Deficiencia de vitamina A: posibles riesgos
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La deficiencia de vitamina A puede acarrear problemas en la salud. Este nutriente se incluye en las vitaminas categorizadas como liposolubles, es decir, que se disuelve en grasa, y se necesita una cantidad mínima de tejido adiposo para poder ser almacenada en el organismo.
En el cuerpo humano desempeña funciones esenciales, ya que interviene en el desarrollo de la vista y asegura su correcta salud. Por otra parte, actúa como antioxidante. Su ingesta habitual reduce el riesgo de desarrollar enfermedades complejas a medio y largo plazo, como detalla un artículo publicado en la revista Nutrients .
La buena noticia es que se trata de un micronutriente bastante habitual en la dieta. Los alimentos de color rojo o anaranjado suelen contenerlo en su composición. Por este motivo, consumir verduras con asiduidad asegura un correcto nivel de esta vitamina en el organismo.
A pesar de todo, pueden darse casos de un déficit de vitamina A. Esto se suele producir en dietas muy bajas en grasa, o en aquellos individuos que no llevan una alimentación variada. ¿Cuáles son las consecuencias?
La deficiencia de vitamina A se vincula con enfermedades neurodegenerativas
La vitamina A desempeña un papel neuroprotector. De este modo, niveles bajos de la misma se han asociado con una mayor prevalencia de patologías asociadas a la tercera edad, como puede ser el alzhéimer.
La deficiencia de este micronutriente se vincula con una mayor producción de beta-amiloides, compuestos relacionados con el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, tal y como evidencia un artículo publicado en el año 2017.
Las sustancias con carácter antioxidante reducen el riesgo de enfermedades asociadas con el envejecimiento. En este sentido, la vitamina A no iba a ser una excepción.
Problemas en la vista asociados a la deficiencia de vitamina A
Uno de los primeros síntomas que alertan de una carencia de vitamina A es la aparición de problemas de tipo visuales. El más común es conocido como ceguera nocturna y se manifiesta como una dificultad para adaptarse a la oscuridad.
En los casos más agresivos de deficiencia de este micronutriente pueden llegar a desarrollarse lesiones de tipo ocular. No obstante, estos casos son poco frecuentes.
Son más típicas las alteraciones gastrointestinales producidas por la falta de esta vitamina. Así, la diarrea es una manifestación habitual en individuos que padecen este problema dietético.
Para saber más: La presbicia o vista cansada
Este nutriente también incide en la salud pulmonar
Los fumadores o las personas con enfermedades pulmonares de tipo obstructivo son más sensibles a la deficiencia de vitamina A. En este tipo de personas, los bajos niveles de este nutriente pueden conducir a un aumento del riesgo de cáncer.
Por este motivo, se puede llegar a valorar su suplementación en casos concretos. A pesar de todo, como norma general, se aconseja incorporar esta vitamina por medio de una alimentación variada.
Alimentos que contienen vitamina A
Los alimentos de color rojo y anaranjado suelen aportar beta-carotenos y vitamina A. Por este motivo, es beneficioso que aparezcan con regularidad en la dieta.
Además, la leche, la mantequilla y el queso suponen también una fuente de este nutriente. Incluso algunas frutas pigmentadas como el albaricoque o el mango contienen esta vitamina en dosis interesantes.
En realidad, llevando una dieta variada, con abundantes productos del reino vegetal, es poco frecuente presentar una deficiencia de este micronutriente.
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Vigilar los niveles de vitamina A para prevenir enfermedades
Mantener en un rango correcto los niveles de vitamina A contribuye a reducir el riesgo de aparición de enfermedades a mediano y largo plazo. Las primeras manifestaciones de este déficit son de tipo gastrointestinal y visual.
No obstante, con el paso del tiempo puede vincularse a alteraciones en la salud neuronal y a un mayor riesgo de cáncer o de enfermedades pulmonares.
En general, no se recomienda la suplementación con este vitamina. En pacientes sanos con una dieta saludable no se ha observado que aporte ningún beneficio. Solo en aquellos sujetos fumadores o con enfermedades de tipo obstructivo en los pulmones puede suponer un tratamiento eficaz.
De todos modos, es aconsejable incluir con frecuencia alimentos rojos del mundo vegetal para minimizar el riesgo de déficit. También los lácteos suponen una fuente de esta vitamina.
Cabe recordar que, por su capacidad antioxidante, esta vitamina ayuda a luchar contra el envejecimiento y el daño celular. Por todos estos motivos, no debería descuidarse su ingesta.
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