Errores de alimentación saludable para corregir
Este artículo ha sido revisado en profundidad para garantizar que la información presentada sea lo más precisa posible, cumpla con nuestros estándares de calidad, y presente datos respaldados por fuentes confiables, reflejadas en la bibliografía y los enlaces dentro del texto. Más información
Hasta la gente más sana puede cometer errores de alimentación que puede echar a perder sus planes de llevar una vida más saludable o de adelgazar. Si eres de las que pone mucha atención a lo que come, seguro que te interesa descubrir cómo puedes mejorar aún más tu alimentación.
Conseguir que tu familia coma de forma saludable supone más de un quebradero de cabeza. Más allá de las prisas del día a día, los productos precocinados y los envases individuales, la alimentación familiar parece haberse convertido en una asignatura pendiente para muchos hogares.
Por este motivo, a continuación te diremos qué errores de alimentación puedes estar cometiendo. De esta manera, tu familia y tú podrán gozar de una buena salud.
Errores de alimentación que puedes estar cometiendo
Te vamos a presentar los errores más comunes en lo que a alimentación se refiere. De este modo podrás subsanarlos para mejorar la calidad de la dieta.
1. La improvisación
La mayoría de las familias (hasta un 80 %, según algunos estudios) no planifica sus menús semanales. El resultado de la desorganización es una práctica alimentaria desequilibrada que conduce al exceso de peso. Se impone el aprendizaje de conocimientos básicos de alimentación para adquirir criterio nutricional y organizarse mejor.
Sin duda, alimentarse bien hoy en día requiere reflexión, una compra inteligente para escoger bien sin dejarse el bolsillo y cocinar un poco más. Está demostrado que planear con antelación el menú semanal se asocia con un mejor estado de salud y con un menor índice de masa corporal.
Te puede interesar leer: 7 menús diarios para una dieta saludable
2. Errores de alimentación saludable: light no siempre es sinónimo de saludable
Muchas veces la bajada en las grasas se suple con otras sustancias menos saludables, de modo que tendremos que decidir con qué frecuencia consumimos este tipo de alimentos para que no alteren el equilibro nutricional de nuestra dieta.
Otro error es pensar que la grasa es perjudicial. El organismo necesita grasas para funcionar bien. Los productos que anuncian “0 % grasas” no solo no tienen lípidos de mala calidad, como las trans, sino que tampoco contienen las buenas, como las monoinsaturadas, útiles para la lucha contra el colesterol malo.
3. Comer pocas veces al día y mucha cantidad
Los expertos recomiendan cinco ingestas diarias: tres comidas importantes (desayuno, comida y cena) y dos tentempiés. Si no le damos alimentos al organismo durante un periodo largo de tiempo (más de 3-4 horas), el cuerpo entra en alerta y se disparan todos nuestros mecanismo de reserva.
Esto quiere decir que el organismo empieza a ahorrar energía y acumular grasas para aguantar y rendir durante las horas que no va a recibir alimento. Es fundamental por tanto, evitar estos mecanismos de alerta para mantener al organismo en un correcto equilibrio.
No obstante, en los últimos años se han empezado a poner de moda protocolos dietéticos como el ayuno intermitente. De acuerdo con una investigación publicada en la revista Nutrients, dichos mecanismos resultan eficaces, pero han de ser pautados por un profesional.
4. Comer a deshoras
Comer a ‘deshoras’ también es un mal hábito. Muchas de las hormonas relacionadas con el metabolismo de los nutrientes se producen siguiendo un ritmo de síntesis circadiano, motivado normalmente por la cantidad de luz solar disponible. De este modo, comer y cenar temprano se asocia, por ejemplo, con un menor riesgo de sobrepeso. Así lo evidencia un estudio publicado en en año 2019.
5. Errores de alimentación saludable: abusar de la sal
Abusar de sal puede provocar retención de líquidos y provocar problemas de tensión arterial. El exceso de sodio en el organismo afectará principalmente a los riñones y al corazón. Se trata de afecciones que se producen con el paso del tiempo mediante el abuso continuado de la ingesta de sal.
Para evitarlo es fundamental seguir una dieta adecuada en la que la sal común sea un elemento presente de manera escasa. Una forma saludable de sazonar la comida es añadiendo hierbas aromáticas o especias.
6. Creer que comer una ensalada ya es comer verdura
Muchas personas piensan que comer ensaladas ya supone incluir suficientes vegetales y verduras en su dieta. Se trata de un error de volumen, ya que una ensalada básica, con lechuga, tomates y cebolla apenas tiene densidad nutritiva y aporta mayoritariamente agua.
Para llevar una dieta sana es necesario comer verduras y hortalizas de una forma variada y equilibrada como judías verdes, espinacas, guisantes, coles, pimientos, zanahoria… ¡No solo existe la lechuga!
Lee también: Alimentos para bajar de peso de manera saludable
7. Demasiada carne y poca verdura
“Al menos termina el filete” suplican algunas mamás. La proteína animal no debe ocupar más de una cuarta parte del plato o bandeja, al igual que las legumbres o los cereales del menú. Cereales y legumbres se complementan muy bien y contribuyen también al aporte proteico.
Así, bastan pequeñas porciones de carne blanca o de pescado. La carne roja debe ser de consumo semanal, no diario. Los verdaderos protagonistas deben ser las verduras y hortalizas.
Optimiza la alimentación para mejorar la salud
Por último, si tienes alguna duda sobre cómo llevar unos buenos hábitos alimenticios, no dudes en consultar con un nutricionista para que te de más pautas sobre cómo seguir una correcta alimentación. Recuerda que construir hábitos sólidos y saludables en lo que a la dieta se refiere reducirá el riesgo de enfermar en una etapa futura.
Te podría interesar...