Ebriorexia: síntomas, causas y tratamientos

La ebriorexia es un trastorno de conducta alimentaria que suele aparecer entre los 17 y 24 años. Descubre en qué consiste y cuáles son sus consecuencias.

Revisado y aprobado por la nutricionista Maria Patricia Pinero Corredor.

Escrito por Maria Patricia Pinero Corredor

Última actualización: 09 julio, 2023

La ebriorexia es un trastorno de conducta alimentaria (TCA) en el cual se restringe la ingesta de alimentos y se sustituye por las calorías provenientes del alcohol. Además, hay una realización de ejercicio físico excesivo para compensar la toma de bebidas alcohólicas.

Algunos lo definen como la mezcla de trastornos como la anorexia y el alcoholismo. Así que tiene dos conductas nocivas para el cuerpo, ya que en la anorexia hay un rechazo a los alimentos, mientras que el alcoholismo es una dependencia incontrolada al alcohol. También se conoce como «alcohorexia» o  «drunkorexia».

En definitiva, es una condición que impacta en la calidad de vida de quien lo padece, dado que provoca efectos graves para la salud. Suele presentarse entre los 17 y 24 años de edad, la mayoría de las veces en mujeres.  En este artículo te explicamos más al respecto.

¿Cuáles son las causas de la ebriorexia?

Las causas exactas de este tipo de trastornos no son definidas con exactitud. La mayoría de los trastornos de conducta alimentaria (TCA) – que son los patrones de no comer de forma adecuada y saludable – tienen múltiples causas. Algunas pueden ser las siguientes:

• Sobrevaloración de los cánones de belleza socialmente impuestos con la delgadez.
• Problemas familiares.
• Dificultad para expresarse.
• Historia de abuso físico y sexual.

Entre las características de quienes sufren este padecimiento está la inseguridad, la baja autoestima y el rechazo hacia su imagen corporal. Se considera que su personalidad es rígida y perfeccionista, o bien, que son débiles a nivel emocional.

¿Cuáles son los síntomas de la ebriorexia?

Entre los síntomas está una pérdida de peso significativa. De hecho, la persona puede llegar a un punto de desnutrición que va de leve a grave. Otras manifestaciones clínicas de la ebriorexia son las siguientes:

• Insomnio.
• Ansiedad.
• Dificultad para concentrarse.
• Problemas de memoria.
• Confusión.
• Irritabilidad..
• Cansancio excesivo.
• Alucinaciones.
• Depresión.
• Mareos.
• Taquicardias.
• Estreñimiento.
• Problemas hepáticos, cardiovasculares y renales.
• Inapetencia.
• Cianosis (coloración azulada de la piel por la falta de oxígeno).
• Amenorrea (ausencia del periodo menstrual).
• Alopecia.
• Problemas gastrointestinales.

Tiene distintas etapas en las que la conducta va cambiando y aparecen los síntomas. En la fase de inicio, se toma alcohol para quitar el hambre y las ganas de comer. Luego, se sigue ingiriendo alcohol con el objetivo de adelgazar.

En la tercera parte, aparecen los vómitos o el ejercicio excesivo para evitar subir de peso. Combina los problemas propios de la anorexia con la toxicidad de consumir el alcohol de forma desmedida. Así que hay un deterioro por dos comportamientos agresivos para el organismo.

Riesgos de la ebriorexia

Por razones obvias, se trata de un trastorno que causa daños en casi todos los órganos del cuerpo. Causa problemas cognitivos, conductas negativas, problemas mentales y enfermedades crónicas. Incluso, en casos graves conlleva al coma o a la muerte.

Entre tanto, en la vida de la persona incide en los problemas a nivel académico y laboral. También puede detonar inconvenientes legales y judiciales. Otras consecuencias a nivel de salud son los trastornos a nivel gástrico y neurológico, como la encefalopatía de Wernicke. 

Se trata de un trastorno cerebral por la deficiencia de la vitamina B1 que suele ocurrir en personas con alcoholismo. Los síntomas incluyen confusión y pérdida de la actividad mental, pérdida de coordinación muscular, temblor en las piernas, movimientos oculares anormales, visión doble, caída de párpados y abstinencia alcohólica.

Otra enfermedad es el síndrome de Korsakoff, que también implica la deficiencia de la vitamina B1, pero es otra fase de la enfermedad. En esta sufren incapacidad para formar nuevos recuerdos, pérdida de la memoria, fabulación o inventar historias y alucinaciones.

Al ser un trastorno compuesto por dos enfermedades, hay más riesgos asociados a cada uno, como las caries dentales, la insuficiencia cardíaca, la anemia, la osteoporosis y la pérdida de la masa muscular. Asimismo, pueden presentarse accidentes cerebrovasculares y cáncer.

Tratamientos disponibles

Como cualquier tratamiento para adolescentes con trastornos de conducta alimentaria (TCA), se recomienda que sea con un equipo multidisciplinar. El paciente necesitaría recuperar su estado de salud, por lo que debería ser monitoreado de forma constante en un hospital.

En particular, el equipo debe integrar especialistas en nutrición, profesionales de la salud mental (tanto un psiquiatra como un psicólogo) y enfermeras especialistas en el manejo de los TCA.

Para empezar, hay que trabajar en lo asociado a la alimentación, de modo que la persona salga del estado de desnutrición. Por supuesto, también hay que restringir el consumo de alcohol. El profesional de salud mental puede proporcionar recursos para que el paciente reconozca el problema y desee cambiar su estilo de vida.

Los pacientes requieren apoyo constante

La ebriorexia es una conducta nociva para el cuerpo con efectos dobles, ya que retira los nutrientes saludables y, en su lugar, otorga los efectos tóxicos del alcohol desmedido. Por lo tanto, quienes la padecen deben acceder a un tratamiento oportuno y, sobre todo, recibir apoyo constante. Tanto el alcoholismo como el TCA puede causarle recaídas.