Croquetas de espinacas: 3 formas de prepararlas

Las espinacas son un alimento muy recomendado para una alimentación saludable. Elaborar estas 3 recetas es otra manera de comerlas y de preparar más variedad de croquetas.
Croquetas de espinacas: 3 formas de prepararlas
Anna Vilarrasa

Escrito y verificado por la nutricionista Anna Vilarrasa.

Última actualización: 06 julio, 2023

Uno de los platos típicos de la cocina española son las croquetas, ya sean de espinacas, de bacalao, de jamón o de cocido. Se trata de un plato perfecto para aprovechar cualquier resto de guiso casero o algunas verduras que puedan estar a punto de estropearse.

Aunque existe gran variedad de ellas, lo cierto es que no hay nada como degustar unas recién elaboradas en casa. Hoy presentamos tres maneras distintas de preparar croquetas de espinacas que seguro te sorprenderán.

Las croquetas de espinacas

Uno de los puntos fuertes de este clásico de la cocina es que suele gustar a casi todos, desde los más chicos a los mayores. Además, es muy versátil, ya que tanto pueden prepararse para un aperitivo, un entrante o un segundo plato.

Cocinar croquetas de espinacas en casa requiere un poco de tiempo y dedicación, pero no es complicado y el resultado es siempre delicioso. Por otro lado, es una manera más de introducir este interesante vegetal en la alimentación. 

Existe una evidencia científica que indica que las dietas con un elevado aporte de frutas y verduras pueden ser protectoras de algunas enfermedades. Entre ellas, cabe destacar a las espinacas y otras verduras de hoja verde, como las acelgas, la col rizada o los berros. 

Estas poseen una gran variedad de nutrientes, con vitaminas y minerales y otros componentes llamados fitoquímicos que favorecen la salud, más allá de su papel nutritivo. A modo de ejemplo se puede destacar lo siguiente:

  • 100 gramos de espinacas aportan 2/3 de las necesidades diarias de vitamina A y la mitad de vitamina C.
  • Son una de las mayores fuentes de ácido fólico.
  • Además del conocido aporte de hierro, también proveen calcio, azufre y fósforo. 

Como señalan los expertos, gracias a todo ello el consumo de espinacas tiene un efecto protector del riesgo de padecer enfermedad cardiovascular y obesidad. Son antioxidantes y ayudan a controlar la glucemia. Sin embargo, debido al contenido de oxalatos y de calcio, las personas con facilidad para formar cálculos renales deben ser precavidas.

Espinacas en hojas.
Las espinacas tienen buen contenido de vitaminas y de fitoquímicos, aunque el oxalato debe tomarse con precaución.

1. Receta de croquetas de espinacas

Esta es la receta básica para preparar cualquier tipo de croquetas, pero no por ello son más aburridas o con menos sabor. Una buena idea para empezar a familiarizarse con su cocinado es seguir los siguientes pasos.

Ingredientes necesarios para preparar 4 raciones

  • 500 gramos de espinacas congeladas.
  • 1 cucharada de pasas.
  • 2 huevos.
  • 1 gramo de sal.
  • 300 gramos de pan rallado.
  • 5 dientes de ajo.
  • 3 cucharadas de aceite de oliva.
  • 1 cebolla.
  • 5 cucharadas de harina.
  • 1 cucharada de piñones.
  • 750 mililitros de bebida de arroz.

Paso a paso para su elaboración

  • La primera tarea a realizar es preparar las espinacas según costumbre o siguiendo las instrucciones del productor. Después, es necesario escurrir muy bien el agua sobrante.
  • A continuación, pelar y laminar los dientes de ajo y poner a calentar una sartén con aceite a fuego medio. Entonces, freír a fuego lento hasta que quedan dorados. 
  • Añadir las espinacas cocidas. Saltear todo el conjunto un poco y agregar los piñones y las pasas para sofreírlos durante los 2 últimos minutos. 
  • Por otro lado, se prepara la bechamel con cebolla. Para ello, pelar y picar la cebolla bien fina y pochar en una sartén con aceite. Cuando toma un tono transparente, añadir poco a poco la harina sin parar de mezclar, a fin de evitar que se formen grumos. Acto seguido, agregar la bebida de arroz templada.
  • Cuando la bechamel está espesa es el momento de agregar las espinacas, mezclar bien todo junto y dejar enfriar.
  • Con esta masa se preparan las croquetas. Pasar por el huevo batido y luego rebozar con el pan rallado.
  • Freír con aceite y colocar sobre un papel absorbente para retirar el exceso de grasa.

2. Croquetas de espinacas con queso mozzarella

Un combinación perfecta de sabores y cremosidad muy apropiada para aquellos a los que les cuesta comer las espinacas solas.

