¿Cómo elegir y decorar una mesa de centro?
Uno de los muebles fundamentales al momento de equipar la casa es la mesa de centro. Junto con el sofá, es el elemento más importante para el living o la sala de estar. No solo intervienen la forma, el material y el tamaño, sino también la manera de ocuparla. Es común brindarle más atención a los detalles del sofá para la decoración, sin embargo, la mesa de centro tiene un protagonismo similar.
Un error frecuente es utilizarla como depósito de objetos. Si se acomodan y seleccionan los adecuados, se puede lograr un aspecto más estético, aprovechando al máximo la funcionalidad del mueble.
No existe un ejemplar perfecto, aunque sí una serie de consejos que sirven para elegir la más adaptada al gusto personal. Y también a los requerimientos de la sala.
¿Qué debo tener en cuenta al elegir una mesa de centro?
Hay que prestar atención a diferentes detalles al elegirlas, ya que las posibilidades son muchas y las combinaciones variadas. Por ejemplo, poner el foco en su vinculación directa con el sofá, su comodidad de uso y el espacio que ocupará, sin relegar el aspecto funcional. En general, suele colocarse en el centro de la sala.
Pensar en las necesidades del hogar, según quién lo habite
No es lo mismo una persona que vive sola que una familia con niños pequeños. Es conveniente que, en el segundo caso, no se elijan materiales como el vidrio o el cristal, ya que son más fáciles de romper.
Por el contrario, alguien que vive solo o con otro adulto, quizás pueda arriesgarse a elementos como el mármol o las patas irregulares.
Formas de una mesa de centro
Entre las formas que puede tener una mesa de centro se encuentran opciones clásicas y otras más arriesgadas. Las más comunes suelen ser rectangulares y redondas, mientras que las hexagonales o las asimétricas no contentan a todos.
Si se prefiere un mueble protagonista, conviene centrarse en la decoración, por lo que se debe acudir a materiales sofisticados. Otras personas las eligen para apoyar platos de comida o bebidas, lo que apunta a elementos con mayor facilidad de limpieza. En el caso de que habiten niños, es recomendable evitar las esquinas en punta.
Otros diseños
Algunas personas prefieren variaciones que no siempre son una mesa, pero cumplen dicha función. Por ejemplo, el reciclaje de un mueble anterior, como puede ser una mesa de luz.
Por otro lado, existen modelos dobles, entre las que se encuentran las mesas gemelas y las de tipo nido; es decir, una más pequeña que la otra. Estas últimas dos opciones se encuentran entre las mayores tendencias en la actualidad.
Medidas
Un aspecto fundamental para integrar de la mejor manera una mesa de centro al ambiente es tomando algunas mediciones. Lo más importante es conocer el espacio que va a ocupar; algo que se puede simular colocando cinta adhesiva en el piso e imaginando su contextura superior.
También es conveniente calcular unos 50 centímetros de separación con el sofá y un estimado de 1 metro con respecto a la televisión. El tamaño no debe superar la mitad del sillón, pero tampoco ser mucho más pequeño, ya que no se verá bien.
En lo que respecta a la altura, la misma tiene que ser acorde al resto de los muebles de la sala, sobre todo a los asientos. Muchas personas eligen la tendencia de las mesas bajas, lo que aporta un aspecto minimalista.
Materiales
El punto anterior deriva a la cuestión de los materiales. Característica fundamental para su durabilidad.
Hay que conocer ciertos aspectos básicos de las múltiples variantes disponibles para una mesa de centro:
- Bambú: material flexible de preferencias exóticas. Genera la sensación de estar en un jardín o en exteriores.
- Vidrios o metales: orientados a quienes prefieren priorizar las últimas tendencias en decoración.
- Madera sólida: una elección clásica, destinada a tener una amplia durabilidad y sin mayores complicaciones en cuanto a modas y combinaciones.
- Mármol o microcemento: generan un aspecto de elegancia y sofisticación. Se suelen combinar con el metal.
- Cristal: tiene la ventaja de tener un efecto visual que reduce su espacio. En el caso de querer exhibir pisos o alfombras, es una opción ideal por su transparencia.
