Hernia discal
La hernia discal, también conocida como desplazamiento de disco, es una dolencia que se origina cuando parte del disco intervertebral es forzado a pasar a través de un desgarro en…
La osteoporosis es una enfermedad ósea que se produce cuando los huesos pierden densidad. Se estima que tan solo en Estados Unidos hay unas 53 millones de personas afectadas. Además, es más común en las mujeres blancas y asiáticas.
La osteoporosis es una de las enfermedades óseas más comunes en la actualidad. Su nombre proviene del latín y significa “huesos porosos”. Se estima que alrededor de 53 millones de personas en Estados Unidos tienen esta enfermedad o están en alto riesgo de desarrollarla.
Además, en países como España, el número de afectados asciende a los 3,5 millones, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por otro lado, aunque afecta tanto a hombres como a mujeres de todas las razas, las mujeres blancas y asiáticas tienen más riesgo.
Las probabilidades de desarrollarlo incrementan con la edad, pues el proceso de envejecimiento hace que el cuerpo reabsorba calcio y fosfato de los huesos, en lugar de conservar los minerales en ellos, lo cual detona su debilitamiento.
La osteoporosis es una enfermedad de los huesos que se caracteriza por la disminución de la densidad de masa ósea. Producto de esto, los huesos se vuelven más frágiles y porosos, lo que eleva el riesgo de fracturas, incluso ante caídas o tensiones leves.
Es decir, los huesos llegan a debilitarse tanto, que su quiebre puede presentarse mientras se hacen actividades de rutina como pararse, caminar, hacer tareas domésticas, entre otros. Además, puede ser tan grave que la persona tiene alto riesgo de discapacidad y muerte.
Los huesos que a menudo resultan afectados son los de las costillas, la columna vertebral, las caderas y las muñecas. No obstante, puede verse comprometida cualquier otra parte del sistema óseo.
Para conservar su densidad ósea, los huesos necesitan un aporte adecuado de minerales. Si bien muchos lo ignoran, el organismo regula su proceso de remodelación ósea gracias a una serie de hormonas como la paratohormona, los estrógenos, testosterona y calcitonina.
Asimismo, en esta función intervienen otros elementos como la vitamina D. La remodelación ósea consiste en la renovación del hueso; en personas jovenes, se forma más hueso del que se destruye. No obstante, a partir de los 30 años aproximadamente, el proceso de destrucción del hueso supera el de formación.
Por lo anterior, una de las principales causas de osteoporosis es la edad. La densidad ósea disminuye de manera progresiva como parte del proceso biológico del envejecimiento. Además, a esto se suma la disminución de estrógenos y vitamina D que aumentan en la vejez, especialmente tras la menopausia en la mujer.
Otras posibles causas de osteoporosis incluyen:
Hay una amplia variedad de factores de riesgo modificables y no modificables que incrementan las probabilidades de desarrollar osteoporosis. Entre estos, los más comunes son la edad, la raza y los antecedentes familiares. Asimismo, abarcan:
La osteoporosis está incluida en el grupo de “enfermedades silenciosas”, ya que, a menudo, no causa síntoma alguno en sus etapas iniciales. Muchos pacientes descubren que tienen la enfermedad cuando uno de sus huesos se fractura. No obstante, cuando el deterioro de los huesos ha progresado, pueden aparecer los siguientes síntomas:
Sin un tratamiento oportuno, la osteoporosis sigue avanzando y empeorando. Por lo anterior, cuando los huesos se adelgazan y pierden densidad, la persona puede tener una o varias fracturas.
De hecho, esto puede ocurrir ante acciones del común como un estornudo fuerte o tos. Asimismo, aumenta el dolor de espalda y cuello, la pérdida de altura y el paciente puede caer en una condición de discapacidad.
Para determinar si una persona tiene osteoporosis son necesarias varias pruebas clínicas. Por supuesto, primeramente, el médico revisa el historial clínico del paciente y sus antecedentes familiares. Además, hace una exploración física.
