Efecto Coolidge, ellos prefieren más parejas sexuales

Los hombres prefieren tener más parejas sexuales según el "Efecto coolidge" que explica la ciencia. Es un instinto animal que se conserva en los humanos y que llevaría a que ellos sean más infieles.
Efecto Coolidge, ellos prefieren más parejas sexuales

Escrito por Yamila Papa Pintor

Última actualización: 24 mayo, 2023

Siglos y siglos de evolución, pero todavía mantenemos hábitos relacionados con lo más primitivo del ser humano. Por ejemplo, el llamado ‘efecto Coolidge’, más frecuente en el sexo masculino, es la inclinación a tener más de una pareja sexual al mismo tiempo. Puede funcionar como una excusa perfecta ya que lo dice la ciencia: “parte de la condición de masculinidad se basa en cuánta descendencia deja”.

El origen del término

Primero, llama la atención el nombre de este ‘síndrome’ ya que Coolidge es el apellido de un ex presidente de los Estados Unidos, Calvin Coolidge. ¿Por qué lo bautizaron así? Por una curiosa anécdota que el político contó junto a su esposa Grace.

La historia es la siguiente: el mandatario y la primera dama visitaron una granja en Kentucky y la recorrieron por separado. Cuando la señora pasó por delante del corral de gallinas, preguntó a los granjeros con qué frecuencia los gallos ‘faenaban’. Le respondieron: “decenas de veces al día”. Mrs Coolidge indicó: “Por favor, cuénteselo al presidente”.

Cuando ‘Mr. President’ se enteró de la fabulosa actuación del gallo, quiso saber más: “¿Siempre con la misma gallina?”. El guía dijo: “no, cada vez con una diferente”. Con mucha prisa y algo de picardía, Coolidge indicó: “Por favor, cuénteselo a la primera dama”.

Más allá de la divertida historia, lo cierto es que el ‘efecto Coolidge’ existe desde tiempos inmemoriales no solo en las gallinas, sino también en los seres humanos y otros mamíferos.

¿Qué es el ‘efecto Coolidge’?

Muchos lo relacionan con la infidelidad y con lo que sucede cuando una pareja lleva bastante tiempo junta. Según la teoría, sería ‘normal’ buscar satisfacciones fuera de la cama conyugal y con otras personas.

Para comprender este síndrome hay que recurrir a la biología. Según esta disciplina, el periodo refractario, es decir el tiempo que necesita un macho para recuperarse tras la eyaculación, será menor si la siguiente práctica sexual la tendrá con una pareja nueva.

En el ejemplo del gallo. Este puede tener relaciones con varias gallinas en el mismo día basándose en este principio. Si tuviese solo una hembra a disposición, probablemente no sería tan ‘eficaz’.

¿Cuál es la explicación biológica a este comportamiento? Que ante la posibilidad de una relación sexual nueva y con un individuo diferente, los niveles de dopamina aumentan y permiten estar más activos que lo habitual.

Por el contrario, si la relación sexual será con la misma pareja de la última vez, el cerebro gestiona otro tipo de estímulos más lentos. Por lo tanto, se necesitará más tiempo para que el hombre pueda tener una erección.

Infidelidad

Según el entender de un macho, cuando copula con una hembra hay grandes posibilidades de que quede preñada. Entonces, ¿por qué “malgastar” energías con la misma si puede dejar su simiente en otras?

Esto se trata de la propagación de la especie. Si, por ejemplo, una leona da a luz tres crías y solo una sobrevive, el león deberá dejar preñada a más de una hembra para que la especie no se extinga.

Esto es más habitual en el reino animal no humano, donde no existen tabúes ni cuestiones culturales que los limitan. En las especies que practican la poligamia, los machos prefieren copular con varias hembras antes que muchas veces con la misma.

El efecto Coolidge y la infidelidad en el hombre

Ahora es momento de hablar de lo que le sucede al hombre. Suele estar aún aferrado a la cultura y a su imagen en relación a la cantidad (o calidad) del sexo que ofrece y disfruta. Desde siempre se ha dicho que ellos tienen ‘más necesidad’ de intimar y por ello es más infiel a su pareja.

Se decía también que, genéticamente, el hombre es más propenso a atraer a varias mujeres a su alcoba. Un argumento que hoy en día es tildado de ‘machista’. Sin embargo, tendría una base científica (aún sin saberlo).

Así, según un estudio publicado en 2018 en la revista Molecular and Celullar Endocrinology , los efectos de la novedad sexual y la motivación difieren entre sexos debido a las diferencias en las características del comportamiento de apareamiento.

Investigaciones como esta han demostrado que la promiscuidad en los hombres está íntimamente relacionada con la perpetuidad de la especie. Por ello es que el hombre sería más propenso a buscar sexo con varias mujeres, incluso cuando se encuentra en una relación estable. El instinto animal aún está muy arraigado en los seres humanos. Somos mamíferos desarrollados. Aún preferimos la cantidad y así aseguramos la propagación de la especie.

Los hombres pueden excusarse bajo el efecto Coolidge cuando cometen una infidelidad. Sin embargo, a diferencia de los animales, tienen la posibilidad de reflexionar y racionalizar antes de actuar.


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