho mejor. Se ha detectado que el maíz y los alimentos que lo contienen resultan nocivos para esta condición.
También se deben evitar los productos con alta concentración de azúcar, harina y otros cereales refinados. Así mismo, no son convenientes los alimentos envasados, los pimientos verdes, las grasas saturadas o la cafeína.
Es fundamental que duermas bien y que realices actividades que te resulten relajantes. Descubre lo que te motiva. Un poema, una canción, una actividad o lo que sea. Apóyate en esto cada vez que lo necesites. Vivir con fibromialgia de forma constructiva no es fácil, pero muchos lo han conseguido y tú también lo puedes lograr.
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