Por otro lado, puede sugerir pruebas de sangre y orina para determinar si existen otras enfermedades. Asimismo, realiza radiografías de la columna para evaluar la posible deformidad o curvatura.
La prueba por excelencia para diagnosticar la densidad y estado del hueso afectado es la densitometría. Este estudio también se conoce como DMO o prueba para medir la densidad mineral ósea.
Cuando se confirma el diagnóstico de osteoporosis, el médico procede a diseñar un tratamiento considerando las necesidades de cada paciente. En general, se sugieren ciertos medicamentos y cambios en el estilo de vida.
El objetivo principal del tratamiento es reducir el riesgo de fracturas y complicaciones. Por eso, antes que nada, se recomienda:
Existe un tratamiento que reduce la pérdida de masa ósea; se llama tratamiento antirresortivo. Son fármacos como los bifosfonatos, que incluyen opciones como:
Es importante tener en cuenta que el uso de estos medicamentos acarrea efectos secundarios como náuseas, dolor abdominal y síntomas parecidos a la acidez estomacal. Esto, al igual que otras reacciones, deben evaluarse con el médico.
Otros tratamientos farmacológicos usados contra la osteoporosis incluyen:
En la medicina alternativa hay varios productos y suplementos que tienen efectos beneficiosos en el tratamiento de la osteoporosis. Es el caso de la proteína de soja, que parece tener un efecto similar al estrógeno en los tejidos óseos. Lo mismo ocurre con los suplementos derivados de los isoflavones de la soja.
Ahora bien, las mujeres que tienen antecedentes familiares o personales de cáncer de mama deben tener cuidado con la soja; asimismo, aquellas que tienen enfermedades de la tiroides. Otros suplementos útiles podrían ser:
El inconveniente es que la evidencia sobre la eficacia de estos productos es limitada y, además, se desconoce si pueden tener efectos secundarios. Por eso, por ninguna razón deben sustituir el tratamiento médico.
El tratamiento médico para la osteoporosis puede disminuir el riesgo de futuras fracturas. Sin embargo, cuando ya se ha presentado aplastamiento vertebral, no hay manera de fortalecerlo.
Es importante tener en cuenta que esta enfermedad es crónica y puede tener efectos graves. El periodo de curación de una fractura es largo, doloroso y puede incluir ciertas complicaciones. Por ejemplo, cuando los pacientes deben permanecer quietos en la cama por mucho tiempo, aumenta el riesgo de:
Ahora bien, la enfermedad también puede ser motivo de incapacidad en muchos pacientes. De hecho, las fracturas de cadera se han convertido en una de las principales razones por las que los ancianos son internados en asilos.
La buena noticia es que los tratamientos contra la osteoporosis han avanzado, al igual que las medidas preventivas. Por eso, en conjunto con un profesional, es posible desarrollar un plan para mejorar la salud ósea y prevenir las complicaciones asociadas a esta enfermedad.
Aunque la osteoporosis tiene causas no modificables, existen algunas medidas preventivas que contribuyen a reducir el riesgo de padecerla. Esto abarca:
Por tratarse de una enfermedad silenciosa, la osteoporosis puede llegar a reducir significativamente la calidad de vida. Por eso, además de considerar lo anterior, lo más conveniente es consultar al médico en caso de identificar algún factor de riesgo.
La hernia discal, también conocida como desplazamiento de disco, es una dolencia que se origina cuando parte del disco intervertebral es forzado a pasar a través de un desgarro en…
El esguince de tobillo es una de las patologías musculoesqueléticas más frecuentes en toda la población. De hecho, se estima que en Estados Unidos se atienden cada día unos 23.000…
La escoliosis es una afección que se produce cuando la columna vertebral se curva o se tuerce hacia un lado. Dicha deformidad hace que la columna luzca en…