¿La crema agria es saludable? Conoce sus nutrientes y beneficios
La crema agria es un producto que se elabora a partir de la leche de vaca fermentada y que cuenta con presencia de bacterias de ácido láctico en su interior. Se trata de un alimento que se usa de manera frecuente para aderezar patatas y guisos al horno y que puede tener ciertas propiedades a nivel nutricional.
Eso sí, como todas las salsas, ha de ser consumida con moderación. Puede incrementar la densidad energética de muchas preparaciones, lo que daría lugar a un aumento de peso.
Antes de comenzar es clave destacar que siempre es preferible priorizar las salsas caseras antes que las industriales. Estas últimas concentran en su interior elementos como los aditivos artificiales, que pueden dañar la microbiota intestinal. Suelen contener también azúcares simples e incluso grasas trans.
Valor nutricional de la crema agria
Lo primero que vamos a dejar en claro es el valor nutricional de la crema agria. Se trata de una elaboración que aporta unas 60 calorías por cada 2 cucharadas.
La grasa es el nutriente mayoritario, con 5,8 gramos por porción. Las proteínas y los carbohidratos no son muy representativos en este caso. Desde el punto de vista de los micronutrientes podríamos hablar del calcio y de la vitamina A. Ambos elementos son necesarios para mantener un buen estado de salud.
También hay que comentar que la mayor parte de los lípidos de esta salsa son de tipo saturado. Durante muchos años se asociaron con un mayor riesgo de desarrollar patologías crónicas y complejas, aunque eso en la actualidad ha cambiado. Los que hay que evitar son solo los ácidos grasos de tipo trans, tal y como evidencia una investigación publicada en la revista BMJ.
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Beneficios de la crema agria para la salud
En cantidades moderadas y en el contexto de una dieta variada y equilibrada, la crema agria puede proporcionar varios beneficios. Hemos de destacar los siguientes.
Mejora la densidad y la diversidad de la microbiota
La crema agria pasa por un proceso de fermentación, lo que garantiza la presencia de microorganismos en su interior. Estas bacterias pueden colonizar selectivamente el tubo digestivo, mejorando así la función de la microbiota.
Con ello se consigue una mejor digestión y absorción de los nutrientes. Además, se reduce la incidencia de las patologías inflamatorias de tipo intestinal, según un estudio publicado en Molecular Nutrition & Food Research.
Incrementa la absorción de las vitaminas
Una porción de las vitaminas precisa de grasa para absorberse. Son las de tipo liposoluble.
Podemos mencionar entre ellas a la A y la D, por ejemplo. En este sentido, los lípidos aportados por la crema agria pueden mejorar la disponibilidad de dichos nutrientes, evitando situaciones de déficit a mediano plazo.
Ayuda a proteger los huesos
Los lácteos son alimentos con alto contenido en calcio. Hablamos de un mineral determinante en la salud ósea, tal y como evidencia una investigación publicada en la revista Nutrients.
Es importante asegurar una ingesta diaria para evitar fracturas con el paso de los años. Asimismo, habrá que realizar ejercicio de fuerza de forma regular y conseguir mantener los niveles de vitamina D en rangos óptimos para colaborar con esta función.
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¿Se puede incluir crema agria en la dieta?
Según has podido comprobar, la crema agria cuenta con ciertas propiedades para la salud. Ahora bien, ha de consumirse con moderación dentro de la pauta. Si se abusa de las salsas, se podría provocar un desequilibrio en la balanza energética, lo que daría lugar a un aumento de peso.
Es clave evitar cualquier situación de sobrepeso, ya que esto genera un incremento de la inflamación crónica en el medio interno. A partir de aquí, el riesgo de desarrollar patologías crónicas y complejas aumenta. No obstante, la crema agria es mucho más adecuada que otras elaboraciones que concentran azúcar y grasas trans en su interior.
Crema agria: una salsa para la dieta saludable
La crema agria es una elaboración que puede formar parte de la dieta con moderación. Conseguirá mejorar las características organolépticas de muchos platos y puede aportar probióticos. De todos modos, esto no quita que se incluyan otros productos lácteos fermentados, como los yogures y el kéfir.
Para terminar, es bueno tener en cuenta que cuando el objetivo es mantener un buen estado de salud, no solo basta con cuidar la dieta. Es necesario plantear una serie de hábitos en conjunto. De entre ellos, hay que destacar la necesidad de practicar ejercicio físico de forma regular.
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