Qué se necesita para cocinar 10 unidades

  • 150 gramos de espinacas frescas.
  • 100 gramos de mozzarella.
  • Media cebolla.
  • 500 mililitros de leche.
  • 4 cucharadas colmadas de harina de trigo.
  • 2 cucharadas de aceite de oliva.
  • 1 huevo.
  • Pan rallado.
  • Pimienta negra.
  • Sal.

Pasos a seguir para cocinarlas

  • En primer lugar, calentar el aceite en una sartén y añadir las cebollas peladas y picadas muy finas. Dar un par de vueltas y agregar las espinacas limpias y cortadas en trozos grandes. Si no caben todas de una vez, incorporar a medida que reduce el tamaño.
  • Bajar el fuego y espolvorear la harina. Remover de forma continuada y dejar que se tueste un poco. Mientras, poner la leche en un cazo para templarla. 
  • A continuación, verterla también en la sartén, muy despacio y sin parar de remover, ya que así se evita la formación de grumos. Salpimentar al gusto y seguir mezclando hasta que la consistencia sea espesa, densa y uniforme. 
  • Dejar reposar en la nevera unos 30 minutos como mínimo, bien tapada con un film. Más tarde, cuando está fría, desmenuzar el queso encima e incorporarlo. 
  • A la hora de cocer las croquetas de espinacas y mozzarella preparar un plato hondo y batir el huevo. También llenar otro plato con pan rallado. Entonces, coger porciones de masa, dar la forma y pasar primero por el huevo y después por el pan. 
  • Calentar aceite en una sartén y freír las croquetas a fuego medio-alto. 

Para los amantes de los sabores más fuertes, estas croquetas se pueden elaborar también con otros tipos de queso, como azul, roquefort, o manchego curado.

3. Croquetas de espinacas con avena

Esta es la receta menos clásica de todas, pues prescinde de la bechamel para su elaboración.

Ingredientes necesarios para 6 personas

  • 2 quilos de espinacas frescas.
  • 4 cucharadas de queso parmesano.
  • 3 huevos.
  • 4 cucharadas de avena molida.
  • Sal y pimenta.
  • 1 huevo batido.
  • Media taza de aceite de oliva para freír.
  • 1 taza de avena molida o harina de avena para rebozar.

Método de preparación de las croquetas de espinacas y avena

  • Antes de empezar a cocinar es necesario lavar bien las espinacas y retirar los tallos. Después, cocer en agua caliente unos 5 minutos y escurrir. Cuando están templadas se pueden apretar con las manos, ya que es necesario hacer perder toda el agua sobrante. Picarlas y reservar.
  • Añadir en un bol junto con los huevos, el queso, la avena, la sal y la pimienta. Remover muy bien para formar una masa compacta. 
  • A continuación, coger porciones de la pasta y darles la forma de croqueta. Pasarlas por el huevo batido y rebozar con la avena molida o la harina. 
  • Poner a calentar el aceite para freír en una sartén. Cuando el fuego está caliente, añadir las croquetas y dejar hasta que estén tostadas.
Avena para las croquetas de espinacas.
El agregado de avena es poco usual y por eso resulta una receta interesante que se sale del molde en el ámbito de las croquetas.

Recomendaciones finales para un resultado perfecto

Las croquetas de espinacas se pueden congelar si no se van a consumir de inmediato o si se prefiere cocinar en mayor cantidad. Luego, solo es necesario descongelar en el frigorífico y freírlas como de costumbre. 

A la hora de cocer las croquetas es necesario colocar aceite sin usar en la sartén y freírlas en tandas pequeñas. Es importante asegurarse que el aceite está a la temperatura adecuada, pues de lo contrario se puede separar el rebozado o romperse con facilidad. 

Como se indica en la guía “Pequeños cambios para comer mejor” de la Agencia de Salud Pública de Cataluña, la mejor elección para freír es el aceite de oliva. Además de sus buenas propiedades para la salud y de ser una de las estrellas de la dieta mediterránea, es uno de los que aguanta mejor las altas temperaturas.

Si se quiere disminuir la presencia de fritos en la dieta también se pueden cocer en el horno o en una freidora de aire. Con estas técnicas disminuye la cantidad de grasa, aunque pierden la textura crujiente tan típica. 

Para poder disfrutar de los beneficios de este vegetal es importante incluirlas en la dieta junto a otras verduras y prepararlas en una amplia variedad de platos. Entre estos se pueden encontrar las ensaladas, las tortillas, los salteados o los potajes.


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  • Agencia Catalana de Salud Pública. Pequeños cambios para comer mejor. Departamento de Salud. Generalitat de Catalunya. Barcelona noviembre de 2018.
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