Errores comunes al elegir y decorar una mesa de centro
Más allá de la forma, el material y la disposición del mueble, es común que se cometan errores al momento de ocuparlo. Se trata de una mesa que debe ser funcional, pero que también es clave en la decoración, ya que llena un espacio visual importante en el living.
Los siguientes son algunos errores comunes que es preferible evitar siempre:
- Alturas elevadas con objetos: sobre todo cuando se colocan libros y plantas. Si bien corresponde dar un contraste de altura con un arreglo florar, no se debe pasar de unos centímetros. En cuanto a los libros, con 2 o 3 apilados es suficiente.
- Controles remotos a la vista: se trata de un detalle poco elegante. Lo conveniente es guardarlos en un cajón o dentro de una bandeja.
- Recarga excesiva: la mesa de centro debe estar ocupada, pero tampoco ser un depósito de objetos.
- No llenar abajo: dejar libre la parte inferior del mueble es un error común y una oportunidad desperdiciada para complementar la decoración.
- Utilizar solo el centro: la mesa tiene varios sectores y pueden dividirse para proporcionar una decoración equilibrada.
- No combinar materiales: muchas personas tienden a colocar objetos del mismo material que la mesa. Desde el punto de vista decorativo hay que hacer lo contrario. Si es de madera, adornos de cristal, y viceversa.
5 sugerencias de decoración para la mesa de centro
Otra cuestión fundamental para conseguir una mesa de centro agradable, funcional y decorativa es elegir bien los objetos que la adornan. Se trata de un mueble pensado para dar un aspecto estético, por lo que acumular cosas en su superficie atenta contra ese objetivo.
1. Distribuir los objetos
El objetivo es equilibrar el peso visual. Es decir, los elementos más duros, como los libros, van en lados opuestos de la mesa. Los jarrones y las bandejas pequeñas pueden ocupar el espacio restante. Es importante priorizar lo funcional para la vida cotidiana.
Muchas personas eligen algunos tipos de plantas de interior para decorar las mesas. Para las bandejas y los adornos, los materiales como el cristal siempre son agradables a la vista.
2. Elegir adornos de gusto personal
Si se cuenta con una pila de libros, los mismos pueden usarse como pedestal para una pieza decorativa de gusto personal. En cuanto a las bandejas, si van a albergar objetos en su interior, es recomendable que tengan su misma forma. Además, sirven para almacenar esos pequeños elementos que tienden a perderse, como los controles remotos.
3. Tener en cuenta el tipo de mesa de centro
Más allá de las diferentes estrategias de decoración, no es conveniente llenarlas del todo, de manera que quede espacio disponible para apoyar otras cosas. Si la elección fue una mesa nido, la más grande suele utilizarse para decoración, mientras que la pequeña tiene una función auxiliar.
4. Dividir los espacios
Una estrategia útil es dividir de forma imaginaria la circunferencia de la mesa en 3 o 4 espacios distintos. De esta manera, es más sencillo distribuir las plantas por un lado y los libros o las bandejas en el sector opuesto.
En cuanto a los espacios restantes, recordar que los objetos más pequeños, como las velas o los jarrones, funcionan mejor.
5. Compensar las alturas
En general, la mesa de centro es un mueble bajo. Y está bien que así sea.
Sin embargo, para compensarlo, es recomendable que alguno de sus elementos tenga cierta altura. Esto puede lograrse con un florero, un jarrón o una pequeña pila de libros.
Atención a la forma y su adaptación
Al momento de decorar, no es lo mismo una mesa de centro cuadrada que una redonda. En el primer caso, es conveniente hacer 3 o 4 divisiones para llenar los espacios de manera acorde y equilibrada. En cuanto a las redondas, se recomiendan los elementos con la misma forma, como jarrones y velas.
Es importante que la mesa de centro esté en armonía con el sofá y lo acompañe, tanto en su forma como en su longitud. Además, debe estar al alcance de todas las personas que se sienten, para que cumpla la función común de apoyar vasos o platillos.
Combinando todos estos elementos, es posible conseguir una mesa adecuada para el ambiente, ajustada al gusto personal y funcional para el uso.
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