¿Cómo convivir con una persona que tiene TLP?

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña

Escrito por Raquel Lemos Rodríguez

Última actualización: 06 julio, 2023

El trastorno límite de la personalidad (TLP) puede dificultar la vida de muchas parejas. No obstante, eso no quiere decir que sea imposible mantener una relación, sí que hay que tener en cuenta ciertos aspectos para que esta sea sana y se desenvuelva de la mejor manera.

Es importante que tengamos bien presente que ayudar a nuestra pareja con TLP no significa que la vayamos a cambiar, sino ayudar a tener un mejor día a día, así como una mejor relación con nosotros Todo ello, siempre de la mano de un profesional.

Hay que tener claro que esto es para toda la vida. Habrá recaídas y otros momentos en los que nos olvidaremos del problema. No obstante, el trastorno siempre estará ahí.

Las conductas típicas de la pareja de un TLP

Vamos a abordar las conductas más habituales que la pareja de un TLP lleva a cabo. Muchas perjudican a la otra persona, provocando que empeore y favoreciendo la continuidad de sus síntomas.

Recordemos que estamos ante individuos con una gran inestabilidad emocional y un pensamiento bastante polarizado. Por eso tenemos que tener especial cuidado al tratarlos.

• Amenaza con abandonos que no cumple o rompe la relación y vuelve con la otra persona cuando acepta que cambiará su proceder. Esto aumenta la inestabilidad emocional del TLP.
• Ignora las conductas que considera inaceptables. Así se convierte en un aliado del trastorno y favorece la continuidad de la conducta patológica.
• Busca el equilibrio dejándose guiar por la dirección que le marca el TLP. Se siente culpable si las cosas no mejoran, pues cree que es un error propio.
• Opta por el silencio, no hablando del problema con la pareja e, incluso, escondiendo acciones del día a día a familiares o amigos. Evita, de esta manera, que el TLP sea consciente de lo que está ocurriendo.
• Ante los problemas o crisis considera que la otra persona lo ama profundamente y que la dificultad reside en que su pareja no es responsable de sus comportamientos.

Ninguna de estas formas de actuar es correcta. En alguna uno participa del problema, en otras, se justifican las acciones y no se dice nada, con la consecuente persistencia del comportamiento.

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Actúa como un espejo, no como una esponja

Es fácil terminar empapado de este trastorno si llevamos a cabo las conductas anteriormente mencionadas.

Queremos proteger a nuestra pareja, pero esta no es la mejor manera de hacerlo. Convivir con una persona que padece un trastorno de personalidad es muy difícil y tenemos que ser conscientes de cómo estamos actuando al respecto.

Nuestro objetivo es que se detengan los síntomas, que estos no continúen. Para ello, es necesario que seamos fieles a nuestras creencias y valores. No tenemos por qué permitírselo todo a nuestra pareja solo porque sufra este trastorno. Si lo que hace no es correcto, tenemos que decírselo.

Es un error justificar su forma de actuar. Como pareja, es preciso establecer una línea límite que no se cruce, pase lo que pase. Comunica claramente que no estás dispuesto a soportar determinados comportamientos y mantente fiel a esto. Si flaqueas, todo se irá al garete.

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Las amenazas no funcionan

Aprende a decir que “no”, a exteriorizar lo que sientes y nunca te sientas responsable por la conducta que tiene tu pareja con TLP. Si te sientes bien, si dejas de tratar a la otra persona como alguien frágil a quien proteger, todo empezará a fluir.

Sigue siendo tú mismo y ten cuidado con los comportamientos negativos, como mentir, engañar o desafiar al TLP. Recuerda que su pensamiento es polarizado y que sus emociones, a veces, están fuera de control. Actuar de acuerdo a tus principios, poner límites y no dejarte llevar por la patología ajena garantizarán el equilibrio en la relación.

Será duro, un camino lleno de piedras y baches. Sin embargo, si en verdad estás dispuesto a estar con esa persona en una situación como esta, debes ser consciente de todo lo anteriormente mencionado.