Descubre cómo se fabrican los sueños en nuestro cerebro

Pasamos más de un tercio de nuestra vida soñando, pero aún son muchas las incógnitas que existen sobre el mundo onírico. Desvelamos algunas de ellas.
Descubre cómo se fabrican los sueños en nuestro cerebro
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 06 julio, 2023

Desde la antigüedad, todo lo relacionado con el mundo onírico ha despertado gran curiosidad. Desde el motivo por el que soñamos hasta el significado de los sueños y cómo estos se producen.

¿Elegimos lo que soñamos? ¿Por qué a veces fantaseamos con cosas que a simple vista no tienen sentido? ¿Qué función cumplen los sueños? La lista puede ser infinita. De hecho, muchos artistas han creado sus obras a partir de lo que soñaron, como Paul McCarney que aseguró despertarse con la melodía de Yesterday a raíz de un sueño, y algunas personas se han replanteado cuestiones importantes sobre sus vidas después de soñar.

La cuestión es que son muchas las preguntas que todavía no tienen una respuesta concisa, aunque hay muchas otras que parecen haberla encontrado. Y eso que numerosos psicólogos, psiquiatras y neurólogos se encuentran constantemente investigando sobre ellos.

A continuación, queremos explicarte algunas curiosidades para que despejes algunas de tus dudas. Profundicemos.

Los sueños y la forma de analizarlos

Mujer durmiendo bien
Aproximadamente pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo y unos 6 años soñando

El psicoanálisis y los sueños

El psicoanálisis es una de las primeras disciplinas que estudió a fondo este tema. Sigmund Freud postuló teorías que afirmaban que los sueños estaban hechos de la combinación de lo que él llamó “residuos diarios”, es decir, lo que percibimos o recordamos de nuestro día a día, y un material que el inconsciente trata de liberar. De hecho, una de sus obras más valiosas y conocidas es La interpretación de los sueños.

Ahora bien, ¿cuáles son esos elementos que los sueños “liberan”? Según el autor, algunos deseos y temores que están en nuestra psique, pero que la mayoría no verbalizamos. De esta forma, los sueños serían una especie de válvula de escape para mantener el equilibrio de nuestra mente y cumplir los deseos del inconsciente.

Últimos descubrimientos sobre los sueños

Pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo y soñamos aproximadamente cerca de 6 años. La pena es que la mayoría de ellos no los recordamos.

Hasta hace muy poco, se creía que los sueños ocurrían durante la fase REM y que eran generados por la corteza cerebral. Sin embargo, un grupo de científicos ha descubierto que existe una zona concreta donde se fabrican los sueños que han denominado como hot zone, la cual tiene una actividad diferente a la que se produce en el sueño REM y se encuentra encima de la nuca (región parieto-occipital de la corteza cerebral).

Otro dato curioso es que para el cerebro lo que soñamos es real, ya que se producen un aumento en las ondas de alta frecuencia en aquellas áreas que están activas cuando estamos despiertos. Por lo que, los sueños serían algo así como una extensión de los pensamientos que tenemos despiertos.

Y no solo eso, sino que los investigadores también han afirmado que los sueños que recordamos son los que nos permiten aprender cosas. Increíble, ¿verdad?

La imaginación al soñar

Soñar está entre los procesos que más imaginación requieren. De esta forma, la actividad del hipocampo, una estructura cerebral relacionada con la memoria y las emociones, aumenta durante la llamada fase REM (movimiento ocular rápido) del sueño.

La consecuencia de esta actividad cerebral es que nuestro cerebro irá “liberando tensiones” y dejando fluir la información estancada mientras soñamos. Por eso, al despertar, si hemos soñado, el hipocampo y todo nuestro cerebro estarán frescos y pueden recibir nueva información que entrará a ser procesada dentro de este complejo engranaje.

La lógica de los sueños

Aunque se ha escrito mucho sobre ello y se seguirá haciendo, no parece demostrado que haya ninguna lógica en los sueños. Hay una razón muy importante para ello: las zonas menos activas del cerebro son las de los lóbulos frontales, justamente las encargadas del raciocinio.

Esta inactividad de los lóbulos durante el sueño hace posible que lo que experimentamos pueda parecernos normal mientras dormimos aunque, si despertamos, en seguida vemos la extrañeza de los que hemos soñado.

Hombre dormido
El cerebro interpreta lo que soñamos como algo real, como si nuestros sueños fueran parte de la realidad

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¿Por qué no recordamos los sueños?

Ahora bien, ¿por qué la gran mayoría de los sueños los olvidamos? En primer lugar porque la zona que produce los sueños no es la misma que la que permite recordarlos. Esta última se corresponde con el hipocampo, según indica un estudio publicado en la revista Neuron.

Los recuerdos se forman, en primer lugar, en el hipocampo, y después se pasan a otras partes del cerebro, como es el caso del neocórtex. Esta sincronización, que se produce en un estado consciente, no es sencillo que se produzca mientras dormimos. Por ello, es difícil recordar lo que soñamos.

Los sueños incluyen varios procesos cognitivos, incluyendo los de desorganización y desincronización. Incluso se sabe que algunas personas recuerdan más cosas que otras, y que algunos sueños son más vívidos y otros es como si nunca hubiera existido.

Sea como sea, los sueños causan tanta impresión y emoción por el propio halo de misterio que les rodea. Desprenderles de esa aura tan especial, a fin de cuentas, sería como desprendernos un poco de una parte de nosotros mismos.


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