¿Cuáles son las desventajas de la dieta crudívora?
La dieta crudívora se caracteriza por permitir solo el consumo de alimentos crudos y cuenta con una serie de desventajas para la salud. De hecho, se trata de una pauta restrictiva, algo que no aconsejan los expertos en nutrición.
Para garantizar que se cubren los requerimientos nutricionales no hay nada mejor que plantear una dieta variada con alimentos muy distintos.
Hay que destacar que es importante tener cierta precaución con las modas en el campo de la nutrición. Muchas de las prácticas que se llevan a cabo podrían ser nocivas para el organismo o peligrosas.
Desventajas de la dieta crudívora
En primer lugar, hay que destacar que el consumo de alimentos crudos podría no ser lo más adecuado para potenciar el aprovechamiento de los nutrientes. Durante el cocinado se ablandan las fibras, lo que mejora la disponibilidad de los carbohidratos y de otros muchos elementos.
Al fin y al cabo, la fibra actuaría como un antinutriente en su forma cruda. Eso sí, ha demostrado tener beneficios para la salud intestinal, pero no todos aparecen por su ingesta sin cocinar.
Por otra parte, el proceso de cocción reduce el riesgo microbiológico. La mayor parte de los microbios se mueren cuando se someten a temperaturas elevadas, evitando que puedan generar enfermedades.
El consumo de elementos crudos, como el huevo, podría dar lugar a la salmonelosis. Esta patología cursa con síntomas digestivos graves. Un estudio publicado en International Journal of Environmental Research and Public Health advierte al respecto.
Hasta es posible que ciertos tóxicos se inactiven o se eliminen gracias a los mecanismos térmicos. Podemos destacar a los compuestos como el cardol o el ácido anacárdico. También la linamarina presente en la yuca.
Incluso las saponinas de las legumbres podrían reducir su efecto gracias a la cocción. Dichos elementos actúan como protectores frente a patógenos en las plantas, pero no son positivas para el ser humano, como lo recalca una investigación publicada en Toxicon.
¿Hay ventajas?
No todo son desventajas. La dieta crudívora también presenta ciertos aspectos positivos, como una mayor presencia de vegetales en las rutinas.
En estos casos, suelen evitarse aceites de mala calidad para los procesos de cocción, consiguiendo así una mejora del estado de composición corporal y una menor densidad energética de las elaboraciones.
La dieta crudivegana y la crudívora omnívora
Existen dos planteamientos principales de dieta crudívora: uno permite el consumo de alimentos de origen animal y otro no. Puestos a elegir, sería más recomendable la segunda opción.
Está claro que el riesgo de déficit nutricional será mayor, pero la primera alternativa cuenta con un riesgo microbiológico elevado. No es lo más recomendable cuando se pretende mantener un buen estado de salud.
Los productos de origen animal suelen requerir siempre procesos térmicos antes de su consumo.
La cocción de las carnes asegura su seguridad y se evitan contaminaciones e intoxicaciones. Además, aunque no se lleguen a desarrollar signos, el hecho de consumir de forma recurrente bacterias patógenas alteraría la composición de la microbiota, impactando sobre la digestión de los nutrientes.
En el caso de la dieta crudivegana, hay que comentar que el riesgo de déficit nutricional es elevado. Por una parte, no será sencillo combinar los alimentos para asegurar que se cubren los requerimientos proteicos. Por otra parte, muchos nutrientes esenciales solo se encuentran en cantidades significativas en los alimentos de origen animal (vitamina B12, DHA y vitamina D).
Para evitar alteraciones fisiológicas, lo mejor en estos casos es optar por la suplementación, además de elaborar de manera eficiente la pauta nutricional. Existen varios productos en el mercado que pueden ayudar a evitar los déficits. En estos casos, lo mejor es contar con la ayuda de un especialista.
La dieta crudívora no parece ser la mejor opción
La dieta crudívora cuenta con varias desventajas, aunque se plantee desde un punto de vista omnívoro. Al final, todas las pautas que son restrictivas resultan poco adecuadas en una gran parte de los casos.
Lo mejor es apostar por planes que incluyan todos los grupos de alimentos y que garanticen diversos métodos de cocción. Así, el aprovechamiento de los nutrientes será máximo.
A la hora de cocinar los alimentos, también hay que tener varias consideraciones en cuenta. No todos los mecanismos son igual de respetuosos con los comestibles.
Hay que priorizar los menos agresivos y aquellos que no precisan de grandes cantidades de grasa. De lo contrario, la densidad energética diaria de la dieta podría incrementarse, repercutiendo de forma negativa sobre el estado de composición corporal.
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